GEOMORFOLOGIA Y RELIEVE DE ARROBA DE LOS MONTES

JESÚS VÍCTOR GARCÍA

MARIA DOLORES FERNÁNDEZ MARTÍN

Plioceno y Cuaternario:

En el Plioceno se cierra el estrecho, se instaura un clima continental,  comenzando a configurarse una red hidrográfica distinta a la actual por la disposición de los materiales aluviales que se observan fuera de las cuencas hidrográficas actuales. Se producen nuevos de magmatismo en la meseta, cuyo núcleo principal constituye el campo de Calatrava; ejemplo de ello en la zona próxima a Arroba, es los Baños de Villanarejo en Navalpino y Valdelapedriza en la finca de la Junta de Comunidades del Rosario en termino de Piedrabuena. 

Los reveníos o poyales son formaciones típicas de la Sierra del Hontanar que están en continua formación foto: Jesús Víctor García

A pies de los relieves montañosos se producen depósitos pocos potentes de aluviones y coluviones, semejantes a las llamadas popularmente "rañas", formación geológica muy característica de los relieves hercínicos. Están compuestos por cantos cuarciticos envueltos en una matriz arcillosa, normalmente enrojecida (rubefacción). Se formaron presuntamente en una época de lluvias torrenciales y ocasionales, que arrastraron estos materiales a gran distancia, desde las laderas hasta los llanos, se les atribuyen al periodo Pliocuaternario.

Las formaciones cuaternarias están integradas por depósitos pleistocenos de erosión de rañas, depósitos aluviales holocenos en terrazas fluviales, derrubios de ladera y piedemonte, pedrizas y depósitos de fondo de valle, formado por cantos silíceos, arenas, arcillas y limos de variada topología.

A partir de aquí comienza la sucesión de glaciaciones hasta nuestros días, con importantes repercusiones para la vegetación.

TECTONICA

Todos los materiales paleozoicos fueron plegados en una primera fase mediante fuerzas en dirección N 20º -30º, dando lugar a una sucesión de estrechos pliegues anticlinales y sinclinales en dirección 110º, entre fallas inversas y grandes fracturas directas longitudinales a la dirección de los pliegues.

Fallas y tectónica de la Sierra de Arroba

Posteriormente este plegamiento se complicó con otras fases sucesivas, al deformarse heterogéneamente por fuerzas E-O, compresivas de relieve anterior, mediante fracturas transversales. Así se desarrollaron otras estructuras de menor extension como domos y cubetas, mejor estructuradas en comarcas aledañas del Campo de Calatrava y Montes de Toledo. Las directrices de estos pliegues coinciden con los hercínicos, pudiéndose decir que es en esta orogenia, a mediados del Carbonífero, cuando se produjeron la mayoría de los fenómenos que han condicionado las estructuras visibles hoy día.

GEOMORFOLOGIA Y RELIEVE

El conjunto de procesos erosivos, activos durante cientos de miles de años, ha matizado el relieve de la vieja cordillera herciniana, al actuar de formar diferencial según la dureza de los materiales. De esta manera las cuarcitas y las areniscas han quedado en zonas elevadas y las pizarras y esquistos en areas deprimidas. Al erosionarse la sucesion de pliegues originales, se formaron morfoextructuras a gran escala llamado anticlinorios y sinclinorios, que multiplican la alternancia de sierras y depresiones, alargadas y paralelas, que caracterizan el denominado relieve Apalachense.

Los plegamientos están orientados en direccion, E-O y NO- SE, formando valles de típico peril fluvial de tal forma que supone una barrera a los vientos dominantes que provienen del Atlantico. La erosion de las cumbres y laderas, donde afloran las cuarcitas en disposicion vertical, hace que el relieve sea bastante abrupto para el desnivel y la antiguedad de los materiales.

Los tipos morfoestructurales básicos son: sierras, macizos anticlinorios, depresiones anticlinales y cuencas sinclinales. Sobre estos se han producidos el resto de fenómenos asociados al relieve apalechense como depósitos aluviales, a pie de monte, rañas, pedrizas, crestones y las abundantes gargantas y estrechos ligados a la actividad erosiva del Guadiana

Depósitos Aluviales del Guadiana y Callejones del Estrecho de las Hoces en Arroba de los Montes foto: Jesús Víctor García 

Las sierras son alineaciones elevadas que discurren en dirección NW-SE. Están labradas en los flancos cuarciticos enmarcando depresiones anticlinales o cuencas sinclinales, y están coronadas por cesterías cuarciticas que dan origen a cuerdas de gran belleza.  Las crestas son barras rocosas de cuarcita de aspecto ruiniforme, con múltiples fracturas y diaclasas, que dominan las cumbres de las sierras de Arroba de los Montes, interpretándose en geología como flancos de pliegues y cuyo origen es la erosión de los anticlinales. 

El desplome de los estratos de cuarcita abre callejones o canalizos que sirven de abrigo a la vegetación y, junto a los altos paredones, aparecen sillerías (zonas horizontales) que sirven de refugio a las reses. Otras formas de relieve de estos territorios son pequeñas excavaciones (covachas), resaltes (cejos), culminaciones (morras) y concavidades (Hoyas) que han quedado reflejada en la toponimia de la zona. La sierra se rebaja en los puertos como el del Puerto Peñas Pardas, y aparece deprimida en Hoyas como la de la Chorrera, Caballos, Acederas, Navalquejigo, Castillos, Pero, etc.

Los puertos como Peñas Pardas o Castellares, han sido y son los pasos naturales de transito a zonas abiertas. Las hoyas favorecen la persistencia de nieblas y suelen estar ocupadas por vegetación virgen. La importancia del roquedo se manifiesta en los múltiples peñones de la cumbre como la Peña la Bola en el Estrecho de la Murciana, y las casqueras, pedrizas o lanchares como el casquero de la Celada, la pedriza de la Olla de los Aguilares en la Vaña, que aparecen en las faldas de las sierras. Las pedrizas son depósitos de piedras de cuarcita procedente del desmantelamiento por gelifracción y termofraccion de los crestones cuarciticos.

Casquero o pedriza de la Celada foto: Jesús Víctor García

Las cuencas sinclinales son depresiones de relieve mas accidentado que las depresiones anticlinales, al aflorar roquedos de desigual dureza, y la acción de la red fluvial que forman elevaciones secundarias en su interior. Estas elevaciones de menor importancia se denominan lomas o cerros ( Loma Caballos)  y suelen carecer de sierros, pendientes y casquera. Igualmente en los fondos de valle y piedemonte se forman zonas llanas denominados rasos o mesas que se emplean para cultivar o establecer casillas o toriles (rasillo del Portijuelo)

La  red fluvial se encuentra encauzada en diversos tipos de encajonamientos. En las faldas rocosas de las sierras mayores aparecen las vertientes o gargantas, donde suelen producirse en su recorrido saltos de agua llamado chorreras (Arroyo de la Chorrera). Entre las lomas y cerros, las aguas provenientes de las sierras ,excavan cauces llamados barrancos (Barranco el Tejar).

Desfiladero del Estrecho de las Hoces en Arroba de los Montes foto: Jesús Víctor García

Los tramos de los ríos en que la erosión remontante ha hecho atravesar las sierras cuarciticas han labrado desfiladeros llamados hoces o hocecillas, destacando el estrecho de la Murciana con su grandeza, belleza y espectacularidad.