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Arroba de los Montes, Ciudad Real, Spain
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viernes, 3 de diciembre de 2021

EL CASTILLO DE ARROBA DE LOS MONTES

 Jesús Víctor García

El Castillo de Arroba esta situado en la Sierra de Arroba, hay que destacar que la Sierra de Arroba también se llama la Sierra de los Castillos cuyo topónimo nos anuncia la presencia al menos de dos recintos o castillos, el otro castillo es el llamado el Castillo de la Celada, indicado en el deslinde de Toledo, Béjar y Calatrava en el año 1602. 

Muralla sur del Castillo musulmán de Arroba de los Montes (foto Jesús Víctor García)

En el año 1222,  Fernando III concede al Arzobispo Don Rodrigo Giménez de Rada unas aldeas para seguridad de los habitantes de Toledo, cuando  se habla de "Campo de Arroba" cuyo fuerte o castillo estaba abandonado desde que los musulmanes abandonaron la comarca. 
En el año 1269  se produce el acuerdo  entre la Orden de Calatrava y Toledo para que ninguno pueble los extremos, abandonándose el castillo de Arroba.

".. como vierten las aguas de la sierras faz el castillo de Arroba, con toda Arroba, e con su Castillo, a pleito, que el castillo nunca se pueble: e como va por somo las sierras, como vierten las aguas faz el castillo de Arroba,.."

Plano del Castillo musulmán de Arroba de los Montes con torreones cuadrados y entrada por el sur .Mapa 1602 Toledo, Béjar y Calatrava (recorte Jesús Víctor García)

El castillo de Arroba de los Montes es una construcción defensiva, inclinada hacia el sur dificultar su visibilidad de planta rectangular con tres torreones, la pared noreste se apoya en una pared cuarcitica de unos 5 metros que sirve de defensa. Los muros  del castillo son de 3 metros aproximadamente realizado con piedras de tamaño medio y grandes de cuarcita desprendidos de los crestones cuarciticos y trabado en barro.

Paredes sur al fondo, oeste a la derecha y norte del Castillo de Arroba de los Montes (foto Jesús Víctor García)

Las paredes norte y sur de piedra tiene una longitud de  25 metros de longitud 3 metros de grosor y las paredes este y oeste miden unos 30 metros de longitud  y 3 metros de grosor. Tiene  un perímetro de 115 metros y un área de 800 metros cuadrados y la entrada del recinto fortificado esta ubicada en la muralla sur del recinto.

Torreón noroeste de planta cuadrada construido con piedras del Castillo de Arroba de los Montes (foto Jesús Víctor García)

En 1085, Alfonso VI toma Toledo por el ejercito castellano y comienza la repoblación de la comarca de los Montes. Los musulmanes van abandonando la comarca progresivamente y dejan una zona deshabitada llamada "tierra de nadie" que servía de línea fronteriza entre los cristianos y los musulmanes.

Los árabes después de desahogar en las poblaciones su sed de robo y pillaje, no abandonaron este pueblo, sino que construyeron un fuerte castillo para imponer respeto a toda la tierra, y residencia del Wazir o gobernador, que había de cobrar los tributos y mantener los derechos del pueblo conquistador. Llamaron a este fuerte Arrob, por la rica y abundante miel, tal vez, que se criaba en sus montes, al que los cristianos, castellanizándole después conocieron por ARROBA” Hervás y Buendía, Arroba
Castillo musulmán de Arroba, rio Guadiana y arroyo Valdecristo según mapa 1602 Toledo, Béjar y Calatrava (recorte Jesús Víctor García)

Tras la conquista de la ciudad de Toledo, el rey Alfonso VI intenta avanzar hacia el sur, pero la derrota de Zalaca en 1086 y en Uclés en 1108 frenan este avance repoblador. La consecuencia es que durante 130 años las tierras comprendidas entre el rio Tajo y Guadiana se convierte en una zona fronteriza donde se construyen fortalezas o castillos para su seguridad. 

Este castillo o fuerte "Arrob" de origen musulmán se construye en torno el siglo IX-X al igual que el castillo de Piedrabuena y es abandonado a finales del siglo XII, dominando todo el "campo de Arroba" y sobre todo el norte en dirección hacia Toledo donde podía venir los ataques de los cristianos.

Plano del castillo de Arroba con antemuro en la cara este según Jesús Víctor García

En 1105 los musulmanes derrotan a  una expedición castellana que volvía de Sevilla en los campos de Arroba y Alcoba después de una razzia, esta derrota nos indica que hay un destacamento de soldados en el castillo.

En el año 1139 el rey Alfonso VII  encarga la repoblación de la zona occidental de los Montes de Toledo a los Templarios que penetran por Malamoneda hasta el Guadiana.

