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Arroba de los Montes, Ciudad Real, Spain
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jueves, 7 de marzo de 2024

ARROBA DE LOS MONTES DEL SIGLO X al XII, DEL MUNDO MUSULMAN AL CRISTIANO

 JESUS VICTOR GARCIA

 LA CONQUISTA DE LA CIUDAD DE TOLEDO


La toma de la ciudad de Toledo por Alfonso VI en 1085, cierra una guerra de 7 años con un acuerdo de capitulación entre Al-Qádir, emir de la Taifa de Toledo y el rey castellano-leones. La toma de Toledo tuvo un enorme impacto en todo el mundo musulmán y llenó de angustia a los habitantes de al-Andalus.


Este acuerdo fue el resultado de la negociaciones de los musulmanes moderados y de los mozárabes de la ciudad con los cristianos. Unas de las capitulaciones añade para los habitantes musulmanes de la ciudad la libertad para salir y también con el derecho de volver para los que se retiren de la ciudad y sea restituido su propiedad original, respetando el culto musulmán en la Mezquita Mayor de Toledo " et otrosí la mezquita mayor que fuera siempre de los moros”.

Fresco de la iglesia de Arroba de los Montes que representa el relato del Arzobispo Jiménez de Rada, con Bernardo de Sedirac, el alfaquí Abu Walid, la reina Constanza y la futura reina de Castilla, Urraca, hija de Alfonso VI en la torre de la Catedral de Toledo. Foto: Jesús Víctor García


Este acuerdo no es respetado por el vencedor, en cuanto a la Gran Mezquita de Toledo en mayo de 1085, según el relato más generalmente aceptado del Arzobispo Jiménez de Rada, un siglo y medio despues. Este narra el encargo de Alfonso VI a la guardia de la ciudad, a la reina Constanza y al arzobispo Bernardo de Sedirac que respetaran el culto de la gran Mezquita de Toledo. La reina y el arzobispo, ambos de origen francés, entran por la fuerza en la Gran Mezquita, dedicándola al culto cristiano, transformándola en una catedral. Ante estos hechos, Alfonso VI se enoja, amenaza a la reina y al prelado, pero los hechos consumados y la suplica de los "árabes de Toledo" , transige quedando esta desde entonces para el culto cristiano. Todo este relato del Arzobispo Jiménez de Rada, esta representado en los frescos de la Iglesia de la Asunción de Arroba de los Montes.


La mayor parte de la población musulmana habían abandonado la ciudad pero ya el éxodo se inició unos años antes de la toma de la ciudad, donde el hambre era grande, y todos los que podían huir, emigraron. "la mayoría de los toledanos fueron masacrados y huyeron ,en particular como consecuencia de la guerra civil en Toledo”. Algunos de estos eruditos pudieron salir de la ciudad antes de su caída, para buscar una calma más propicia a su trabajo, tal, al parecer, como el Astrónomo Azarquiel, el médico y botánico Ibn al-Lnquh o Abu-I-Mutarrif Äbd al-Rahman, teórico de agricultura, medico y farmacólogo que según parece murió en Arroba de los Montes.


M.J. Viguera considera como una de las claves para explicar el destino de al-Andalus la diferencia de intereses entre élite y común del pueblo, haciendo que los poderosos y su corte emigren ante el avance cristiano, mientras que la masa de la población tiende a quedarse quieta mientras que los casos conocidos de emigración conciernen ciertamente sólo a una élite de estudiosos.

 


Calco de lapida funeraria musulmana de Arroba de los Montes, cita la muerte del historiador Abu-L-Mutarrif Abd-Rahman  

Según la traducción de la lapida funeraria indica la muerte de Abu-L-Mutarrif Abd al-Rahman el 4 de Agosto de 1082, Abu-L-Mutarrif `Abd al-Rhaman b. Muhammad b. `Abd al-Kafir b. Yahyá Ibn Wafid al-Lajmi. Es un teórico de la agricultura, medico y farmacólogo conocido por los latinos de la Edad Media como Abenguefit o Sa¨id. Aunque hay variantes sobre la fecha de su muerte algunos autores indican el 476/1074 pero la lapida señala viernes del 4 de Agosto de 1082, unos dos años y nueve meses antes de la toma de la ciudad de Toledo por Alfonso VI.



Trascripción: Felipe Ciudad-Río Pérez, arqueólogo

"En el nombre de Dios, el Clemente,

En el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso.

Este sepulcro es del historiador Zayd (¿?)

Ibn Mutarrif, que tenga misericordia de el

Dios, Murió en el diurno del Viernes (en la mañana),

en el mes de rabí primero (día 4)

que es del año

cinco y setenta

y cuatrocientos (475)


Trascripción: Felipe Ciudad-Río Pérez, arqueólogo


Según Ibn al-Kardabus, sus correligionarios abandonaron la comarca cuando Alfonso VI tomó posesión de la ciudad, y vagaron sin encontrar descanso hasta que les llegó la noticia del regreso de los almorávides. "A la entrada de los cristianos la mayoría de los habitantes  se retiraron a otras provincias ocupadas por sus hermanos en religión. Toledo, mientras tanto, quedó en manos de los infieles, quienes se la dejaron en posesión imperturbable o, como ningún intento se hizo o se manifestó deseo de arrebatarle, hasta que llegó la noticia de que los almorávides, tras derrotar a la tribu de Zenátab, habían conquistado toda África Occidental". Es probable que la ruptura del acuerdo concluido para la capitulación de los ciudad y con el saqueo de la gran mezquita, provocaría la salida de la mayor masa de musulmanes tolerantes aunque los castellanos no llevaron a cabo la expulsión de los musulmanes ni de los hombres de la comarca toledana.


