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jueves, 11 de abril de 2024

LA ASOCIACION CIENTIFICA DE PIEDRABUENA DEL INVENTOR DEL APARATO DE RAYO X, MONICO SANCHEZ Y EL MEDICO CASIANO RUIZ IBARRA.

LA ASOCIACION CIENTIFICA DE PIEDRABUENA DEL INVENTOR DEL APARATO DE RAYO X, MONICO SANCHEZ Y EL MEDICO CASIANO RUIZ IBARRA.

Jesús Victor García 

Mónico Sánchez Moreno nace el 4 de Mayo de 1880 en Piedrabuena (Ciudad Real), fue un inventor e ingeniero eléctrico español, pionero de la radiología, telecomunicaciones sin cables y electroterapia, siendo conocido por el invento de un aparato portátil de rayos X y corrientes de alta frecuencia en 1909. 


Firmas de Mónico Sánchez y Casiano Ruiz, testigos y notario en la constitución de la Sociedad Científica en Piedrabuena Archivo Histórico Provincial, protocolos notariales 


Construyó en Piedrabuena, con los beneficios de las ventas de 1913 a 1917 un laboratorio de 3500 metros cuadrados, una central eléctrica y planteó construir una escuela de electroterapia para la formación de médicos en las nuevas artes que no se llevara a término.


Casiano Ruiz Ibarra nace el 14 de Agosto de 1878, en Epila (Zaragoza), estudia la carrera de medicina y ante su afán de aprender elige la Cirugía y la obstetricia. En 1913 y 1914 fue el director médico de Mónico Sánchez, aprovechó los cursos de “electrología y radiología médica” para presentar el aparato Sánchez de rayo X portátil ante la sociedad de Electrología y Radiología en mayo de 1914.


 Aval a favor de Casiano Ruiz en 1938 acusado de derechista, después fue acusado en 1949 por masón,  Archivo Histórico Nacional  

El 6 de diciembre de 1914, Mónico Sánchez Moreno y Casiano Ruiz Ibarra, vecino de Calatayud, fundaron conjuntamente una Asociación o Sociedad Científica en Piedrabuena, con el objeto de la explotación industrial del aparato portátil “Rayo X. Sánchez y alta frecuencia”, con todas sus aplicaciones, accesorios y demás aparatos de aplicación médica que puedan construirse en el establecimiento.


Portada la constitución de la Sociedad científica Archivo Histórico Provincial, protocolos notariales 

De la colaboración del inventor Mónico Sánchez y del médico aragonés Casiano Ruiz nació una Sociedad Científica registrada en Piedrabuena llamada “Sánchez electrical Laboratory”, con tal fin se construye un consultorio exclusivamente para este médico para consulta pública con fines pedagógicos con el horario de mañana de 11 a 13 horas  y por la tarde de 18 a 20 horas. Siendo uno de los problemas que se encuentran los médicos para utilizar su aparato es la limitación del horario de la energía eléctrica y de forma fiable


En esta consulta se reconoce y se tratan a los enfermos desde un punto de vista “electrolítico y radiológico” con los aparatos proporcionados por el inventor Mónico Sánchez, siendo la práctica médica y el personal costeado por el facultativo siendo los honorarios íntegramente para este. En el caso de que este médico tuviera que ausentarse  de Piedrabuena por una urgencia médica podrá hacerlo si no los requiere las funciones del laboratorio.


Esta Sociedad Científica establece que el médico Casiano Ruiz tiene que fijar la residencia en Piedrabuena para continuar con el estudio experimental de los diferentes aparatos electromédicos y para fomentar e instruir sus aplicaciones entre los médicos españoles y extranjeros También debería atender a la correspondencia epistolar y telegráfica en cuanto a la formación que soliciten y todas las cuestiones técnicas que lleguen al laboratorio. 


Para promocionar mejor su labor científica se compromete a realizar dos viajes al extranjero anualmente, siendo exclusivamente pagada por Mónico Sánchez los gastos de viaje y manutención.

Científicos franceses en Burdeos con Mónico Sánchez, inventor español el doctor Ruiz Ibarra, medico director de la casa constructora y encargado del manejo del aparato Sánchez a los médicos militares

El cobro de los honorarios fijos por parte del médico Casiano Ruiz sería de 3.000 pesetas anuales, además de 50 pesetas por cada aparato de “Rayos X. Sánchez y alta frecuencia” vendido al extranjero y en España, además de 25 pesetas de comisión si eran vendidos a través de representantes o comisionados.


Para terminar se llevaría el 50 por ciento del beneficio líquido que produjera el trabajo literario o pedagógico y el 2 por ciento sobre el precio de venta de los objetos de aplicación médica que se vendan por el  laboratorio por comisionados y el 4 por ciento sin ellos.


Estas cantidades se abonarían aunque el médico estuviera enfermo y la enfermedad no le impidieran para sus trabajos, en caso de que la enfermedad se prolongará más de un mes, este dejará de percibir su sueldo.


La duración del contrato se fija como mínimo de 5 años desde el 1 de enero de 1915 pudiendo prorrogarse dicha duración de cinco en cinco si ninguno de los dos manifiesta con un plazo de 6 meses la extinción del contrato.



BIBLIOGRAFÍA


-Protocolos Notariales, Archivo Histórico Provincial de Ciudad Real, AHP 412551.


-Expte. n 256 instruido contra Ruiz Ibarra, Casiano por el delito de Desafección al Régimen. FC-Causa General, 284, Exp 28. 1936-01-01; 1939-12-31.ARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL


-Mónico Sánchez y el Radiodiagnóstico. Museo Andaluz de Educación. Juan Pablo Rozas Quintanilla, Ingeniero y profesor de la Escuela Superior de Informática de la Universidad de Castilla la Mancha.


-HISTORIA DE LA MEDICINA. Inventores Castellanos manchegos. El aparato de rayos X portátil de “Mónico Sánchez”. Servicio de Radiodiagnóstico: Lorenza Ruiz Ortega y M. Yolanda Torres Sousa.


-Natura Medicatrix N.º 40 Verano 1995







jueves, 4 de abril de 2024

LOS CUADRILLEROS DE ARROBA EN LA HERMANDAD DE TOLEDO

 Jesús Víctor García

El origen de las Hermandades

Tras la victoria de las Navas de Tolosa en 1212 por Alfonso VIII a los almohades, queda un inmenso territorio casi despoblado comprendido entre el río Guadiana y el Tajo, en este terreno de montes que sirvió de línea fronteriza entre los cristianos y musulmanes en el siglo XIII fue refugio de bandas de ladrones o Golfines, llamados así por el apellido de unos de sus primeros jefes.