Con el desastre cristiano de Alarcos en 1195, facilita las penetraciones musulmanas de los años 1196-97 causando la despoblación de las escasas alquerías monteñas cuyos habitantes huyeron a Toledo o se escondieron en lo mas profundo de sus montes.

Torre de Juan Perdiguero en la Hoz de la Celada en Arroba de los Montes mapa 1602 Toledo, Béjar y Calatrava (recorte Jesús Víctor García)

Desde 1204 se empiezan a tener noticias de la ocupación del castillo de Muro por los cristianos, la defensa de la comarca la completa Téllez con una construcción junto al rio Guadiana llamado Castillo de Muro ¿Castillo de la Celada en Arroba? Este castillo situado sobre el rio Guadiana servía para defender la entrada por el sur de los musulmanes durante los treinta años siguiente hasta que se llega a la ruina del lugar.

Torre de Juan Perdiguero en la hoz de Puebla de Don Rodrigo junto al vado de Arroba y el meandro del rio Guadiana  mapa 1602 Toledo, Béjar y Calatrava (recorte Jesús Víctor García)

Este castillo de Arroba dominaba la entrada sur sobre el rio Guadiana donde prevenía los ataques de los cristianos  desde el norte.

Con la donación de Alfonso VIII de las aldeas de dos Hermanas y Malamoneda a Alfonso Téllez de Meneses el 1 se septiembre de 1210 se quiere impulsar la repoblación ya que era muy difícil por no existir núcleos antiguos de población en que apoyarse ni vías de comunicación para acceder a este territorio. Por esto Don Alfonso Téllez de Meneses se apoya en despoblados, vías de comunicación y pasos que dominaran el rio Guadiana, para impedir las entrada de los ejércitos musulmanes por el sur.

Torre de Juan Perdiguero en la hoz de Puebla de Don Rodrigo, que junto a la de Arroba de los Montes y Villarta de los Montes señalan el amojonamiento entre la ciudad de Toledo y la orden de Calatrava (foto Jesús Víctor García)

En año 1220 el rey Fernando III da una carta de privilegio para que los habitantes de los montes y cazadores toledanos,  pudieran continuar con su actividad donde lo hacían ya en época de su abuelo Alfonso VIII y se reconocía los fueros y costumbres de los monteños, autorizándoles a perseguir bandoleros; por lo que tradicionalmente se ha venido considerando este documento como el fundacional de la Hermandad Vieja.

Carbonera situada a 400 metros del Castillo de Arroba de los Montes  foto Jesús Víctor García

En el año 1222. Fernando III concede al Arzobispo Don Rodrigo Giménez de Rada unas aldeas para seguridad de los habitantes de Toledo. En este documento no se habla del castillo de Muro, pero  se habla de "Campo de Arroba" cuyo fuerte o castillo estaba abandonado desde que los musulmanes abandonaron la comarca.

La transcripción de este documento de 1222 es:

           (Cristo, Alfa, Omega). Entre otras obras de piedad una se recomienda principalmente, que es la difusión del nombre de Cristo. Y puesto que por sus pecados tanta dureza oscureció a los corazones de los sarracenos que como serpiente venenosa cierra sus oídos a la voz del Evangelio, solo queda que se resista por la espada o se contenga por la fuerza el poder de sus armas.
            Dado que la población de Toledo, por nuestros pecados, está próxima a los campamentos y a los fuertes de los sarracenos, se reciben frecuentes asaltos en los que son hechos cautivos muchos cristianos y algunos son sacrificados por la espada. El paso de los sarracenos por el que la referida ciudad resulta especialmente atacada es el Puerto de Albober, por el que como por camino público no dejan de hostilizar a dicha ciudad.
            Y porque vos, Don Rodrigo, Arzobispo de Toledo, Primado de España, levantasteis la fortaleza que se llama del Milagro y allí pasasteis muchas tribulaciones y trabajos y aún peligro de muerte por la seguridad de dicha población e hicisteis cuantiosos gastos a expensas de esa Iglesia de Toledo, en servicio de mi ilustre abuelo el Rey Alfonso de grata memoria, de mi madre y mío propio.
            Porque el Señor por medio de vuestros vasallos cuya sangre fue allí vertida a mano de los sarracenos, libró milagrosamente a los que defendían  aquel fuerte, yo, Fernando, por la gracia de Dios, rey de Toledo y de Castilla, juntamente con mi esposa la Reina Doña Beatriz, y con mi hijo Alfonso, con el consentimiento y beneplácito de mi madre Doña Berenguela, doy y concedo a vuestro Señor, a su Iglesia de Santa María de Toledo y a Vos el dicho Don Rodrigo, Arzobispo de Toledo y Primado de España, así como a vuestros sucesores para que poseáis por siempre estos términos con todas sus entradas y salidas, con sus montes, prados, pastos, dehesas, ríos, molinos, montazgo, herbaje, portazgo y losas.
            Para que estos terrenos sean reconocidos, los manifestamos con sus propios nombres que son: por una parte según se anda desde la montaña de aquel puerto de Alhober hasta el puerto de Orgaz con todas las antiguas alquerías que se hallan desde aquel castillo hasta el camino antiguo que va desde Toledo a Calatrava por el puerto de Orgaz, con Yébenes, Navas de Bermudo, Garganta de Babulea y fuentes de Rabinat y según sigue el camino por la Garganta de Babulea y fuente de Rabinat hasta Corral Rubio.
            Por otra parte según se toma desde aquella montaña del predicho puerto de Alhober por el Avellanar y de Maques hasta Estena; y el propio Estena con todos sus términos según se avanza en línea recta hasta la fuente de Guadiana y todos los lugares que se contienen dentro de estos contornos, a saber: Domingo Alhaquín, Campo de Arroba, Alcoba, Robledo de Miguel Díaz, Sotillo de Guter Suárez, Navas de Sancho Jiménez y la propia hoz del Guadiana con su río y orillas hasta Avencia.