Escena de Santiago apóstol contra los musulmanes en panel izquierdo de la iglesia parroquial de Arroba de los Montes foto: Jesús Víctor García

En el momento de su partida, los musulmanes toledanos practicaban una política de tierra arrasada, y dejando tras de si solo campos, plantaciones y viñedos destruidos. La salida de los musulmanes de las zonas ahora controladas por los cristianos están en consonancia con los versículos del Corán que establece la obligación de "emigrar" (hagara). Tras la toma de Toledo se inician incursiones cristianas hacia Andalucía, en el año 1105 se produce una derrota cristiana en los Campos de Arroba y de Alcoba de una expedición castellana que volvía de una incursión a Sevilla.

La reconquista agresiva llevada por Alfonso VII en la década de 1140 supuso la expulsión de los musulmanes de los territorios situados al sur del Tajo creando grandes espacios desiertos en los Montes de Toledo a mediados del siglo XII, comenzando una tímida afluencia de colonos del Norte junto a los mozárabes ya existentes en la zona.

El crecimiento demográfico de la década de 1150 se refleja por las múltiples cartas de concesión de tierras en la region toledana concedidas por Alfonso VII entre 1146 y su muerte en 1157, a personajes, muchos de designados por nombres de origen árabe, aunque las cartas estaba escritas en latín. La mayoría de la población de Toledo y su campiña en los siglos XII y XIII eran castellanos, leoneses y gallegos. Los navarros se hacen mas numerosos en tierras toledanas en la segunda mitad del siglos XIII.


Las incursiones musulmanas son al principio frecuentes, según los Anales Toledanos, no es un hipotético asedio táctico de Toledo en 1090, durante el tercer paso de Yúsuf b. Tasfin en la Península. La devastación de la comarca de los Montes de Toledo continua del 31 de Julio de 1109 al 19 de Julio de 1110, donde se informa la toma de Talavera y veintisiete castillos de los alrededores de Toledo, Madrid y Guadalajara, además del asedio de Toledo y la devastación de su campo.


El camino mas transitado de Toledo a Córdoba en época medieval y moderna en los siglos VIII-XVII es probablemente obra del periodo islámico, mientras que no se tiene evidencia del periodo romano de una ruta Corbuba con Toletum. El inventario de fuentes antiguos para el estudio de las calzadas romanas, dada por J.M. Roldan Hervás (Itineraria Hispana) va en la misma dirección porque el eje principal de las acciones dentro del al-Andalus era Córdoba-Toledo y porque el cruce de Sierra Morena es mas al Oeste "Camino de Aníbal". Mientras que las dos calzadas romanas de Toledo a Córdoba, por Torre de Abraham y por Calatrava, por Corchado, son hipotéticas, reconstituidos a partir de cañadas y caminos antiguos mezclados por tramos de distintas épocas. El camino que une Toledo con Calatrava aparece cuando la zona de los Montes de Toledo pasó definitivamente a poder de los cristianos, siendo calificado por los musulmanes como "camino antiguo".


Sección de la Torre de Abraham, enclave primordial en el camino de Córdoba a Toledo Edición de la imagen: Agustín J. Martin Sánchez. Arqueodigital  

Las grandes expediciones almorávides desde Andalucía se adueñan de localidades fortificadas, y a veces ciudades, siendo la regla de que los hombres fueran pasados a espada y las mujeres tomadas cautivas. Los almorávides no parecen haber querido conservar ninguna de las posiciones ocupadas por ellos durante un tiempo al norte del río Tajo y así parecen haber concebido el curso medio del Tajo, a ambos lados de Toledo, como una verdadera frontera donde la comarca de los Montes de Toledo estaba bajo su control. La instalación de tropas islámicas a un solo día de la ciudad no permite una verdadera colonización rural antes de esta última fecha, no evitando que los jinetes cristianos, constituido en "rincones", pudieran penetrar en la tierra del Islam.

El castillo de Arroba o fuerte "arrúbb" de origen musulmán se construye en torno al siglo IX-X y es abandonado a finales del siglo XII, dominaba todo el "campo de Arroba". Es una construcción de planta rectangular con tres torreones, sus muros están construidas de piedras cuarciticas trabadas en barro son de tres metros de altura. Las paredes norte y sur tienen una longitud de 25 metros de longitud y 3 metros de grosor. Las paredes este y oeste miden 30 metros y tiene un perímetro de 115 metros y un área de 800 metros cuadrados, su entrada principal esta situada en el sureste del recinto fortificado.

Plano del Castillo de Arroba de los Montes y según mapa de 1602 Plano realizado por Jesús Víctor García 

Al amparo del Castillo de Arroba se situaba una qarya o aldea musulmanas que fue abandonada junto el castillo a mediados del siglo XI, quedando aun restos de sus paredes y varias albercas para regar las huertas. La conjunción del hundimiento del poder almorávide en el Al-Andalus, la pujanza de los cristianos en el sur de la Península, la llegada de los mozárabes y de los judíos que permanecían hasta entonces en las tierras del Islam ante la llegada de los almohades, permitió, desde mediados de la década de 1140, acometer realmente la colonización rural en la región toledana con pequeños núcleos de población sobre aldeas abandonadas.

