JESÚS VÍCTOR GARCÍA
En el informe realizado por el jurado Gaspar de Balmaseda y el regidor Alonso de Cisneros situado sobre 1565 donde los comisarios recorrieron nuestra comarca, junto con un representante de cada pueblo. En este informe se señala que existe cuatro tipos de montes:
-rañas
-monte pardo
-monte bravo
-monte hueco
El ayuntamiento de Toledo dictó unas ordenanzas en 1503, 1588 y 1681 donde los particulares podían hacer carbón solicitando un permiso y pagando por ello. Los Montes de Toledo fueron los proveedores principales de la ciudad de Toledo y en ocasiones también de Madrid que servían para calentar a los edificios religiosos, públicos y hogares en los meses invernales. También era usado por ciertas profesiones, herreros, plateros y panaderos, como combustible para su labor diaria.
“En la concordia firmada en 1588 entre la ciudad de Toledo y los catorce pueblos llamados de los Montes, concordia mil veces quebrantada y por cuya causa dichos pueblos se hallaban muy atrasados en los ramos de agricultura y ganadería, mucho antes de la destructora época de la presente guerra. En consecuencia con la Concordia de 1588 se dice referente al aprovechamiento del carbón y leñas;
- Capitulo primero, que los pueblos de los Montes pueden hacer pastar sus ganados mayores y menores, de día y de noche, libremente, sin pena alguna, en todos los quemados, guardándolos por un año.
- Capitulo tercero , daba licencia a los vecinos y Concejos para carbonear libremente en las tierras que rompiesen y desmontasen, para sembrar pan o plantar viñas.
- el quinto prohibía el uso del hacha para hacer leña, y permite solo el de los azadones.
- Capitulo primero, que los pueblos de los Montes pueden hacer pastar sus ganados mayores y menores, de día y de noche, libremente, sin pena alguna, en todos los quemados, guardándolos por un año.
- Capitulo tercero , daba licencia a los vecinos y Concejos para carbonear libremente en las tierras que rompiesen y desmontasen, para sembrar pan o plantar viñas.
- el quinto prohibía el uso del hacha para hacer leña, y permite solo el de los azadones.
Existían un fraude generalizado ya que se hacían hornos en lugares muy alejados e inhóspitos para no pagar las tasas al ayuntamiento y además para surtir a sus hogares y con el sobrante para sacar un dinero al comercializarlo.
Toledo para que no faltase el abasto de carbón á Toledo, impone una serie de normas muy duras para todos los habitantes de los Montes de Toledo. En la Memoria de 1820 sobre los Montes de Toledo el señala:
"Sobre el usufructo de las leñas.
Todo el mando creerá que las vecinos de Toledo, siendo dueños de 160 leguas cuadradas de montes , deberían disfrutar el carbón casi de balde entre otras muchas cosas. Al menos tales ventajas con muchas otras debieron siempre prometerse los poseedores de tamañas fincas , principalmente cuando una junta de regidores ha velado de continuo para sostener el abasto del carbón en la ciudad , aun contra las máximas de buen gobierno.
Esta junta ha trabajado mucho en todo tiempo , ú fin de que se vendiese en Toledo con preferencia el carbón de sus Montes; para lo cual tenia nombrado un administrador del abasto de carbón , y señaladas las tiendas para el despacho , que eran todas las del pueblo. De cuenta de la junta se hacían los carboneos, ó bien se verificaban por contratas , pagando la arroba puesta en Toledo desde 22 á 26 cuartos lo mas caro, y vendiéndolo el abasto á los vecinos á 32.
Las ganancias parece que se han destinado para los gastos del abasto y de la junta misma. Esta para asegurar al pueblo el proveerse del carbón de sus Montes, logró tener el ventajoso privilegio de impedir la concurrencia del carbón de otros montes, exigiendo por la introducción de la carga menor 28 cuartos, 40 por la mayor y 24 reales por el carro, al mismo tiempo que la Hacienda Pública cobraba solamente por la carga menor cuartos , 12 por la mayor y 6 reales por el carro. Ha acontecido en consecuencia, que por tener Toledo la satisfacción de quemar el carbón de sus propios Montes, ha tenido que pagarlo mas caro que si se hubiese provisto del procedente de otros , que acaso seria de mejor calidad."
Si vivir sólo de la agricultura nunca fue suficiente para la mayor parte de la población campesina del Setecientos, menos podría hacerlo con propiedades rústicas inferiores a las cinco fanegas, y además en unas tierras tan poco productivas en cultivos, siéndolo solo en producción de carbón. A este respecto escribe Mangas Navas que “…la mera extracción madero - leñosa como fuente energética para uso doméstico, propia del Medievo, se ve parcialmente rentable por otra : el carboneo”.
En la Ordenanza de 1620 existen restricciones para “que no se haga carbón de madroño dentro de los términos de las posadas de colmenas, ya que se considera malo y centelloso, y su utilización dentro de la ciudad, puede provocar incendios. Y porque arrancándose el madroño como se hace, pierde la raíz por ser esta muy somera, lo que hace que se inutilice la planta y las abejas quedan sin sustentos”.