Las primeras poblaciones, a mediados del siglo XIII, estaban amenazadas por los constantes robos y delitos contra ellos por los que libremente decidieron unirse para crear una fuerza armada para defender sus vidas y sus intereses. Estas primeras cuadrillas son espontáneas y nacen de la necesidad de las pequeñas poblaciones constituidas en su mayoría por colmeneros, cazadores, ganaderos, leñadores para defenderse de los delitos ocasionados por “los golfines”.

Cuchillos de cazadores y colmeneros de Arroba de los Montes, la forma de la punta servía para la extracción de los panales de miel de las colmenas foto Jesús Víctor García.

La Hermandad nació por iniciativa de las gentes que tenían intereses comunes en los montes, y que una vez hecha busca la protección y el apoyo de la ciudad siendo su fines la movilización de las gentes de los montes contra los malhechores, la designación de tres hombres buenos sin ningún título con el fin de dirigir la fuerza denominándose cuadrilleros.

Esta designación agrupaba a desertores, proscritos y malhechores que se amparaban en los montes de la inestable frontera cristiano-musulmana para perpetrar sus fechorías y que sobreviven gracias al conocimiento del terreno y a la inexistencia de una autoridad efectiva en los despoblados. Las correrías de los golfines en grupos numerosos, atemorizaban a los escasos pobladores de aldeas, colmeneros, leñadores, cazadores, ganaderos y labradores, amenazando su supervivencia, por lo que era necesario una ineludible actuación que evitase las numerosas tropelías de estos forajidos.

Los productos de las colmenas, la miel y la cera, eran unos de los principales económicos de los montes de Toledo, su vulnerabilidad debido a la despoblación existente, se convertía un objetivo primordial de los robos, siendo los colmeneros unos de los más interesados en defenderse, aunque en esta época tan inestable, el colmenero era además cazador, leñador y ganadero que le servían para subsistir en este tiempo tan difíciles.

Lingote de cera virgen de Arroba de los Montes foto Jesús Víctor García

Este sistema de defensa o Hermandad común de defensa fue muy bien vista por el rey Alfonso VIII por lo que concedió numerosos privilegios a esta. La carta del privilegio y confirmación concedidas en 1220 en virtud de la cual el rey Fernando III refrendaba a los moradores de la ciudad de Toledo la exclusividad del aprovechamiento cinegético de sus montes, merced ya otorgada por su antecesor Alfonso VIII.

hago carta de donación, libertad, concesión, confirmación y estabilidad, a vosotros los colmeneros de Toledo, presentes y futuros, para que lo gocéis perpetuamente. Y por tanto os doy y concedo que absolutamente vosotros andéis por los montes y cacéis conejos, según teníais por costumbre en aquellos lugares en que los ejecutaban en tiempo de mi abuelo el rey D. Alfonso…

Este diploma puede ser considerado un precursor de la Santa Hermandad aunque va dirigido a la colectividad de cazadores de conejos de Toledo. "detrás de estos cuniculus”, como dice en latín el documento, se habla de colmeneros, ballesteros, guardadores de los montes de Toledo y de Talavera, autorizando a los cuadrilleros de la Santa Hermandad no detengan a los vecinos de Toledo que hacen el aprovechamiento de sus montes, siendo la primera vez que aparece la denominación de “cuadrillero”.

La existencia de las corporaciones apícolas de Toledo y Talavera aparecen en documentos de 1300, unos meses antes de la Llega convocada en la Aliseda de Estena, los hermanos lograron el respaldo por parte de sus respectivos concejos. En la junta general dispusieron la obligatoriedad de asistir a las asambleas y colaborar en la salidas tras los delincuentes, so pena de sanción pecuniaria a los infractores y regulando el armamento que habrían que tener sus miembros para la defensa de sus colmenares. Tras esta reunión se el Concejo de Toledo a las autoridades municipales y hombres buenos de su término para que colaboren con los dirigentes de la Hermandad de Colmeneros locales, acepte los cargos de cuadrilleros y los pastores respeten su jurisdicción cuando persigan a los golfines.


Posada de colmenas de la cuadrilla de Arroba con paredes para evitar a los osos foto Jesús Víctor García

Los hermanos usaban rudimentarios ropajes de paño o pieles, tocados de gorros o monteras y calzados con albarcas; sus armas son de uso cotidiano en los montes como ballestas, lanzas, cuchillos, hondas e incluso algunos aperos de labranza, siendo a partir de 1302 cuando se visten el uniforme verde distintivo.

Los ballesteros que persiguen a los golfines utilizaban el procedimiento del “apellido”, detenidos los delincuentes en flagrante delito o tenían indicios de culpabilidad, eran ejecutados sin dilación y sin garantías judiciales y expuestos en un camino transitado para disuadir a los delincuentes. Se eligen lugares concurridos para ejecutar a los apresados, se le ataba a una encina o alcornoque y disparaban sus saetas, premiando a los que clavaban en el corazón y multaban a los que las colocaban fuera del pecho, siendo tradicionalmente el número de siete saetas disparadas. Aunque la forma de ejecución primitiva fue el método de la horca en el mismo lugar donde eran apresados.

Hay voces que consideran esta ejecuciones inhumanas “suplicamos a Vuestra Magestad, que porque los que se condenan por hermandad a pena de saeta, los asaetean vivos, sin que primero los ahoguen, y parece cosa inhumana, y aún es causa de que algunos no mueran bien, que Vuestra Magestad mande que no se puedan tirar saetas a ninguno sin que primero los ahoguen, pues esto se hace con los herejes

Fernando III califica a la Hermandad de “Santa” por su intención y la dota, para que perdure, de jurisdicción propia y además para que pudiera subsistir económicamente se le concede el derecho de asadura. El 25 de diciembre de 1303, firma Fernando IV un privilegio en Toledo diciendo:

Que todas las justicias del Reino den a la Santa Hermandad y sus ministros las viandas que necesiten y a los pastores que entreguen una asadura de cada hato de ganado, por el gran gasto que ocasiona a la Santa Hermandad la persecución de los golfines

Esta asociación es creada temporalmente, fijándose su extinción hasta septiembre de 1312, durante este periodo las hermandades fueron muy diligentes y efectivas pero sólo las concesiones reales la libraron de su desaparición. El 7 y 13 de julio de 1312, el rey, justificando la necesidad de la Hermandad, prórroga a perpetuidad a estas asociaciones apícolas reiterando las mercedes concedidas. A pesar de esto, fue costumbres durante la Edad Media que los cabildos asociados se confirman mutuamente cada año, desvinculándose formalmente de los designios reales.