Alberca de un molino de sangre de la antigua qarya o aldea musulmana de Arroba foto: Jesús Víctor García

Pero este inicio de repoblación cristiana de la cuenca alta del Guadiana, es desafiado por el avance de los almohades, sin ser aun abandonada, es barrida en 1195 con la toma de Alarcos, cuando el campo toledano fue durante dos años sucesivos pisoteados por un gran ejercito. No solo fueron simples incursiones, como en la década de 1170, sino que retomaron las rutas y los objetivos de los almorávides a principio de siglo. La expedición de 592H/1196 que parte de Sevilla, asedia Toledo, cortando las vides y arboles, entre una semana y diez días, luego regreso a través de Dar al-Gara (¿Castillejo, Fontanarejo?) y a vuelta de Piedrabuena(Bitrabina).


El Morro del Castillejo (¿Dar al-Gara?) visto desde Arroba de los Montes foto: Jesús Víctor García

Nuevamente comienza las incursiones musulmanas en 1213-1214, tras la victoria cristiana de las Navas de Tolosa (1212), infiltrándose hasta el Tajo. Una incursión liderada por "el hijo del rey de Córdoba" supera el Tajo y vuelve cargado de cautivos y ganado, siendo alcanzado por los toledanos cerca del lugar de la Torre de Abraham, el 17 de septiembre de 1213. Los musulmanes vencidos, pierden su botín, pero matan a sus cautivos e incendian el monte.


"Vino fillo del Rey de Córdoba con Algaraves e con Algoces e con Andaluces e muchos peones adaragados e pasaron Tajo e corrieron e prisieron muchos cativos e cativas e mucho ganado. E exio el apellido de Toledo, peones e caballeros e ballesteros e alcanzaronlos en Fagabraen e lidiaron con ellos e arrancaron a los Moros e sagudieron la ganancia. Mas los moros mataron a los cativos e dieron fuego a la Xara e quemaron muchos moros e aduxieron a Toledo muchas lorigas e muchos caballos e muchas cabezas, días de Mercores en XVIII días de septiembre, era MCCLI"

Torre de Abraham, lugar de la batalla entre musulmanes y cristianos en 1213 Edición de la imagen: Agustín J. Martin Sánchez. Arqueodigital 

La repoblación del sur de los Montes de Toledo habrá de emprenderse de nuevo en la primera mitad del siglo XIII sobre las bases establecidas en la ultima parte del reinado de Alfonso VII, cuya nueva nueva colonización se desarrollará durante varios siglos en la vida rural de la region. Estas bases en la repoblación esta subordinada a una tarea estratégica fundamental de asegurar el mantenimiento de los propietarios urbanos, que velaran en la defensa de la ciudad y con la protección ante las expediciones islámicas del territorio.



LA REPOBLACION DE LA COMARCA DE LOS MONTES DE TOLEDO


Los montes de Toledo ha sido y es un enclave con muy poca población, en gran medida despoblada antes de la conquista cristiana a mitad del siglo XIII. Esta despoblación se debe a las condiciones geográficas muy difíciles y a la situación de frontera desde la reconquista de Toledo.


Tras la conquista de Toledo, se pasa del sistema de presura al de repartimiento, las administraciones reales de Castilla y Aragón participan en adelante en el proceso de colonización o repoblación acometidas a partir del siglo XII sobre la base de establecimientos de latifundios. Alfonso VII y sus sucesores otorgan importantes concesiones a los notables toledanos de terrenos sin un propósito claro de repoblación. En ocasiones, el soberano otorga la concesión de una villa o aldea entera a una sola persona o dos personas simultáneamente, generalmente soldados, cuyos servicios deben ser recompensados. Mas raros son los casos en que las concesiones reales de mediados del siglo XII estuvieran destinadas al establecimiento de pequeños propietarios rurales y residentes.


Las donaciones reales del campo toledano, atestiguan que los pobladores o supuestamente tales no están destinados a ser pequeños propietarios agrícolas, sino que son habitantes de la ciudad que viven en parte de las rentas que obtendrán de sus terrenos, al mismo tiempo de las rentas de sus edificios urbanos, y por supuesto, de las ganancias de la guerra contra los musulmanes. Los habitantes de las ciudades son los beneficiarios directos de las concesiones reales, acumulan las tierras que han sido concedidas como pobladores por los establecimientos eclesiásticos que los habían recibidos en primer lugar.


Así pues son los hombres establecidos en la ciudad, y ante todo los notables, los jefes militares, los grupos mozárabes y de los inmigrantes del norte, castellanos o franceses, los que reciben las donaciones de las tierras y no los colonos campesinos, esto se explica por la coyuntura militar de la segunda mitad del siglo XI.