También que “se guarde la Concordia que la ciudad de Toledo tiene con la Hermandad Vieja, en razón que no se pueda cortar, talar ni rozar dentro del contorno de las 60 sogas de cada posada de colmena”. Y que todo “el que hiciera carbón de monte quemado dentro de las setenta sogas pierda el carbón y 600 maravedíes por cada carga y la dicha pena se aplique a tercias partes entre el denunciante, juez y muros de la ciudad”.
Se regula la venta y las calidades sobre el carbón donde los vecinos de Toledo y su jurisdicción que quisieran vender carbón lo hagan “con cuanto lo traigan bueno y bien quemado. Vendiendo por carbón de encina lo que es de encina y de roble por sí. El que “de lo contrario hiciese pierda el carbón y pague 72 maravedíes la primera vez y por segunda y tercera se de la tercera parte a los so fieles, al peso y a los fieles ejecutores”
El carbón debe ser vendido al peso y en Toledo, en la Mesa del Carbón y en San Salvador donde están los pesos. Si se lleva a otra parte pierda el carbón y pague la primera vegada 72 maravedíes y por segunda y tercera de forma susodicha.
A mediado del siglo XVIII La actividad carbonera continúa siendo una de las bases de la economía comarcal.
En Alcoba se producían unas siete mil arrobas de carbón; valiendo 16 maravedís la unidad y en los demás de los pueblos de los Montes de Toledo se producían cantidades similares o mayores. Solo el pueblo de Arroba de los Montes la producción de carbón es escasa, en 1764 solo se obtiene 45 arrobas de carbón en la Celada y Aliseda, no como Fontanarejo o Navalpino que sacan 1600 y 2500 arrobas de carbón respectivamente. A.M.T. Montes de Toledo, Plantíos y talas. Sala IX.
En Alcoba se producían unas siete mil arrobas de carbón; valiendo 16 maravedís la unidad y en los demás de los pueblos de los Montes de Toledo se producían cantidades similares o mayores. Solo el pueblo de Arroba de los Montes la producción de carbón es escasa, en 1764 solo se obtiene 45 arrobas de carbón en la Celada y Aliseda, no como Fontanarejo o Navalpino que sacan 1600 y 2500 arrobas de carbón respectivamente. A.M.T. Montes de Toledo, Plantíos y talas. Sala IX.
Algunos arrobeños se aventuran a hacer carbón en otros pueblos ocasionando a veces incendios, como ocurre en Agosto de 1729 cuando "Clemente Pérez, vecino de Arroba, incendio en el sitio del Oreganal en el termino de Fontanarejo, extendiéndose por Herrumbroso hasta llegar a Piedrabuena quemándose unos ciento cincuenta arboles de alcornoques, jara y brezo, además de varias colmenas" Causas Criminales, 1702-1749. A.M.T.
A raíz de estos abusos, en 1774, se aumenta el control sobre la obtención del carbón en los montes y para cambiar el método de obtención ya que se talaban indiscriminadamente los arboles.
Se termina los permisos directos a los habitantes de los Montes de Toledo que utilizaban para su uso domestico y se asignan a un fabriquero que sacaría el carbón preciso para el consumo vecinal.
La explotación utilizada para hacer carbón no podía volver a serlo hasta que no hubiera pasado 14 años para que la naturaleza se regenerara.
Para evitar los incendios en verano de los montes y bosque se obliga a los vecinos a la poda, limpieza y desbroce de los campos de cultivo y olivares cada invierno entre el 15 de Diciembre y el 15 de Febrero que serviría para evitar incendios y además para obtener una leña extra a los vecinos de los montes de Toledo.
En el siglo XIX. el carbón de brezo que se consume en Toledo y Madrid, se obtiene sobre todo de los pueblos de Retuerta, San Pablo de los Montes, Horcajo de los Montes y Navahermosa.
Piconcillo de ramas de encina en Arroba de los Montes |
El autor ha localizado en el frondoso bosque por lo menos 3 carboneras, no descartando que existan mas. El desbroce y tala de las leñas sobre todo del genero "Quercus" ha facilitado la proliferación y el crecimiento de otras especies por lo que existe un bosque de brezos, madroños, fresnos, labiérnagos de dimensiones extraordinarios por lo que este paraje está incluido en la RED NATURA 2000 por albergar especies protegidas.
En la actualidad esta actividad queda relegada al aprovechamiento de las ramas de las encinas para fabrica una especie de carbón menudo llamado "piconcillo" que sirve para el calentamiento de los braseros de los hogares del pueblo
Existen topónimos en recuerdo de esta actividad en nuestro pueblo, como el paraje de las Carboneras o también para señalar una tipología en las cabras, como las denominadas "carboneras" que son las cabras que son blancas con manchas negras o grises.
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