La Hermandad, gradualmente, contaría con atribuciones procesales, civiles y siempre que se hubiera cometido en terreno yermo así como los que se hubiesen perpetrado en poblado con huida de los involucrados al campo que hubieran cometidos hurtos y robos, violación de doncellas, quebrantamientos de casas, iglesias y cárceles, así como de los daños a montes, posadas.

Uno de los privilegios es el otorgado por Alfonso XI que confirma otro suyo del 11 de Octubre de 1348, a las Hermandad de Toledo, Talavera y Villarreal para la guarda de los montes, con la concesión de una res de cada rebaño al año por asadura para mantenerse contra los golfines y ladrones, y además libertades y franquezas que tuviere, y recibiendo a los hombres buenos de la Hermandad en la guarda y encomienda real. Aunque nunca hubo una sola hermandad vieja, hay tres confederadas (Toledo, Talavera y Ciudad Real), siempre autónomas, existieron otras hermandades periféricas en Chillón, Almodóvar, Almagro, Villarta de los Montes... que solo existieron entre los siglos XV al XVI, que llegaron incluso a asistir a algunas Llegas en los montes de Toledo.

Alrededor de 1400 se pierde progresivamente su anterior sentido militar y se reducirá considerablemente el número de emplazados en cada reunión anual. El 1435 es confirmado un documento por Juan II, en Segovia, manifestando la importancia de la Santa Hermandad para la erradicación de los golfines y la repoblación del área. Continuando que todos los hermanos han de tener al menos media posada de colmenas poblada en el monte, guardadas “con colmenero e perro segund la costumbre antigua de la dicha Hermandad”; vetando el ingreso a los que poseyeran enjambres, losados o huertos en despoblados.

En 1439 se interrumpe la secuencia anual de las Llegas por la peste que asolaba Castilla, pero este precedente rompió el principio de autoridad de esta asamblea cuyo acto de confirmación de las tres hermandades fue solventado renovándose mediante cartas cruzadas entre dichas entidades.

En la segunda mitad del siglo XIV, los golfines son exterminados, aunque la desaparición de la delincuencia nunca terminaría por la gran extensión del territorio y la espesa vegetación existente. La financiación de la Hermandad también se realizaba a través de las “sisas” sobre un impuesto sobre los bienes de consumo como el pan o el vino. Las sisas eran un tributo ocasional en teoría hasta el final de la Guerra de Granada siendo habitual su uso en Toledo y su jurisdicción como medio de financiación de la contienda bélica y de los cuadrilleros y alcaldes de la Hermandad.

Los muchos recursos que necesitaba la Hermandad eran consumidos por su tarea militar como policial al intentar destruir la delincuencia existente en los campos, yermos despoblados de los montes de Toledo. Es una delincuencia local cometida por personas que habitan en los mismos lugares donde viven, donde el 90% de los delitos los cometen hombres cristianos, cuyos oficio son criados siendo el robo el delito más frecuente seguido por los homicidios.

En 1495 se confirma un antiguo privilegio a la hermandad vieja de Toledo, Talavera y Villarreal, conforme al cual tienen derecho a cobrar el impuesto de asadura a todos los propietarios de la tierra de Toledo. Además se insertaron dos cartas de Alfonso XI con fecha de 13 de octubre de 1376 y 13 de marzo de 1386 confirmando este privilegio.


Confirmación del privilegio de asadura a la hermandad vieja de Toledo, Talavera y Villarreal 1495. Archivo General de Simancas. RGS, LEG, 149502,2

Juana I, en 1505, otorga privilegio a los alcaldes, alguacil, cuadrillero mayor y cuadrilleros de las santas hermandades viejas para portar varas altas de justicia como símbolo de “Justicia regia” por todas las ciudades y lugares de sus reinos y señoríos por donde fueran en seguimiento y persecución de malhechores, quedando investidos de la autoridad para desempeñar sus diligencias como justicias. En ocasiones los aldeanos monteños acompañaban a los cuadrilleros en persecución de los delincuentes.

En 1512, durante la regencia de Fernando el Católico, se crea la Hermandad Nueva de Toledo, con jurisdicción criminal en Toledo y sus aldeas, todo bajo un control municipal.

Las últimas Ordenanzas de 1749 aprobadas por el rey Fernando VI y por el Supremo Consejo de Castilla el 13 de septiembre de 1746, destaca su principal razón de ser:

Pues estando infestados universalmente los despoblado con gente de mal vivir que entonces apellidaban Golfines (cuyo nombre corresponde hoy al de ladrones salteadores) en tanto extremo que llegaron a elegir rey que les gobernase y defendiese, apellidado Carchenilla, cuya residencia tenía en los Montes que llegan hasta Guadalupe. Para las mayor seguridad de los caminantes, labradores, haciendas y heredades del campo, los Caballeros de Toledo, Talavera y Ciudad Real hicieron Hermandad para perseguir a semejante gente; de cuyo celo se dieron por servidos los reyes dándole Privilegios, consiguiendo después el título de Santa con que la Sede Apostólica la canonizó”.

La Cuadrilla de Arroba

El nombre primitivo de Llega evolucionó a Junta de Cuadrillas de los Montes Propios donde se hablaban asuntos del común de los pueblos además de los repartimientos de las tercias reales, siendo la Cuadrilla de Arroba unas de las más antiguas.

Cuadrilla de Arroba en 1608 en documento del Archivo Municipal de Toledo Caja 6232 - Causa 810

El gobierno y administración de los territorios que comprende los propios, se lleva a cabo a través de las cuadrillas o agrupaciones de uno o varios pueblos con sus términos y alquerías que adoptan el nombre de uno de los pueblos. En general, este pueblo del que toma el nombre de la cuadrilla es aceptado como centro administrativo delegado de la ciudad de Toledo.