Se intenta mantener o reconstituir la repoblación de la comarca de los Montes de Toledo con la estructura de un pueblo sobre las casas y fincas de la época musulmana que constituían las aldeas o qaryals. Estas instalaciones están dispersas en el terreno, labranza y viñas, reunidas en pequeños grupos de casas o caseríos donde los contratos de concesión de un terreno situado en una qarya prevé la posibilidad de hacer una construcción en este terreno. Las construcciones rurales no se corresponden con la cabañas o chozas, sino a corrales o recintos de piedras que constituyen una pequeña aglomeración y cuyo camino se comunica con la ciudad, siendo este camino la calle principal de la futura población, de hecho los habitantes vivían mas en chozas que en casas de teja.


La unidad de explotación y asentamiento rural esta formada en los documentos árabes por la qarya que según las traducciones castellanas se corresponde con la "aldea o villa". En realidad la qarya toledana del siglo XIII no puede ser considerada como un dominio o villa, aunque generalmente era compartida entre varios propietarios de la ciudad, no es un grupo de viviendas los suficientemente grande como para tener vida propia.


Empiezan a existir una comunidad aldeana provistos de bienes comunales y por tanto de "habitantes" en sentido pleno, a veces se usa la expresión "abl al-qarya" o "gente de la qarya" sugiriendo una propiedad colectiva. La identificación de un habitante como "residente en" o "de tal lugar" seguida de un topónimo, prueba que el hombre designado era un vecino. Se demuestra que el lugar estaba efectivamente poblado pero no jurídicamente porque sus vecinos no tenían títulos de derechos reales sobre los terrenos o las edificaciones del sitio.


Así en 1201, un tal Geraldo, poseía una viña en Daralviejo (El Castillejo en Fontanarejo) o "Dar al-Balyuh", donde se menciona junto a él, a don Álvaro "min al-Ruba'ivva" del "lugar de Arroba" dueño también de tierras de Daralviejo. Nos habla por primera vez de un poblado en Arroba de los Montes donde los habitantes viven pero no tienen la categoría de habitantes por no tener títulos de derechos reales sobre los terrenos o construcciones.


Las incursiones musulmanas y la climatología no favorecían el establecimiento estable en el sur de los Montes de Toledo, los Anales Toledanos describen los vaivenes climáticos en los años 1213-1214 que provocaron la huida, el despoblamiento de las aldeas de la ciudad y donde se armaron las aldeas, llamadas milicia toledana.

"En este anno fizo helada en October, e en November, de Diciembre, e enero, e Febrero, e non llovió en Marcio, ni en Abril, ni en Mayo, ni en Junio, e nunca tan mal anno fue, e non cogiemos pan ninguno, e fugieron los quintieros e armaron las aldeas de Toledo, Era MCCLI"


La qarya o aldea abarca un área bastante pequeña de extensión comunal, alrededor de 1000 hectáreas donde el sistema mejor de secano es la rotación bianual o un año sembrado y otro de barbecho. Años despues, importado por los colonos franceses, se transformaran en un sistema de cultivo de tres hojas.

El trabajo de una "yunta de bueyes" es la unidad utilizada para evaluar un área de terreno distribuidas en varios sectores de la qarya, los pequeños propietarios rurales eran dueños de unas 25 hectáreas de terreno correspondiente a la superficie útil de una yunta de bueyes. Mientras que las huebras es la cantidad de tierra que puede arar una yunta o pareja de animales de labor en un día. En la comarca de los Montes de Toledo abundan los topónimos de "Sierra de los Bueyes" indicándonos la labor que hacían estos animales

Labrador arando con vacas en Arroba de los Montes Archivo fotohistoria de Arroba

Por consiguiente, la numerosas cantidad de qaryals o aldeas al suroeste de los Montes de Toledo no indica una numerosa población durante los siglos XII-XIII y la mitad del siglo XIV. Solo hay una ocupación del terreno que se intento potenciar en el siglo XII tras el abandono de la población musulmana, de ahí la referencia que se hace en los fueros del emperador Alfonso VII.

Toledo crea un sistemas de ventas en sus Montes para comunicar las numerosas aldeas "nos paresce que cumple a nuestro servicio que las dichas ventas que se den a algunas personas para que las tengan bien adobadas e reparadas" y cuando no fuera posible encontrar a alguien que las cuide con la condición de mantenerlas en buen estado, será el municipio el que se encargue de reparar la casa o posada a sus cargo "et ella así y reparada que la tenga poblada e league las rentas de el arrendador o arrendadores que fueren de las rentas de los Montes e Extremos de Toledo " (AMT, Ord. 1400. A, P 153r)

La distribución de la propiedad de las aldeas o qaryals se realiza en fincas dentro del grupo familiar al entrar en el patrimonio de los participes en el reparto. En las aldeas no hay siervos sino campesinos poseedores de tierras que pueden heredad o enajenar, pero no son sus dueños en sentido pleno, porque su derecho de propiedad esta limitado por el pago de tributos y rentas "regalías" y con la obligación indispensable de residencia, que les impide disponer de sus bienes con total libertad, quedando "adscritos a la tierra". Aunque los poseedores concedan a los campesinos derechos reales sobre las tierras de cultivo o sobre los solares donde se construyan las viviendas, no les otorgan la autonomía a la comunidad aldeana ya que las autoridades de la qarya o aldea, alcalde y de alguacil, queda a la designación de los propietarios.