            Os doy esta fortaleza con todos los citados terrenos y alquerías de modo irrevocable para que las poseáis para siempre. Y si alguno con audaz temeridad intentase oponerse o atentase en algo contra esta carta, que caiga en la ira de Dios Omnipotente y sea como Judas, traidor del Señor, castigado con las penas eternas, pague al Rey diez mil áureos y os devuelva el doble daño que os haya hecho.

En 1243 Jiménez de Rada y Fernando III hicieron un trueque por el que monarca cedía Añover y Baza, ésta aún sin conquistar, obteniendo a cambio varios territorios en los Montes de Toledo según se especificaba en un documento fechado en Valladolid en 20 de abril de ese año: "Yo, don Fernando, por la gracia de Dios rey de Castilla... do a vos don Rodrigo por esa misma gracia arzobispo de Toledo, Primado de las Españas y a todos vuestros sucesores la villa y el río Cellero que dicen Añoel, con su castillo que es ribera del Tajo, con vasallos y todas sus heredades labradas, por labrar, pobladas y por poblar [...] e davos demás aquella villa que dicen Baza, que es ahora en poder de los moros y con todas sus aldeas y con todos sus términos poblados [...] Nos don Rodrigo Arzobispo de Toledo con nuestro cabildo otorgamos todo esto por nos y por nuestros sucesores que si por ventura Baza no podemos ganar que no vos demandemos ninguna cosa de cuanto por cambio vos damos [... ] Por todas estas cosas yo el rey recibo de vos en cambio todos aquellos castillos que don Alonso Téllez nos vendió. Es a saber Muro, Malamoneda, Dos Hermanas, Cedenilla con todas sus pertenencias y con todas sus derechuras que han y deben ser ejidos, con entradas, con montes, con dehesas, con molinos y con todos sus lugares poblados y por poblar [...] Por que las cosas que yo vos do son mucho mas mayores que las que de vos recibo, quiero que la mayoría vaya por mi alma e la de mis parientes en limosna..."

Deslinde de 1245 y 1269 entre la ciudad de Toledo y la Orden de Calatrava en la comarca sur de los Montes de Toledo según Jesús Víctor García

El 4 de enero de 1246 el rey santo vendió estos territorios a la ciudad de Toledo por 45.000 maravedís. Las poblaciones mencionadas en el documento de venta son Pulgar, Peña Aguilera, El Corral de Martín García, Dos Hermanas, Cedenilla, Malamoneda, Herrera, Peñaflor, Herrera, San Andrés, Santa María de la Nava, Marjaliza, Navarredonda, Milagro, La Torre de Foia Abrahem, Muro, Cijara, Peña y Alcocer. Con esta venta se desplaza al norte la linde de Toledo coincidiendo en la actualidad con la sierra de Arroba y su castillo.

Tras la compra de los Montes por el Ayuntamiento de Toledo, éste envió colonos para poblar sus nuevas propiedades. Esta labor le resultó más fácil que a sus anteriores propietarios pues el peligro musulmán ya había desaparecido pues en 1236 los castellanos habían entrado en Córdoba y en 1248 Fernando III conquistó Sevilla. 
Los castillos que se habían erigido en los Montes de Toledo para vigilar las incursiones de los musulmanes perdieron su razón de ser y acabaron siendo abandonados, uno de estos castillos abandonados fue el de Arroba y el de la Celada en Arroba de los Montes.

