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Arroba de los Montes, Ciudad Real, Spain
INVESTIGACION Y DIVULGACION DE ARROBA DE LOS MONTES

miércoles, 1 de julio de 2015

MAPA DEL ARROBA DE LOS MONTES Y CULTIVO EN 1827

JESÚS VÍCTOR GARCÍA
En las Memoria de los Montes de Toledo presentada en 1820 por Julian Antonio y Francisco Martinez Robles a las Cortes Españolas, reflejan la situación en que se encuentras los habitantes de estos pueblos donde estaba Arroba de los Montes.
"Tales son los baldíos llamado Montes de Toledo, perteneciente a la ciudad de este nombre; que en una extensión desmesurada tiene una escasisima y pobrisima población, y sirven casi solamente para abrigar fieras y facinerosos. Cubiertos por la mayor parte de espesisimas jaras y brezos, apenas pueden producir una yerba mezquina, cuyo aprovechamiento lo estorban la maleza y espesura misma de los bosques.
Los pocos colonos que los habitan, agoviados, menos por las grandes cargas que pagan a Toledo, que por la mala administración y por la arbitrariedad y despotismo de juzgado y guardas de estos Montes, gimen en la miseria y abandono, procurando únicamente sacar de la tierra lo preciso para sustentarse. El estado improductivo de estos terrenos y la infelicidad de sus habitantes reclaman la atención del Congreso y exigen casi imperiosamente su reducción a propiedad particular. Causa la mayor compasión observar, que siendo, este país uno de los mas favorecidos en buenos terrenos, es en realidad de los mas pobres y despoblados de la península.
Mapa del termino de Arroba de los Montes en 1827 (foto del autor)
Según en estas memoria Arroba "es el ultimo pueblo de los Montes por la mediodía, dista de Fontanarejo 2 leguas y 19 de Toledo, hallándose situado al so pie de unas sierira, y constando de 30 a 40 vecinos que tiene alguna labor. Su terreno acia la parte del sur es de todas sierras, no presentándose un llano siquiera de 500 varas; pero puede escogerse una buena porción para vides: acia el norte y camino de Fontanarejo es bueno y propósito de para granos y plantíos
"Llaman la Cuadrilla a los cuatros pueblos Arroba, Alcoba, Fontanarejo y Navalpino, por no haber en los cuatro mas que un cura, que pone en los otros tres un teniente en cada uno"
"Cada pueblo tiene su termino llamado Diezmeria por haberse formado principalmente para la percepción de los diezmos; en cuyo termino o diezmeria tiene cada uno acotada una porción de tierra en el sitio de la Dehesa Boyar, que la disfrutan por sì solo sus ganados....
Además a los pueblos del interior,....Arroba, Fontanarejo, Molinillo, Navasdestena y Ontanar, en cuyos termino están las tierras mejores, unicamente se les ha permitido labrar en los que llaman rozas, esto es, en porciones de terreno que se señala anualmente precediendo suplicas reconocimientos y despachos ante el juez del juzgado, ascendiendo cada año los derechos de todo estos a muy buenas sumas. El señalamiento lo hace uno de los cuatros guardas que hay de montes, verifican dolo siempre en los peores terrenos, bajo el pretesto de no tocar a los demás para que se crié buen monte. El terreno señalado lo reparten entre si los vecinos de cada pueblo; y como deban pasarse muchos años, ante que vuelva a rozarse la misma tierra, y no tenga por consiguiente interés alguno en desceparla y laborearla bien, el único cultivo que le dan consiste en rozar los arbustos y matas de primavera, reunir lo rozado en montones que pegan fuego a fin de Agosto, ocasionandose no pocas veces considerables daños, a causa de propagarse el fuego, con el mas mínimo descuido, leguas enteras.Estendiendo después la ceniza, sin mas preparación, esparcen la semilla a voleo, abandonando ya el sembrado hasta la época de segar, en la que recogen lo que pudo germinar buenamente, y no destruyeron los insectos y demás animales campesinos. Algunos para cubrir un poco la semilla suelen rastrear la superficie con rastro de mano, o bien introducen manadas de cabra que medio entierran, haciendolas pasar por cima apiñadas y de tropel"
"Estos miserables labradores nos recuerdan los primeros tiempos de la formacion de las sociedades, en cuya época no se servían los hombres de los animales para labrar la tierra, ni se había inventado aun el primero de los instrumentos campestres, el arado.....; pues a pesar de los progresos de las artes y ciencias, sus practicas rurales han permanecido siempre en su primitiva infancia¿y como había de suceder de otra manera? ¿Gastarian su dinero y tiempo en romper un mal terreno, que al año siguiente había de abandonar?....