La aldea surge como sede de una comunidad que forman un Concilium, resuelve lo dispuesto por la ley y los problemas que surgen a nivel local como asignar al nuevo poblador, un lugar para construir una casa. Nada de esto se refleja en la documentación toledana, pero no se puede decir que las comunidades de las aldeas no existieran en la comarca toledana en el siglo XIII. "El común" no tiene archivos, ni la costumbre ya que el señor rural y el poder real no lo documenta pero sigue siendo inconcebible cuestionar su realidad no teniendo en cuenta su existencia.

Arroba de los Montes a finales del siglo XII con sus cercados que configuraran el futuro casco urbano según Jesús Víctor García
El sistema comunal era el centro de la organización social y productiva en los Montes de Toledo, característico en las zonas montañosas donde las actividades principales era la ganadería y el aprovechamiento de los recursos forestales .Las asambleas comunales de vecinos se reunían al aire libre ya que difícilmente se encuentra una casa común destinada a la celebración de reuniones del consejo hasta la segunda mitad del siglo XIV. La primera mención de una asamblea en una aldea se desarrolla el 10 de Febrero de 1360 en la aldea de Caudilla, donde seis habitantes se reunieron a campana tañida en el cementerio de la iglesia, según su uso y en nombre del ayuntamiento, se vende a un vecino del pueblo una casa situada en el pueblo perteneciente al común.

La presencia de paso de ganado trashumante en la zona de los Montes de Toledo se atestigua a partir de 1255, ordenando Alfonso X a los habitantes de la comarca de los Montes recoger solo dos montazgos, uno en el Milagro y otro en el Cijara. La presencia de ganado trashumante en 1370 en el área del Milagro, tenían una clausula que prohibía al labrador cobrar una asadura sobre el ganado de los habitantes de la ciudad, de sus vasallos, pastores y porquerizo con la consecuencia del paso de las ovejas libremente "quel arrendador nin otro por el non tome asadura de los ganados de los vesinos de Toledo nin de sus vasallos nin de sus pastores nin de sus porquerisos".

A mediados del siglo XIII se encuentra algunos privilegios que autoriza a los concejos aldeanos a elegir sus oficiales de justicia o aportellados o "aportellados" en los pueblos limítrofes comprados en 1246 por Toledo, como los Yébenes, Puebla de Alcocer y posiblemente, Arroba, donde algunos de los habitantes de Arroba tienen la consideración de jinetes formando parte de la Milicia Toledana.. "La posada del Portezuelo, que de los caballeros de Arrova... " AMT, Ord. 1400 A leg. 127 r. Siendo la concesión mas amplia a unos concejos lugareños, en cuanto a sus funciones. "otorgamos que vos el concejo del dicho lugar que escojas e hagades dos alcaldes e un alguazil cada año de los mejores hombres dende que lo sean por nos, e si por un año...".

Topónimos relacionados con el Castillo de Muro o Moro (hisn Mirus) y el Castillo de la Celada (al-Qasimsegún Jesús Víctor García 

Los conquistadores castellanos se establecieron en núcleos de asentamientos sobre los castillos heredados de la época islámica, desapareciendo rápidamente ante el avance cristiano hacia el sur. El castillo de Muro (Moro) o "hisn Mirus" situado cerca del Vado de Arroba sobre el rio Guadiana y al lado de un paso natural de la parte sur de la comarca de los Montes de Toledo, ocupada por la actual vía pecuaria de la "Vereda de Fontanarejo".
Vado de la Barca con su pasaderas de piedras "Poldras" lugar del cruce del camino musulmán de Córdoba a Toledo foto: Jesús Víctor García

El castillo de Muro o Moro, citado en el siglo XI por al-Bkri, entre las dependencia de Mérida en la forma "hisn Mirus", mientras en el siglo XII-XIII registra "Miilus" como nombre de un "hisn", en el distrito de "al-Qasim" (La Celada), dependiente de Toledo, este se sitúa en el Castillo de la Celada en Arroba de lo Montes.

Pared norte de piedra del Castillo de Muro (hisn Mirus) foto Jesús Víctor García

Es castillo de Muro o Moro (según el Bullarium de Calatrava, pp 130-134), en declive , depende en el siglo XII-XIII del distrito de la Celada "al-Qasim" dependiente del Toledo. Este castillo de la Celada esta situado en la Sierra de Arroba, dominando el Estrecho de las Hoces del Rio Guadiana.

Pared norte del Castillo de la Celada "al Qasim" de Arroba de los Montes foto: Jesús Víctor García

En el mapa de 1602 delimitando Toledo, Béjar y Calatrava aparecen el castillo de la Celada junto con el mojón de Torre de Juan Perdiguero de 1269, dando nombre a este el topónimo de "Morro del Perdiguero", mientras que ha sus faldas a quedado el topónimo de "Umbría de la Celada".

Castillo de la Celada "al Qasim"  y Torre de Juan Perdiguero en la Hoz del Guadiana en Arroba de los Montes Deslinde de Toledo, Béjar y Calatrava 1602, recorte y subtítulos: Jesús Víctor García.

Perdiguero va asociado a "Juan Perdiguero" que posiblemente seria el constructor de los numerosos mojones del deslinde de 1269 entre Toledo y Calatrava, reflejándose en numerosos topónimos en la comarca, situado en Arroba de los Montes (Morro Juan Perdiguero), Puebla de Don Rodrigo (Torre de Juan Perdiguero) y Villarta de los Montes (Arroyo Perdiguero).