Posada de 8 colmenas de corcho situada a 400 metros del Castillo de Arroba que servía de sustento a sus habitantes foto Jesús Víctor García

En la repoblación de la comarca tuvieron un papel protagonista los cuadrilleros de la Hermandad Vieja de Toledo, constituida durante el reinado de Alfonso VIII por la libre voluntad de los colmeneros, cazadores, ballesteros y leñadores habitantes de las aldeas de los Montes que decidieron hermanarse para la defensa común contra los golfines o bandidos que se buscaban refugio en aquellos parajes casi despoblados y cubiertos de una espesa vegetación. 

Con la compra de la ciudad de Toledo y consolidado el territorio de sus montes surgió la necesidad de delimitar su territorio con la vecina orden de Calatrava  en 1269. Se rectificaba así el contenido del documento de 1189 , pues aunque los limites occidentales no variaban, cuando se llegaba al cauce del Guadiana no se ponían de acuerdo sobre los limites. 
Hay restos de estas torres de amojonamiento en Arroba de los Montes, en Puebla de Don Rodrigo y en Villarta de los Montes cuyo constructor fue Juan Perdiguero, existiendo en la actualidad los topónimos en Arroba y en Villarta.

El 1269 se produce un acuerdo entre la Orden de Calatrava y los de Toledo para que ninguno pueble los extremos, abandonándose el castillo de Arroba definitivamente. Sancho IV y Alfonso VIII, cuando fijaron los términos y linderos del territorio de la Orden de Calatrava, no incluyeron el Campo de Arroba y fue agregado a la ciudad de Toledo, Su castillo quedó bajo las órdenes del alcalde de Toledo, que se hacía llamar también Príncipe de la Milicia Toledana. Partiendo aquí lindes la orden de Calatrava y la ciudad de Toledo, y no claramente determinadas en las concesiones de los reyes, surgieron discordias y diferencias que fueron allanadas por una concordia o avenencia confirmada por Alfonso X el 24 de agosto de 1269:

Inscripción año 1269 y cruz de Calatrava en las paredes cercanas al Castillo de Arroba de los Montes foto Jesús Víctor García

El documento dice:

 "El mojón, que dice en el privilegio de la Orden de Calatrava que es el vado de la Figuera en la Estimiellas, caminaron lo arriba, que sea el mojón a la Foz del Guadiana arriba, que sea de la Orden, con su rio, e con sus cañares, e con todos sus derechos: e desde mojón abajo, que sea de Toledo, con su rio, y con sus cañares, e con las cuevas, e con todos sus derechos: e de este mojón de la Torre de Juan Perdiguero, que vaya por somo de la cumbre de la sierra derecho por somo de la sierra, e como vierten las aguas de la sierras faz el castillo de Arroba, con toda Arroba, e con su Castillo, a pleito, que el castillo nunca se pueble: e como va por somo las sierras, como vierten las aguas faz el castillo de Arroba, e que vaya por somo la cumbre de las sierras hasta la sierra, que es entre Puerto Rubio, e el Puerto Doiarra, que sea el mojón en somo la sierra en medio, entre amos los puertos; e de este mojón, que venga derecha a mojón cubierto a somo de la cabeza, que dice de las Aguzaderas: e de cabeza de las Aguzaderas,
que vaya línea derecha a mojón cubierto a la cabeza mas alta de las cabezuelas que...."

BIBLIOGRAFÍA

-Archivo Municipal de Villarta de los Montes.

-Archivo Municipal de Toledo

-Archivo Secreto de Toledo.

-Documentos Medievales de los Montes de Toledo, Asociación cultural Montes de Toledo,
Alfonso VIII dona las aldeas de Dos Hermanas y Malamoneda a Alfonso Téllez por los servicios prestados, Burgos, 1 de Septiembre de 1210.
Fernando III concede al Arzobispo Don Rodrigo Giménez de Rada unas aldeas para seguridad de los habitantes de Toledo, El Fresno, 25 de Enero de 1222. 

-Diccionario histórico geográfico, biográfico y bibliográfico de la provincia de Ciudad Real. Ciudad Real, (1.ª ed. Ciudad Real, 1890; 2.ª, ib. 1899; tercera y última revisada ib. 1914)

-Diccionario autoridades (G-M) de 1734.

-LEBLIC GARCIA, Ventura Historia y costumbres de Navahermosa y Hontanar, Diputación Provincial, Toledo, Pág. 6. -JIMÉNEZ DE GREGORIO, Fernando Diccionario de tos pueblos de la provincia de Toledo hasta finalizar  el siglo XVIII, I.P.I.E.T., Toledo, 1962, II, Pág.. 39.


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