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Arroba de los Montes, Ciudad Real, Spain
PLATAFORMA CARPETANIA,

domingo, 1 de septiembre de 2019

EL ROBO EN LA CASA DEL CURA DE ARROBA DE LOS MONTES EN 1592

MARÍA DOLORES FERNÁNDEZ MARTÍN
JESÚS VÍCTOR GARCÍA

Los procesos por hurtos y robos en los pueblos de los Montes de Toledo eran la segunda causa por lo que se iniciaban los casos por criminalidad, seguido por las lesiones a personas. 
El robo es un delito contra la propiedad privada, junto con la receptación, allanamiento de morada y apropiación indebida.

Inicio del "proceso criminal sobre el hurto al cura de arroba" Archivo Municipal de Toledo 1592 Arroba


En 1592 en la casa del cura de Arroba, Luis Garralda, natural de Arrieta "ciertas personas encamisadas y enmascarados entran en su casa y le hicieron acostar en la cama, le taparon la cara con la sabana y le decían y amenazaban que si se revalía le daría estocadas y se estuvo quieto por el miedo que tenia y le abrieron un arca con 300 escudos".

Arroba de los Montes según un mapa de 1602 (recorte realizado por el autor)

Antes estos hechos se inician averiguaciones el 19 de Octubre de 1592 en Toledo por el Fiel del Juzgado,  para "que los culpados sean presos y castigados" y se envía a juez de comisión  para que "partáis al dicho lugar y a otras cualquier partes de los Montes donde fuere necesario y averiguar el dicho delito". El fiel del Juzgado es unos de los regidores de la ciudad de Toledo con la misión de decidir sobre los conflictos y pleitos que aparecen en los propios y montes de la ciudad de Toledo cuya sentencia es firme salvo que se apele a la Chancillería de Valladolid, parecido al actual Tribuna Supremo.

Cuando comienza el proceso se inicia una fase sumarial que se inicia ante un juez distinto al que luego dicte sentencia. En los pueblos de los Montes de Toledo son los alcaldes o escribanos,  los que inician las actuaciones tomando decisiones preventivas como detenciones y embargos, muchas veces desproporcionadas y arbitrarias. Estas decisiones iniciadas por los alcaldes son las que al final forman parte de la sentencias dictadas por los jueces.

El autor en el Archivo de la Real Chancillería de Valladolid

El juez de comisión se llama Alonso de la Fuente Gómez, y es enviado por Alonso Vaca de Herrera que es el Fiel del Juzgado de Toledo y sus propios y montes.
Este juez tiene la misión de averiguar que personas son las que cometieron el delito y si le "pareciesen culpados, los prended y traed a la cárcel real de Toledo". Si además necesitara ayuda para este fin, tenia la autoridad de que cualquier persona de los montes le asistiera con la amenaza de las penas previstas según derecho y mas de diez mil maravedíes de multa para el reparo de los muros de Toledo. En los delitos que intervenían varios individuos se enjuiciaba en un solo proceso por el juez encargado del caso para así poder perseguirlos aunque no tuvieran domicilio conocido.

En los pueblos de los Montes de Toledo solo los escribanos, cirujanos o curas tenían riqueza monetaria ya que los demás habitantes tenían una economía de subsistencia o eran pobres. El cura de Arroba, Luis Garralda, además de sus rentas por su oficio tenia ganado, colmenas y comercializaba la sal en la comarca, por lo que tenia bastante dinero en efectivo guardado en su casa.

El cura de Arroba, llamado Luis Arrieta, al entrar en su casa a las  8 de la noche del miércoles del 14 de Octubre encontró en su interior a "seis hombres enmascarados y vestidos con unas camisas blancas sobre los vestidos con espadas y dagas desnudas trayéndoselas a los pechos". A continuación le maniataron con las manos hacia atrás  "con tres nudos en el brazo derecho" y le dijeron que le diese el dinero que tenia, rompiendo un arca que tenia en el aposento que tenia trigo donde se llevaron el dinero y se fueron.

Los robos realizados por varios individuos tenia mas posibilidades de existo ya que permitía vigilar a su objetivo y además planificar mejor su huida.

Arcón antiguo de una casa de Arroba de los Montes (foto del autor)

El juez encargado del caso empieza a investigar y empieza a preguntar en la Venta de la Vecedilla, ya que es un lugar de paso y frecuentado por los vecinos de los Montes de Toledo. La venta de la Becedilla o Vecedilla situada en el camino que iba hacia Toledo y cerca de la Torre de Abraham era un lugar de paso obligado por todo los vecinos de Arroba de los Montes, Fontanarejo y Navalpino para ir a la ciudad imperial.

El juez, junto con oficial y acompañado por un escribano, tomaba declaración a los testigos que hubieran visto o estuvieran relacionados con los hechos.