La Hermandad de Toledo, potenciada desde la ciudad, organizó los montes primitivamente en cinco cuadrillas durante el siglo XIV, dichas cuadrillas eran la de Estena, Herrera, Bullaque, Guadiana y Arroba”. La cuadrilla de Arroba es mencionada en 1435, cuando Juan Ruiz de la Fuente del Alcornoque “cuadrillero de la dicha Hermandad de la dicha cuadrilla de Arrova, compro las colmenas de Miguel Sánchez, regidor de la Hermandad, vecino de Toledo, con una cuarta parte del suelo de posada para colmenas para tenerla en Puerco el Rubio, en la misma cuadrilla”.

Caretas antiguas de colmeneros de Arroba de los Montes foto Jesús Víctor García

Antes de 1445 Villarta fue cabeza de una cuadrilla, que se extendía a ambos lados del Guadiana e incluía Arroba, La Helechosa, Los Aguijones y El Hornillo. En 1495, un testigo declaró haber visto, medio siglo antes "como del dicho lugar de Arrova... se malherían e nombraban e enviaban dos o tres hombres al lugar de Villaharta, el cual se tenía entonces por cabeza de los lugares de La Helechosa e de los Bodonales e de los Aguijones e del dicho lugar Arrova... como lugares de una jurisdicción, término e juzgado. Dos vecinos de Arroba que fueron testigos 1495 afirmó que las fuerzas de Gutierre llegaron hasta “La Retuerta” con la intención de tomar toda esa comarca. Allá Gutierre se reunió con Álvaro de Luna, pero se fueron porque la tierra en esa parte de los Montes de Toledo parecía de baja calidad.

Durante la guerra civil castellana, Arroba estuvo unos años en manos del maestre de Alcántara, sirviendo para evitar futuras incursiones “el ejército toledano al no recibir ayuda adicional de Toledo tuvo que retroceder ante los refuerzos que venían a reforzar la guarnición de Herrera, recuperando todo el territorio perdido y apoderándose de algo de ganado de Arroba”, parte de la historia fue confirmada por un arrobeño residente. Arroba y El Hornillo, situados al este del río, quedan, por los primeros, en Toledo, o fueron recuperados, por los segundos, por la ciudad en el siglo XV, mientras que Villarta y La Helechosa pasan y quedan al Vizcondado de La Puebla de Alcocer.

En un documento de 1458 del Archivo Municipal de Talavera se habla de 9 cuadrillas: Milagro, Navas de Estena, Arroba, Puerto Marches con San Pablo, Santa María de Herrera con Cedenilla, Santa María del Águila con Peñaguilera, Pulgar, Santa María de la Nava con Marjaliza y San Andrés con Yébenes.

Mapa de la cuadrilla de Arroba en 1698 recorte Jesús Víctor García

Posteriormente quedaron siete cuadrillas: Herrera, Estena, Hornillo, Arroba, Milagro, Ventas y San Pablo con 18 pueblos distanciados entre sí y con términos desperdigados de alquerías habitadas en su mayoría con menos de una docena de vecinos.

La Cuadrilla de Arroba agrupaba a Hontanarejo, Navalpino y Alcoba, y las alquerías del Rostro, los Cadocos, Oregan, el Labradillos, Valdongómez, Sanguizuela, Navasdaceite, Pavorosa, Valdehornos de Arriba y Valdehornos de Abajo, el Avellanarejo y Retamosa, estos “en las juntas de sus concejos va a Arroba que es la cabeza de esta cuadrilla”.

La representatividad de Arroba sobre los demás miembros de la cuadrilla, queda confirmada por los términos de la sentencia de 1535 sobre la dehesa común con Fontanarejo: "por quanto el dicho lugar de Arroba es antiguo e cabeza de toda la cuadrilla.

Renta derivadas del arrendamiento de los derechos de propios y señoriales de la Cuadrilla de Arroba

     1557          1567          1577        1587        1597

   2 toros         2 toros      2 toros     2 toros     2 toros

   2  cera       1/2 cera     1/2 cera    3 cera        3 cera      arrobas
  167.000      242.500     248.000   292.000  233.000  maravedíes

Las relaciones entre los regidores urbanos y alcaldes apícolas fueron muy complicadas antes de estallar el conflicto comunero, así lo refleja el documento en 1518 de una Carta de la Hermandad de Ciudad Real denunciando el atrevimiento de un cuadrillero de Arroba “que se nombra a sí mismo alcalde de la Hermandad de Toledo y salir al camino y campo yermo con gente armadas haciendo alboroto y a quitar como quitó al preso al alcalde de la Santa Hermandad que justamente traía preso".

 Carta de la Hermandad de Ciudad Real denunciando el atrevimiento de un cuadrillero de Arroba, que se nombra a sí mismo alcalde de la Hermandad de Toledo, 15 de noviembre de 1518, Ciudad Real, Archivo de la Diputación de Toledo, Papel, 1 folio, Cortesana-Procesal / Sig.: Leg.34 N.º 83

Los guardas de montes, los cuatros de pie se situarán “dos en la cuadrilla de Milagro, la otra en la de Ventas y la otra en la quadrilla de Arrobay servían para vigilar y denunciar las prácticas ilegales en la vegetación de los Montes de Toledo.

Renta derivadas de arrendamiento de escribanías en maravedíes de Arroba

   1567              1577             1587                 1597

  1.500             3.000             2.225                5.000       maravedíes

En 1520 se menciona cinco posadas de colmenas, dos ubicadas en la tierra de la Orden de Calatrava y tres posados en la cuadrilla de Arroba de Toledo que habían pertenecido a Alonso de Toledo Hayete “que fue quemado por hereje” y habían sido confiscado y vendido por el recaudador de impuestos.

Durante la guerra comunera, la actividad de la Santa Hermandad Vieja de Toledo se ralentiza al mínimo, los expedientes hablan de escribanos locales y cuadrilleros enviados por la Hermandad a los lugares como Arroba, donde Pedro García Tejado denuncia un robo de noche de unas prendas en su casa, como un capote, sayales, zapatos, espada y ballesta en 1521. O las pesquisas del cuadrillero de Arroba, Juan Sánchez Bermejo sobre los arrobeños González de la Fuente, Domingo Triguero y Juan Toledano Alonso de Zamora, también en 1521.