Torre de Juan Perdiguero al lado del Castillo de Muro, otra torre esta en el Castillo de la Celada, el topónimo esta indicado en el Mapa del deslinde de Toledo, Béjar y Calatrava en 1602.


Arroba es sin duda alguna la población mas antigua del sector sur de los Montes de Toledo donde hay una persistencia desde la época antes de la reconquista, conociéndose en la época musulmana como "Ar-roub". Es un vocablo del hispanoárabe "arrúbb", este termino, a su vez procede del árabe clásico "rubb", de ahí que los musulmanes llamara al fuerte "Arrob" por su rica y abundante miel. Muchos autores confunden con el vocablo "arrúb الرُّبع ", este termino procede del árabe clásico "rub رُبع ", significando "cuarta parte" cuyo nombre paso a la unidad de peso castellana "arroba". Cabe destacar que queda aun nombres relacionados con este termino como Las Arripas, Sierra de las Mieleras, etc.


Con la denominación de "Campo de Arroba" se incluyo en 1214 en la delimitacion del territorio atribuida al castillo del Milagro. Así en 1201, un tal Geraldo, poseía una viña en Daralviejo (El Castillejo en Fontanarejo) o "Dar al-Balyuh", donde se menciona junto a él a don Álvaro "min al-Ruba'ivva" del "lugar de Arroba" dueño también de tierras de Daralviejo. Nos habla por primera vez de un lugar habitado en la actual Arroba de los Montes donde los moradores viven pero no tienen la categoría de habitantes por no tener títulos de derechos reales sobre los terrenos o construcciones.

Extensión del "Campo de Arroba" según la delimitacion del territorio atribuido al Castillo del Milagro en 1214 mapa de Jesús Víctor García

La vida en el pueblo no puede concebirse sin animales como los asnos, mulas y vacas, que proporciona la fuerza motriz para los trabajos agrícolas de sus cultivos donde se ubica su dehesa boyal reservada para los bueyes. Un testigo citado por Toledo en 1400 aproximadamente, vecino de Arroba de los Montes vio, antes de 1445 a los rebaños de los habitantes de la ciudad recorrer el territorio "andar en los dichos términos", este mismo guiaba cerdos durante el periodo de engorde en tierras de Villarta de los Montes, no pagando tasa ninguna. Según la antigua tarifa de peaje del Milagro establece el gravamen de un animal por cada piara de cerdo que entre a pastar en el territorio a comer bellotas de encina "de los puercos que entreren a monter, de cada manada un puerco, derechos de los cuales son exentos, como todos los demás, a los habitantes de la ciudad y a su vasallos".

La agricultura era una actividad poco importante con un aprovechamiento extensivo mediante "roza y quema" ante lo agreste del terreno y la baja densidad de población. Este sistema de rozas "romper el monte" perduró hasta finales de la Edad Media, en ocasiones hasta el siglo XIX en Arroba en las abundantes pedrizas. En primer lugar se iniciaba la corta de la vegetación del monte para posteriormente pegarlo fuego y enterrar las semillas con las pezuñas de las cabras y ovejas haciendo cercados de montes a su alrededor (bariles).

Las bellotas son utilizadas para la nutrición humana en nuestro pueblo debido a la presencia de pequeños molinos y molederas existentes en nuestro termino. Se menciona en los textos árabes en la region del al-Andalus no lejos de los Montes de Toledo y actualmente se practica en el Magreb. Ibn al-Awwam detalla las operaciones que se llevaran a cabo para utilizar la bellota en la alimentación humana, en particular para hacer pan.


Molino y moledera para hacer harina de bellota en Arroba de los Montes foto: Jesús Víctor García

Junto con otras diversas formas de cría, la de las abejas para la producción de miel es probablemente la principal riqueza de los Montes de Toledo, esta fue objeto de un interés constante por los propietarios urbanos de la ciudad de Toledo. Los propietarios urbanos de colmenas se agrupan para fundar una asociación el 13 de agosto de 1302 para proteger sus intereses, siendo los mancebos, que residían en el sitio, los responsables del cuidado de las colmenas "os los vecinos de Toledo, los vecinos de Talavera e los vecinos de Villa Real que algo habemos en los montes... cuando las tierras de Toledo y Talavera pasan a la tierra de colmenas, la Villa Real que cuantos mancebos hay en los puestos que van con ellos".

Losados de "corchos" de abejas en Arroba de los Montes foto: Jesús Víctor García
Los principales propietarios de colmenas son urbanos de la ciudad de Toledo, son mas numerosos que los de las aldeas, aunque estaban a sus disposición los recursos de los montes. Estos colmenares en Arroba existieron antes del año 1400, "la posada de Espinoso, que es los de Martin Domingo de Arrova". (AMT, Ord. 1400 legajo 128). La corteza de alcornoque se utiliza para la fabricación de colmenas, de manera que el termino corcho, es sinónimo de colmenas con abejas. En el siglo XII, el sevillano Ibn al-Awwam, en su tratado de agricultura, escribe que algunos lo fabrican con la corteza el alcornoque, llamadas "anáb".