"Cuando hallarno en el mayor abandono y miseria a los pueblos del interior, vemos los del esterior de los montes vivir con desahogo y ciertas comodidades y con mas población a pesar de ser su terreno inferior al de los otros. ¿Siendo las cargas iguales, pagando unos y otros igualmente a Toledo el dozabo de todos los frutos de la tierra, de los colmenares y ganados, cual podrá ser la causa de tan notable diferencia?. No es otra sin duda, que el haber conseguido los segundo romper el terreno que labran, usando de él como en propiedad mientras pagan el dozavo: estimulado así el interés individual ha sabido establecer en los terrenos mas ínfimos viñedos, olivares y aun preciosos jardines.."
"A esto han contestado siempre los interesados en el desorden, que ha sido preciso seguir este sistema;
1º.-por ser malo el terreno, y no servir para otra cosa mas que para monte.
2º.-por asegurarse así la subsistencia de los ganados.
3º.-para que no faltase el abasto de carbon a Toledo.
"...al no permitir limpiar el monte de las muchas e inútiles jaras y arbustos, se han ido apoderando del terreno de tal manera, que han remplazado  en la mayor parte a las encinas y demás arboles útiles; y con su espesura, no solo impiden criarse la yerba sino que estorban su aprovechamiento y despojan al ganado obejuno de gran parte de su esquilmo que es la lana"
"Para aumentar los pastaderos suelen los pastores con mucha frecuencia pegar fuego al monte, no pudiendose averiguar nunca el autor; cuyos fuegos, propagandose las mas vezes leguas enteras, reducen a cenizas infinidad de preciosos arboles, y no pocas veces abrasan los colmenares y hasta ganado y ganaderos.......a fin de evitar las denuncias,....se ven obligados los ganaderos a estar continuamente agasajando a los guardas... muy raro es el ganadero que no ha sufrido varias denuncias a no ser que sea rico del ganado y sepa manejarse y tener amigos"
Molino de San Marcos con su canal y ermita de San Marcos derruida (foto del autor)
En 1827 la ermita de San Marcos esta sin techo y abandonada, mientras que el molino de este lugar funciona.
En cuanto al cultivo se divide en tres hojas: la de Arriba, Enmedio y la de Abajo, donde una se sembraba, otra de barbecho y otra para el ganado. Alrededor del pueblo se localiza, al este y oeste, los pequeños huertos. Al sur de la población existen algunas viñas y al norte algunos cercados para guardar el ganado.
Cultivo de Arroba de los Montes en 1827 dividida en Hojas, huertas, viñas, cercados y dehesa(foto del autor)
La distribución de las tierras rusticas en los Montes fue muy desigual, mientras unos pocos obtuvieron fincas de grandes dimensiones, la mayoría de los campesinos de los Montes no consiguieron mas que pequeñas propiedades que no llegaban algunas veces tres fanegas de extensión.
Los grandes propietarios eran en su mayoría forasteros que procedían de Toledo y Madrid. Los vecinos de Arroba, la propiedad se basa en el minifundio por parte de casi todos sus vecinos.
Estos pequeños propietarios son incapaces de subsistir y tiene que compaginar con jornales para ganar un salario o a cambio de alimentos
Casco urbano de Arroba de los Montes y ermita de San Miguel en 1827 (foto del autor)
En 1827 por la R:O: de 27 de septiembre se extingue la Mancomunidad de Pastos de los Montes de Toledo "origen de la improduccion de dichos terrenos" ordenando "que a cada pueblo se le señale un termino de tierra correspondiente a su población, que esta proporción de tierra se reparta entre los vecinos para que la descuajen y cultiven". Se exceptuaban las dehesas boyares.
El criterio para esta distribución es que una parte pudiera dedicarse a arbolado, otra a pastos y otra a labranza. La ciudad de Toledo tuvo que ceder en enfiteusis 587.407 fanegas a los pueblos de los Montes. Después de las leyes amortizadoras a lo largo del siglo XIX acabaron con gran parte del patrimonio comunal.
La ciudad de Toledo iba a recibir a cambio un 2% anual del valor capital de dicho patrimonio rustico y se reservaba 79 dehesas para ser arrendadas por el municipio.


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