En esta venta pregunta "a María López de unos 40 años, ventera de la dicha venta de la Vecedilla". La preguntan si a oído algo del robo y que gente paso en dicha semana a caballo por dicha venta. La cual contesta que en esa semana del robo "paso por dicha venta un hombre, el rostro de mulato, barbinegro, caballero en una mula y le pregunto que si tenia caza, tras una capa de mezcla azul". La ventera dijo que no tenia caza y se marcho deprisa adelante y que tras el venían tres hombres a caballo muy deprisa pasando por el camino derecho al Molinillo. 

Ubicación de la venta de la Becedilla o Vecedilla (recorte del autor)

Al parecer eran perseguido por un cuadrillero de la Santa Hermandad Vieja de Toledo del lugar de Arroba llamado Francisco Gutiérrez, portando un guante que se había dejado en una pared del lugar del robo. Este cuadrillero averiguó que un vecino de Arroba, llamado Bartolomé García Zumajo, había visto pasar por la ermita de San Marcos a dos hombres con dos mulas y dos arcabuces, preguntándoles "que hacían allí ya que era hora de regresar al pueblo". Estos les respondieron que estaban "esperando a otros compañeros que habían quedado herrando unas mulas en Fontanarejo".

Los cuadrilleros de la Santa Hermandad podía perseguir los casos de "hurto, robos y fuerzas de bienes o de mujer que no sea mundana publica, haciéndose en despoblado o en poblado si los malhechores salen al campo con ello..."

El juez va tomando declaración a varios testigos de distintos pueblos por donde habían pasado los ladrones como a un vecino de 60 años del Cadozo, llamado Juan García de García Pérez, declarando que cuando regresaba de Arroba a los Cadozos con un buey con su hijo de 30 años y pasando por la ermita de San Marcos vio a dos hombres que estaban en una encina apartado del camino y con dos mulas negras "desconociendo el hato que en ella llevaban y con dos arcabuces en las manos y eran gente de buena gracia, bien tratados y gente holgazana". Les pregunto si habían visto pasar a su hijo  un buey y contestaron que "ellos habían venido atrás de Fontanarejo" y que traían una soga en el hombro y uno de ellos "estaba cargando su arcabuz y echando unas balas dentro".

Otro vecino, llamado Juan Bernal, declara que "hallo una bota con vino en el camino real que va de Arroba cara Alcoba junto al calvario de Fontanarejo". Dice que la bota no es suya y sospechando que es de los que asaltaron la casa del cura de Arroba. La bota de vino ya no la tiene que se la dio a su hermano que "fue a vender sardinas" y que cuando vuelva se la entregara al juez.

También se toma declaración a un vecino de Navalpino llamado Gaspar de 40 años que conoció a Adán, el presunto autor del robo. Dice que el sobrino del cura cuando se fue de esta tierra hace mas de un año y estando este testigo en casa de Madrid, vecino de Fontanarejo  le oyó decir "no me dais dineros, pues voto a  Dios de una vez que yo os haga que se os acuerde para mientras viviere".

Posteriormente se toma declaración a  al hermano del cura llamado Juan de Garralda, natural de Arrieta, tierra de Navarra y este declara que ese día no estaba en este lugar de Arroba ya "que había ido con unos carros a comprar sal para el gasto de la casa". Y que cuando llego el viernes le contaron que habían robado y salteado a su hermano unos ladrones llevándose mucho dinero. Le preguntan si tiene sospechas de alguien  y dice pudiera ser "un Adán sobrino suyo del reino de Granada que días pasados estuvo en su casa a su servicio".

Los habitantes de Arroba de los Montes iba a por sal a las Salinas de Pinilla en Albacete

Cuando había sospechas de culpabilidad se ordenaba el ingreso preventivo de los sospechosos y el embargo de sus bienes. Estas practica en la mayoría de los casos era abusiva y desproporcionadas que hasta finales del siglo XVIII se suavizo aconsejándose a los corregidores que fuesen prudentes a la hora de detener y encarcelar
Como ocurre con las declaraciones iniciadas por el Juez Alonso de la Fuente Gómez, y antes las sospechas de ser cómplices,  apresa al hermano del cura, Juan de Garralda y a su sobrino Juan, en la cárcel de Arroba de los Montes.