DELIMITACIONES EN EL SIGLO XII DE LA ZONA SUROCCIDENTAL DE LOS MONTES DE TOLEDO

La primera delimitacion de este sector en 1189 por Alfonso VIII, es bastante vaga, cuyo objetivo en este documento no era definir territorios sino ámbitos de influencia para futuras adquisiciones territoriales que con el acuerdo de 1269 se delimitan espacios de usos y aprovechamientos por parte de las poblaciones.

Deslinde de 1246, zona sur de la venta de Fernando III a la ciudad de Toledo según Jesús Víctor García

El 5 de febrero de 1209, Alfonso VIII entrega a Alfonso Téllez un territorio abierto al sur de los Montes de Toledo, sin precisar sus limites, solo al este hacia Toledo y al oeste, hacia Talavera. Este territorio permitía su expansión a expensa de los musulmanes " usque ad paganos quantus potueritis adquiriere". La marcha de Alfonso Tellez hacia el Guadiana por los montes supone una usurpación del territorio atribuido al arzobispo por la cedula de 1214, obteniendo de Alfonso Tellez la cesión de toda la parte sur de sus posesiones, dando al arzobispo Jiménez de Rada los castillos que pobló la frontera sarracena.
"...et omnia loca que infra hos limites continentur, scilicet, serra Dominci Alhaquim, et campi de Arrova et de Alcoba, et robredum de Migael Diaz, et sotellum de Guter Suarez, et navas de Sancho Semeno..."

Limite de 1264 en el pacto de Toledo y Córdoba, coincidiendo con la actual "vereda de Fontanarejo" se detalla Pelay Ibáñez, Despiernascaballos y Los Frailes. Mapa editado por Jesús Víctor García.
En Julio de 1264, el rey sanciona el pacto entre Toledo y la Orden de Alcántara, se reserva el derecho de Córdoba, de hecho, esta ciudad, sobre la zona dan lugar a un acuerdo con Toledo, aprobado por el soberano en 1264.
Las dos villas trazaron una linea partiendo de la Cabeza de Amasatrigo, el actual cerro de Masatrigo, pasa por la sierra de Mojarraf, alcanza el rio Siruela al que sube Agudo, y finaliza en el puerto de Despiernascaballos y las Navas de Pelay Ibáñez, situado al pie de este collado y a las orillas del Guadiana, en este ultimo lugar debe establecerse un centro de población común y sirviera de mojón entre ambas ciudades. "et de Agudo al puerto de Despiernacaballos, et a las Navas de Pelay Ibáñez, que es al pie de este puerto, et tovieron por bien de facer una puebla en este logar, que la ovieren comunalmente amos los concejos, et que fuese mojón entre ellos, et dixeron nos, que esto era en ribera del Guadiana, et del Guadiana arriba tovieron por bien que fuesen los mojones por aquellos logares que dicen los privillegios de un concejo et del otro, fasta el termino de los Freyles, ..."

Esta puebla desaparece unos años despues con el amojonamiento del año 1269, mientras que el núcleo poblacional de Arroba de los Montes se revitaliza a partir de esta fecha por el repliegue mas al sur del limite entre la ciudad de Toledo y la Orden de Calatrava.

Plano del Castillo de Muro o (¿Moro ?)(hisn Mirus) realizado por Jesús Víctor García

En la actualidad la linea coincide con la actual vía pecuaria llamada "Vereda de Fontanarejo" donde el puerto de Despiernascaballos corresponde al Puerto del Rocín o Malpasillo, la Navas de Pelay Ibáñez corresponden al Raso de Valdeibañez, y los Frailes a la actual Sierra de los Frailes con un barranco denominado del Muro, señalando la proximidad del Castillo de Muro en este camino.

Desde las Navas de Pelay Ibáñez el limite debe unirse al territorio de Calatrava en conformidad con los privilegios que poseían las dos ciudades. No se conoce copia original o medieval del documento, las versiones publicadas son de M. González Jiménariz, diplomático andaluz de Alfonso X, MHE 1,p. 212-213).

Jesús Víctor García en la antigua puebla de Navas de Pelay Ibáñez, indivisa entre Toledo y Córdoba en 1264 
El Puerto de Despiernascaballos se menciona en la primera mitad del siglo XIV, nos permite situarlo sobre el Guadiana, entre Arroba de los Montes y Puebla de Don Rodrigo, entre el Puerto del Rocín y Malpasillo. En el libro de Montería, libro III, cap., pág., 230 indica" la Sierra de Chueca y la Cabeza de la Fuente de la Figuera es todo un monte (...) Y su cansancio vocerias (...) et la otra por allende del rio de Guadiana (...) Et son las armadas (...) et la otra en el encinarejo de Despierna Caballos.
Malpasillo o "Despiernascaballos" subiendo al puerto del Rocín en la Vereda de Fontanarejo foto: Jesús Víctor García

Habría que preguntarse que títulos podía contar Córdoba para expandirse tanto hacia el norte, ya que el acuerdo de 1264, se refiere a los privilegios de ambas partes al respecto :" et de Guadiana arriba tovieron por bien que fueran los mojones por aquellos logares que dicen los privilegios del un concejo et del otro, fasta el termino de los Freyles". Córdoba quizá invoco el privilegio otorgado por Fernando III, el 24 de Julio, y que le otorgaba los castillos de Almodóvar, Obejo, Chillón, Santa Eufemia, el castillo y la villa de Gahete, la villa de Pedroche y el castillo de Mochuelos, excluyendo la mina de Chillón. Una década siguiente, Córdoba abandono la acción en esta zona y dejando frente a Toledo y la Orden de Calatrava, mencionada en el deslinde de 1269.