Parece ser que mientras los comuneros tuvieron el control municipal de Toledo, sus aldeas se plegaron a su imposición, unos por convencimiento y otros por instinto de supervivencia. Años después ante el conflicto entre la ciudad de Toledo y el conde de Belalcázar, algunos vestidos aportados por Toledo son tachados de comuneros, como el arrobeño Juan García de Navas. Esta neutralidad de Toledo y el apoyo de los cuadrilleros de Ciudad Real y Talavera a la corona durante las guerras de las Comunidades hizo que este ordenara al ayuntamiento de Toledo de respetar su jurisdicción tradicional.

No obstante los procuradores expusieron en las cortes de 1555, que la Hermandad vieja era muy rica y como no había apenas casos por los cuales estaban llamados a actuar, buscaban la manera de actuar y justificar de esta manera el cobro de los procesos.

Era un mal generalizado el abusos de los cargos de los cuadrilleros, guardas y alguaciles que no cumplían sus oficio en Arroba de los Montes, en 1565, el regidor de Toledo, Juan Ramírez de Arellano concluye que: “Ni salen de los lugares de los dichos propios y montes ni saben de los lugares y mojoneras de los términos de los dichos montes, y no salen a prendar sino a los caminos, y no donde hacen el daño y han consumido y consumen muchos que se han hecho en los dichos montes, llevando muchos dineros y otras cosas de cohechos y no manifestándose ante el fiel del juzgado ni ante los jueces nombrados por Toledo, y estando los dichos guardas con los pastores y carboneros y cazadores comiendo y bebiendo y emborrachándose, por donde los dichos montes se destruyen

Entre los años 1578- 1582, los cuadrilleros de la Hermandad vieja de Toledo se enfrentaron a la ciudad, quitaban las licencias que daba el ayuntamiento para cortar y entresacar leña en los Montes. Ante este conflicto jurídico, el Consejo de Castilla ordena al Fiel de Juzgado excarcelar a los cuadrilleros y desembargar sus bienes, siempre y cuando estos restituyeran las prendas y licencias dadas por la ciudad y pagaran las costas.

La Cuadrilla de Arroba fue nombrada arbitro en la Llega celebrada en 1646 en Retuerta del Bullaque donde se nombra al alcalde de Arroba para dirimir el conflicto entre Ventas y Retuerta por el lugar de celebración de la reunión.

Acuerdan en el transcurso de la reunión nombrar a Juan de Ayuso, alcalde de Arroba, como su representante con todos los poderes en el pleito entablado por Las Ventas “por haber los lugares experimentado y visto útil y provechoso y de menos costa a los mas lugares el hacerse dichos repartimientos en Retuerta, que no en las Ventas, por estar éste lugar de la Retuerta en medio de todos los lugares y el de Las Ventas muchos más lejos…..y por las demás causas y defensiones que al dicho Juan de Ayuso le pareció alegar”.

Llega 1646, Retuerta, alcalde de Arroba Archivo Municipal de Toledo, Causas Criminales, Retuerta, Caja 583 (25 aniversario Asociación Cultural Montes de Toledo)

La ambigüedad de los límites jurisdiccionales confunden a los agentes de la autoridad de los distintos poderes por el derecho de reprimir los delitos, creando a menudo conflictos entre distintos tribunales, como ocurre en 1629 cuando son acusados los cuadrilleros de Arroba por la Chancillería de Granada por extralimitarse en sus funciones y abuso de sus cargos.

El concejo de Puebla de Don Rodrigo se querelló contra Juan Sánchez Burgos y Alonso del Castillo cuadrilleros de Arroba de los Montes, cuando se opusieron a un alguacil de la Audiencia de Granada con la orden de prender a un vecino de Arroba. El vecino cuando iba a ser detenido dio voces “apellidando a los vecinos del lugar para que le favoreciese”, salieron “de mano armada metiendo mano a las espadas y viniendo con escopetas y lanzas todos acuchillando al dicho alguacil y que fue ventura no matarle y que se causó un notable motín y alboroto porque como si fuera rebato tocaron la campana para que se juntasen los vecinos del lugar

El alcalde de Arroba, Pedro Sánchez, cogió la provisión que traía el alguacil de la Real Chancillería de Granada, se la quitó y prendió al dicho alguacil diciendo “que no había allí más rey que él y que no conocía a la Real Chancillería de Granada…ni que diablos que allí no conocía sino a Toledo”. El alguacil estuvo preso cuatro días con un par de grillos y una cadena y a los otros tres los envió a la cárcel de la ciudad de Toledo de cuya jurisdicción pertenecía el dicho lugar de Arroba”.

Portada de Información Sumaria, el concejo, justicia y regimiento de Puebla de Don Rodrigo contra Pedro Sánchez Arance, alcalde ordinario de Arroba de los Montes y consortes sobre apresamiento, calumnias y agresiones Chancillería de Granada signatura C 9715-15

Al final los cuadrilleros de Arroba tuvieron problemas ya que unos de los detenidos era un ministro de la Chancillería de Granada y fue preciso acreditar que los alcaldes de los Montes “no tenían jurisdicción para más que prender y remitir y no soltar”.

Esta indeterminación de las competencias jurisdiccionales ocurre otra vez en el año 1703, cuando la Santa Hermandad Vieja requiere al Fiel del juzgado para que la causa contra el vecino de Arroba, Jerónimo Fernández, alias Pavón, pase a la jurisdicción de la Santa Hermandad por haberse cometido el delito en despoblado

Aunque la ciudad de Toledo se encargaba de poner orden en la comarca no faltan casos de acciones esporádicas de justicia popular como ocurre en 1709, cuando los vecinos de Arroba, Navalpino y Fontanarejo se tumultúan contra unos recaudadores fiscales, "se atumultuó la gente del dicho lugar, tocando las campanas de la iglesia parroquial de arrebato, de forma que se juntó en la casa que estaba dicho trigo toda la gente, hombres y mujeres de dicho lugar, diciendo en voces altas que el trigo no había de salir de dicho lugar, porque primero eran ellos que su Majestad, trayendo algunos de ellos armas y palos para evitar el que se sacase

A finales del siglo XVIII, Toledo tenía escaso conocimiento de la administración de la justicia en sus pueblos más alejados como ocurre en Arroba en 1787, cuando el alcalde denuncia la situación de dejadez por parte de la ciudad. El regidor lamentaba “el estado infeliz y deplorable en que se halla y las causas que dan motivo a ello”, denunciando la mala administración de la justicia.