Un testigo de lugar, llamado Antonio de Torres, corrobora que Juan de Garralda, estaba en Piedrabuena y que venia de las salinas de Pinilla de "comprar un poco de sal para el cura y llevaba mas de 12 días fuera". Además declara que " es hombre honrado, buen cristiano de buena vida y fama y buenas costumbres...".
La comarca suroeste de los Montes de Toledo se abastecía de sal de las Salinas de Pinilla, esta se encuentran entre los términos municipales de Alcaraz y el Bonillo en la provincia de Albacete. Estas tienen mas de 600 años de antigüedad y abastecía a gran parte de España.
Pagina del proceso del robo del cura de Arroba en 1592 Archivo Municipal de Toledo

A raíz de este testimonio se toma declaración al otro sobrino del cura Luis Arrieta, llamado  Juan de unos 15 años de edad. Declara que esta al servicio de su tío que cuando sucedieron los hechos se encontraba en Alcoba a dos leguas de Arroba con "unos machos de cabras que tiene su tío".
Estos machos eran capados y cuando un peso adecuado eran llevados a la ciudad de Toledo o Madrid y vendidos para consumo de carne por su habitantes

A continuación se toma declaración a la ama del cura de Arroba, a Lucia Gutiérrez de 40 años, viuda, de Miguel García...vecino de Fontanarejo. Esta dice que el día del hurto se acostó primero el cura y después ella. Al cabo de "gran rato, cerca de media noche, oyó un gran ruido en el corral y se levanto y hallo abierta de par en par la puerta de su aposento donde dormía y vio que andaba en el corral unos lechones que tenia su amo en casa". A continuación cuando se volvía a sus aposentos se encontró con la puerta abierta de la habitación de su amo y la ropa en el suelo con una bolsa vacía con una llave de un arca.
El cura atado al sentirla le pregunto si era ella, y al responder que si, le dijo que quitara el escaño atravesado que había puesto los ladrones en la puerta. Esta no oso entrar ya que iba desnuda en camisa y porque pesaba mucho el escaño. Ante esto el cura dice que llame al vecino Juan Martín por la puerta de la calle que estaba abierta en par en par.
El cura como tardaba "salto con su ropa puesta, que como pudo se había desatado una mano y por los corrales de su casa empieza a tocar las campanas para despertar al pueblo diciendo que le habían robado".
Rápidamente aparece el sacristán, los cuadrilleros, su vecino y la gente del lugar contando que había ocurrido y como esta oscuro están hasta que amanece.
Fachada antigua de la casa del cura de Arroba de los Montes (foto del autor)

Esta criada iba a ser llevada presa a Toledo,  ante esta decisión, el cura afirma de que es inocente "ya manda información de su buena vida y fama y costumbres y cristianizad". También declara un vecinos de Fontanarejo y  de Navalpino que dice que conoce a la tal Lucia desde hace 20 años y que es "una mujer honrada de buena vida, y fama y buenas costumbres y es mujer de mucha confianza y fidelidad". Ante estas declaraciones, el Fiel del Juzgado encarga al vecino de Fontanarejo, Martin Pérez, que tome presa y encarcele  a la criada en dicho pueblo.

El sospechoso principal es el sobrino del cura ya que a continuación se toma declaraciones a varios testigos todos ellos sospechando de ser el autor del robo junto con otros sujetos, como el hijo de su criada. El hijo de la criada tiene un pasado turbio ya que ante la sospecha que ha participado el hijo de la ama del cura, le pregunta si tiene un hijo llamado Miguel García que no a visto hace 4 meses  y si había estado ese día con ella, diciendo que si. Este Miguel es un famoso ladrón que días pasado había robado en una casa de Alcoba.

El cura sospecha que entre los asaltantes estaba su sobrino Adán que había estado a su servicio y "porque sabia muy bien la casa".
El cura dice que sospecha de su sobrino Adán que había estado en su casa a su servicio y que cuando se fue de su casa "salió con odio y rencor porque habían reñido y porque no le quería dar dineros para su camino" diciendo que "juro muchas veces que voto a Dios que me lo ha de pagar algún día y ello se vera". 

Además cree que "ni su ama, ni de ningún vecino de esta tierra, ni de este lugar, ni de los montes de Toledo, ni de Toledo, ni de su tierra.....pero cree que vinieron a cosa hecha y acaso pensando de lejos tierras de otro reino"

En este caso se observa que no hay violencia explicita donde los autores del robo sabían donde estaba el dinero y posiblemente con cómplices dentro y fuera de las casa. La causa termina sin haber ningún culpable ya que solo existen "sospechas débiles".


BIBLIOGRAFIA:

-Archivo municipal de Toledo  Caja 6232  Causa 807   fecha 1592-10-21/1592-10-23 Arroba. "Causa por hurto abierta en Toledo de oficio para averiguar la autoría de un robo que comenten dos enmascarados en casa del cura del Pueblo. Termina sin que haya mas que sospechas débiles. Juez: Alonso Vaca. Escribano: Jerónimo Castellanos.

-Justicia y criminalidad en Toledo y sus Montes en la Edad Moderna, Alfredo Rodriguez Gonzales

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