Deslinde de 1269 entre Toledo y la Orden de Calatrava correspondiente al actual termino de Arroba de los Montes mapa editado por Jesús Víctor García 

En 1269 se firma un Convenio entre en Toledo y la Orden de Calatrava, esta presenta sus títulos consistentes en un privilegio de Alfonso X, confirmando por Alfonso VIII y Toledo presenta, en primer lugar la donación y delimitacion del Castillo de Milagro en el año 1214, este texto esta resumido en castellano y se añade "Las Navas de Pelay Ibáñez" en numeración de lugar indicado.

"et los villares antiguos, que entre sus términos se contienen, et es a saber, la sierra de Domingo Alhaquim, et campo de Arroba, e de Alcoba, e el Robredo de Migael Diaz, e el sotiello de Gociel Suarez, e las Navas de Sancho Ximeno e las Navas de Pelay Ibañes"

Estos villares antiguos son un indicativo de presencia musulmana en espacios amplios donde se localiza la población dispersa por los montes de Toledo. Estos poblamientos dispersos por la comarca formarían parte de primitivas unidades de aprovechamiento apícola que darán lugar a aldeas o pueblos.

Cruz pintada de negro  con la fecha en la parte superior izquierda de la fecha de 1269 en la Sierra de Arroba de los Montes, marcando el deslindamiento entre Toledo y la Orden de Calatrava en 1269 foto: Jesús Víctor García
La linea de demarcación establecida de común acuerdo, parte del Guadiana y no por el vado de Figuera en las Estimillas, saliendo desde el desfiladero del Rio Guadiana "la Foz de Guadiana, a la torre de Juan Perdiguero" en el Estrecho de las Hoces en Arroba de los Montes. Aguas arriba el territorio y el rio pertenecen a Calatrava, aguas abajo para Toledo, desde el limite sigue la cresta de la sierra, dejando Arroba y su "castillo, toda Arroba e con su castiello" y que el castillo nunca sea poblado.

Castillo de Arroba y Castillo de la Celada en un mapa de 1602 delimitando Toledo, Béjar y Calatrava recorte y subtítulos por Jesús Víctor García.

Cada una de las dos partes renunciaron en 1269, a una fracción del territorio que podían reclamar hasta entonces en virtud de los títulos que poseía, abandonando Toledo, su parte sur de la linea trazada en el acuerdo. Esto explica la desaparición en la documentación toledana posterior de cualquier topónimo atestiguados en la primera mitad del siglo XIII. Lo curioso es que en la delimitacion de Milagro en 1214 cita territorios y en la Compraventa de 1246 da una relacion de núcleos de poblamiento y sus aldeas.

"Con todo aquello que en la carta porque el rey compró del arzobispo dice: e con todos los castiellos e las aldeas, Miraglo e la Torre de Toiahabraham e Moro e Acijara e Peña e Alcocer e Pulgar e Peñaguilla e Corral de Martin García e Dos Hermanas e Cidiniella e Malamoneda e Ferrera e Peñafor e a Yébenes e San Andrés e a Santa Maria de la Nava e Marializa e Navarredonda con todos los villares e con todo los castiellos e pobladores que entre estos términos yace (...) que sea e mojon va a la Foz de Guadiana a la Torre de Joan Perdiguero" 2 de Mayo de 1268, Bullarium de Calatrava.

Despues de 1269 no existe un deseo de repoblación por parte de la ciudad de Toledo en el interior de sus montes, por lo contrario las dos partes tiene un consenso para limitar el poblamiento del área para preservar una futura explotación ganadera, incluso para prever la eventual destrucción de nuevas poblaciones iniciadas o existentes.
"...e que los de Toledo non fagan puebla ninguna en todos estos términos que con la Orden parten, ellos ni otro por ellos, salvo Miraglo e las pueblas que son fechas. E otrosí que la Orden, ni otro por ellos, non fagan puebla ninguna en todos los extremos que con Toledo parten, salvo Moriellas, que es poblada. Y si la Orden o los de Toledo en estos extremos que en uno partieron, quisieren facer casas o chozas para sus colmenares o para sus lasas o para recaudar sus derechos de las tierras, que las fagan cada uno en su parte, mas que non labren por pan, porque los extremos non minguen...".

Toledo potenció los asentamientos para vigilar las fronteras del sur de los Montes, jugando Arroba un papel similar a la Puebla del Alcocer y los Yébenes. "otrosí que los de Toledo on fagan puebla puebla ninguna en todo estos términos que con la Orden parten ellos ni otros por ellos, salvo Miraglo e las Pueblas que son fechas. E otrosí que la Orden ni otro por ellos non fagan puebla ninguna en todos los extremos que con Toledo parten, salvo Moriellas que es poblada".
Este acuerdo no lo cumplió la Orden de Calatrava, fundando años despues el poblado de "Cuevas del Guadiana" y tras el abandono de este, la actual Puebla de Don Rodrigo ante la presión territorial de la ciudad de Toledo.

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