Resulta frecuente las injurias graves contra la Real Jurisdicción, negada la obediencia que se le debe, abolido su respecto, quebrantadas sus providencias, con resistencias formales, improperios y escandalosos, continuación de insultos, desazones civiles, injuriosas y ofensivas entre sus vecinos, en las que concurren otros crímenes con son de venirse a las manos y herirse, y finalmente sin dueño propio las heredades, frutos, esquilmos e industrias con que se vive a causa del libertinaje con que en este asunto proceden

Al final el alcalde de Arroba exonera al Fiel del Juzgado y suplica que examinaran detenidamente el caso para que se hicieran las debidas gestiones para restablecer la autoridad en el pueblo, contestando la ciudad que especificara los delitos concretos para iniciar las solución de los problemas.

El fin de las Hermandades

Las funciones de las Hermandad habían terminado antes del decreto del 7 de mayo de 1835, en virtud del cual Isabel II disolvió las Santas Hermandades. El proyecto de ley sobre extinción de las hermandades Santas, Reales y Viejas de Ciudad Real, Toledo y Talavera, y de los tribunales privilegiados de las mismas, dice:

Estas hermandades no son en suma otra cosa que unos cuerpos privilegiados, instituidos para la persecución de malhechores y unos tribunales de excepción para castigarlos, dotado con arbitrios especiales que agravan a la ganadería. En aquellos tiempos en que la nación carecía de orden fijo y uniforme, porque el desarrollo del sistema feudal y las disensiones y guerras intestinas que la despedazaban no permitían su establecimiento, las instituciones eran parciales y dirigidas tan solamente para atenuar por de pronto los males que se experimentaban. Las deserciones de los ejércitos, la miseria y la despoblación general, la rudeza de los siglos que precedieron al decimoquinto, y el espíritu de vagancia que reinó en ellos, multiplicaron sin cuento a los malhechores que asolaban el país y robaban los ganados, riqueza principal de un pueblo casi nómada.

La necesidad de corregir estos daños reunió las hermandades, que robustecidas con los importantes servicios que hicieron y con sus extensos privilegios, tan legajos de cesar pasadas las circunstancias que las motivaron, quedaron permanente, sin ejercer la parte más esencial del destino para que fueron creadas; pero percibiendo un impuesto altamente gravoso a la riqueza pecuniaria.

La situación del reino y su actual sistema administrativo, no pueden conciliarse con unas instituciones que se apartan del método de seguridad real y personal que se va estableciendo, de la uniforme y exacta administración de justicia y de la protección e incesante alivio que la agricultura exige imperiosamente.

Art.1- Se extinguen las Santas, Reales y Viejas hermandades denominadas de Ciudad Real, Toledo y Talavera, así como los tribunales privilegiados de las mismas, cesando por tanto los alcaldes, escribanos y demás dependientes de ellos en el ejercicio de sus funciones, y todos los hermanos y cuadrilleros en el goce de exenciones y fuero; pero conservando los honores y uniforme que les estuvieren concedidos.

Art 2- Cesarán de consiguiente desde la publicación de esta ley la exacción del derecho de asadura mayor y menor, y cualquiera otro que se perciba para atender a los gastos de dichos establecimientos.

Art 3- Si este derecho estuviere dado en arrendamiento como es costumbre, se rebajara al arrendador por el tiempo que de; e de percibirlo la parte proporcional del precio en que lo hubiere subastado.

Art 4- Los edificios que las expresadas hermandades tienen para celebrar sus juntas y custodiar los presos, se destinan a Reales cárceles, quedando desde luego considerados como fincas propias de dichas tres poblaciones.

Art 5- Los encargados o depositarios de los fondos destinados a los referidos establecimientos, rendirán cuentas de sus productos al respectivo gobernador civil, quien dispondrá de las existencias según las órdenes e instrucciones del gobierno de S.M.


BIBLIOGRAFÍA:

-La Santa Hermandad Vieja de Ciudad Real en la Edad Moderna, Siglo XVII-XVIII (Tesis Doctoral 1992) Miguel Fernando Gómez Vozmediano.

-Bandoleros en los Montes de Toledo. Ventura Leblic García, Temas Toledanos, 1990

-Sumaria información hecha a pedimento del concejo, justicia y regimiento de la villa de Puebla de Don Rodrigo contra Pedro Sánchez Herance, alcalde ordinario del lugar de Arroba . Año 1629. Real Chancillería de Granada

-Robos perseguidos por la Hermandad de Talavera, Clemente Palencia Flores. Temas Toledanos 7. Diputación de Toledo. 1980.

-Facsímil del Acta de la Llega o Junta de Cuadrillas, celebrada en Retuerta del Bullaque, correspondiente al año 1646, Archivo Histórico Municipal de Toledo, Causas Criminales, Retuerta, Caja 583.Asociacion Cultural Montes de Toledo.

-Archivo Diputación de Toledo, 15 de noviembre de 1518, Ciudad Real, Papel 1, folio, Cortesana-Procesal Sig.: Leg. 34, N.º 83.

-La Santa Hermandad Vieja de los Propios y Montes de la ciudad de Toledo ante la revuelta comunera. Miguel F. Gómez Vozmediano, Académico numerario, Archivo de la Nobleza.

-Poder de las cuadrillas de Toledo (Ventas, San Pablo, Herrera, Bullaque y Arroba) 1499. Archivo General de Simancas (AGS), Escribanía Mayor de Rentas, incorporado, Leg, 21, exp. 273.

-Efemérides Toledanas, Tomo I, Diputación Provincial de Toledo, 1991, Gabriel Mora del Pozo, Recopiladas de la publicación “Toledo ayer” de D. Clemente Palencia.

-Justicia y Criminalidad en Toledo y sus Montes en la Edad Moderna, Alfredo Rodríguez González. Toledo 2009, Ayuntamiento de Toledo

-La sociedad amenazada, Crimen, Delincuencia y Poder en Toledo a finales del siglo XV, Oscar López Gómez. Temas Toledanos, 2007

-Gobierno y administración de la ciudad de Toledo y su término en la segunda mitad del siglo XVI, Enrique Lorente Toledo. Premio de Temas Toledanos “San Ildefonso”.

-La Hermandad de los Montes de Toledo entre los siglos XIV y XV, José María Sánchez Benito, Universidad Autónoma de Madrid.

-Archivo Municipal Toledo, Belalcázar 19, F 52 r*.

-Archivo Municipal Toledo; Belalcázar 19, 45.

-Colección Belalcázar, legajo 19, f. 47.

-Cristianos nuevos, doc. 193, después de AHPT 1317, 172

-Campagnes et monts de Toledo du XIIº au XVº siècle, Jean Pierre Molénat.

-Privilegio de Alfonso XI en que confirma otro suyo (11-X-1338) a la Hermandad de Toledo, Talavera y Villarreal para la guarda de los montes,... Archivo Histórico de la Nobleza, Torrelaguna, C.2,D.3

-Confirmación del privilegio de asadura a la hermandad vieja de Toledo, Talavera y Villarreal 1495. Archivo General de Simancas. RGS, LEG, 149502,2

-Carta de la Hermandad de Ciudad Real denunciando el atrevimiento de un cuadrillero de Arroba, que se nombra a sí mismo alcalde de la Hermandad de Toledo, 15 de noviembre de 1518, Ciudad Real, Archivo de la Diputación de Toledo, Papel, 1 folio, Cortesana-Procesal / Sig: Leg.34 N.º 83.

-Archivo Municipal de Toledo, Caja 6222 Causa 416. Arroba 1703

-Las Hermandades, expresión de movimiento comunitario en España. Antonio Álvarez de Morales. Valladolid, Universidad de Valladolid, Facultad de Filosofía y Letras. 1974.

-Información Sumaria, el concejo, justicia y regimiento de Puebla de Don Rodrigo contra Pedro Sánchez Arance, alcalde ordinario de Arroba de los Montes y consortes sobre apresamiento, calumnias y agresiones. Signatura C 9715-15

-“By My Absolute Royal Authority”: Justice and the Castilian Commonwealth at the Beginning of the First Global Age1. J B Owens. Volumen 3, Boydell & Brewer. University of Rochester Press. 2005.

jueves, 7 de marzo de 2024

ARROBA DE LOS MONTES DEL SIGLO X al XII, DEL MUNDO MUSULMAN AL CRISTIANO

 JESUS VICTOR GARCIA

 LA CONQUISTA DE LA CIUDAD DE TOLEDO


La toma de la ciudad de Toledo por Alfonso VI en 1085, cierra una guerra de 7 años con un acuerdo de capitulación entre Al-Qádir, emir de la Taifa de Toledo y el rey castellano-leones. La toma de Toledo tuvo un enorme impacto en todo el mundo musulmán y llenó de angustia a los habitantes de al-Andalus.


Este acuerdo fue el resultado de la negociaciones de los musulmanes moderados y de los mozárabes de la ciudad con los cristianos. Unas de las capitulaciones añade para los habitantes musulmanes de la ciudad la libertad para salir y también con el derecho de volver para los que se retiren de la ciudad y sea restituido su propiedad original, respetando el culto musulmán en la Mezquita Mayor de Toledo " et otrosí la mezquita mayor que fuera siempre de los moros”.

Fresco de la iglesia de Arroba de los Montes que representa el relato del Arzobispo Jiménez de Rada, con Bernardo de Sedirac, el alfaquí Abu Walid, la reina Constanza y la futura reina de Castilla, Urraca, hija de Alfonso VI en la torre de la Catedral de Toledo. Foto: Jesús Víctor García


Este acuerdo no es respetado por el vencedor, en cuanto a la Gran Mezquita de Toledo en mayo de 1085, según el relato más generalmente aceptado del Arzobispo Jiménez de Rada, un siglo y medio despues. Este narra el encargo de Alfonso VI a la guardia de la ciudad, a la reina Constanza y al arzobispo Bernardo de Sedirac que respetaran el culto de la gran Mezquita de Toledo. La reina y el arzobispo, ambos de origen francés, entran por la fuerza en la Gran Mezquita, dedicándola al culto cristiano, transformándola en una catedral. Ante estos hechos, Alfonso VI se enoja, amenaza a la reina y al prelado, pero los hechos consumados y la suplica de los "árabes de Toledo" , transige quedando esta desde entonces para el culto cristiano. Todo este relato del Arzobispo Jiménez de Rada, esta representado en los frescos de la Iglesia de la Asunción de Arroba de los Montes.


La mayor parte de la población musulmana habían abandonado la ciudad pero ya el éxodo se inició unos años antes de la toma de la ciudad, donde el hambre era grande, y todos los que podían huir, emigraron. "la mayoría de los toledanos fueron masacrados y huyeron ,en particular como consecuencia de la guerra civil en Toledo”. Algunos de estos eruditos pudieron salir de la ciudad antes de su caída, para buscar una calma más propicia a su trabajo, tal, al parecer, como el Astrónomo Azarquiel, el médico y botánico Ibn al-Lnquh o Abu-I-Mutarrif Äbd al-Rahman, teórico de agricultura, medico y farmacólogo que según parece murió en Arroba de los Montes.


M.J. Viguera considera como una de las claves para explicar el destino de al-Andalus la diferencia de intereses entre élite y común del pueblo, haciendo que los poderosos y su corte emigren ante el avance cristiano, mientras que la masa de la población tiende a quedarse quieta mientras que los casos conocidos de emigración conciernen ciertamente sólo a una élite de estudiosos.

 


Calco de lapida funeraria musulmana de Arroba de los Montes, cita la muerte del historiador Abu-L-Mutarrif Abd-Rahman  

Según la traducción de la lapida funeraria indica la muerte de Abu-L-Mutarrif Abd al-Rahman el 4 de Agosto de 1082, Abu-L-Mutarrif `Abd al-Rhaman b. Muhammad b. `Abd al-Kafir b. Yahyá Ibn Wafid al-Lajmi. Es un teórico de la agricultura, medico y farmacólogo conocido por los latinos de la Edad Media como Abenguefit o Sa¨id. Aunque hay variantes sobre la fecha de su muerte algunos autores indican el 476/1074 pero la lapida señala viernes del 4 de Agosto de 1082, unos dos años y nueve meses antes de la toma de la ciudad de Toledo por Alfonso VI.



Trascripción: Felipe Ciudad-Río Pérez, arqueólogo

"En el nombre de Dios, el Clemente,

En el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso.

Este sepulcro es del historiador Zayd (¿?)

Ibn Mutarrif, que tenga misericordia de el

Dios, Murió en el diurno del Viernes (en la mañana),

en el mes de rabí primero (día 4)

que es del año

cinco y setenta

y cuatrocientos (475)


Trascripción: Felipe Ciudad-Río Pérez, arqueólogo


Según Ibn al-Kardabus, sus correligionarios abandonaron la comarca cuando Alfonso VI tomó posesión de la ciudad, y vagaron sin encontrar descanso hasta que les llegó la noticia del regreso de los almorávides. "A la entrada de los cristianos la mayoría de los habitantes  se retiraron a otras provincias ocupadas por sus hermanos en religión. Toledo, mientras tanto, quedó en manos de los infieles, quienes se la dejaron en posesión imperturbable o, como ningún intento se hizo o se manifestó deseo de arrebatarle, hasta que llegó la noticia de que los almorávides, tras derrotar a la tribu de Zenátab, habían conquistado toda África Occidental". Es probable que la ruptura del acuerdo concluido para la capitulación de los ciudad y con el saqueo de la gran mezquita, provocaría la salida de la mayor masa de musulmanes tolerantes aunque los castellanos no llevaron a cabo la expulsión de los musulmanes ni de los hombres de la comarca toledana.


Escena de Santiago apóstol contra los musulmanes en panel izquierdo de la iglesia parroquial de Arroba de los Montes foto: Jesús Víctor García

En el momento de su partida, los musulmanes toledanos practicaban una política de tierra arrasada, y dejando tras de si solo campos, plantaciones y viñedos destruidos. La salida de los musulmanes de las zonas ahora controladas por los cristianos están en consonancia con los versículos del Corán que establece la obligación de "emigrar" (hagara). Tras la toma de Toledo se inician incursiones cristianas hacia Andalucía, en el año 1105 se produce una derrota cristiana en los Campos de Arroba y de Alcoba de una expedición castellana que volvía de una incursión a Sevilla.

La reconquista agresiva llevada por Alfonso VII en la década de 1140 supuso la expulsión de los musulmanes de los territorios situados al sur del Tajo creando grandes espacios desiertos en los Montes de Toledo a mediados del siglo XII, comenzando una tímida afluencia de colonos del Norte junto a los mozárabes ya existentes en la zona.

El crecimiento demográfico de la década de 1150 se refleja por las múltiples cartas de concesión de tierras en la region toledana concedidas por Alfonso VII entre 1146 y su muerte en 1157, a personajes, muchos de designados por nombres de origen árabe, aunque las cartas estaba escritas en latín. La mayoría de la población de Toledo y su campiña en los siglos XII y XIII eran castellanos, leoneses y gallegos. Los navarros se hacen mas numerosos en tierras toledanas en la segunda mitad del siglos XIII.


Las incursiones musulmanas son al principio frecuentes, según los Anales Toledanos, no es un hipotético asedio táctico de Toledo en 1090, durante el tercer paso de Yúsuf b. Tasfin en la Península. La devastación de la comarca de los Montes de Toledo continua del 31 de Julio de 1109 al 19 de Julio de 1110, donde se informa la toma de Talavera y veintisiete castillos de los alrededores de Toledo, Madrid y Guadalajara, además del asedio de Toledo y la devastación de su campo.


El camino mas transitado de Toledo a Córdoba en época medieval y moderna en los siglos VIII-XVII es probablemente obra del periodo islámico, mientras que no se tiene evidencia del periodo romano de una ruta Corbuba con Toletum. El inventario de fuentes antiguos para el estudio de las calzadas romanas, dada por J.M. Roldan Hervás (Itineraria Hispana) va en la misma dirección porque el eje principal de las acciones dentro del al-Andalus era Córdoba-Toledo y porque el cruce de Sierra Morena es mas al Oeste "Camino de Aníbal". Mientras que las dos calzadas romanas de Toledo a Córdoba, por Torre de Abraham y por Calatrava, por Corchado, son hipotéticas, reconstituidos a partir de cañadas y caminos antiguos mezclados por tramos de distintas épocas. El camino que une Toledo con Calatrava aparece cuando la zona de los Montes de Toledo pasó definitivamente a poder de los cristianos, siendo calificado por los musulmanes como "camino antiguo".


Sección de la Torre de Abraham, enclave primordial en el camino de Córdoba a Toledo Edición de la imagen: Agustín J. Martin Sánchez. Arqueodigital  

Las grandes expediciones almorávides desde Andalucía se adueñan de localidades fortificadas, y a veces ciudades, siendo la regla de que los hombres fueran pasados a espada y las mujeres tomadas cautivas. Los almorávides no parecen haber querido conservar ninguna de las posiciones ocupadas por ellos durante un tiempo al norte del río Tajo y así parecen haber concebido el curso medio del Tajo, a ambos lados de Toledo, como una verdadera frontera donde la comarca de los Montes de Toledo estaba bajo su control. La instalación de tropas islámicas a un solo día de la ciudad no permite una verdadera colonización rural antes de esta última fecha, no evitando que los jinetes cristianos, constituido en "rincones", pudieran penetrar en la tierra del Islam.

El castillo de Arroba o fuerte "arrúbb" de origen musulmán se construye en torno al siglo IX-X y es abandonado a finales del siglo XII, dominaba todo el "campo de Arroba". Es una construcción de planta rectangular con tres torreones, sus muros están construidas de piedras cuarciticas trabadas en barro son de tres metros de altura. Las paredes norte y sur tienen una longitud de 25 metros de longitud y 3 metros de grosor. Las paredes este y oeste miden 30 metros y tiene un perímetro de 115 metros y un área de 800 metros cuadrados, su entrada principal esta situada en el sureste del recinto fortificado.

Plano del Castillo de Arroba de los Montes y según mapa de 1602 Plano realizado por Jesús Víctor García 

Al amparo del Castillo de Arroba se situaba una qarya o aldea musulmanas que fue abandonada junto el castillo a mediados del siglo XI, quedando aun restos de sus paredes y varias albercas para regar las huertas. La conjunción del hundimiento del poder almorávide en el Al-Andalus, la pujanza de los cristianos en el sur de la Península, la llegada de los mozárabes y de los judíos que permanecían hasta entonces en las tierras del Islam ante la llegada de los almohades, permitió, desde mediados de la década de 1140, acometer realmente la colonización rural en la región toledana con pequeños núcleos de población sobre aldeas abandonadas.

Alberca de un molino de sangre de la antigua qarya o aldea musulmana de Arroba foto: Jesús Víctor García

Pero este inicio de repoblación cristiana de la cuenca alta del Guadiana, es desafiado por el avance de los almohades, sin ser aun abandonada, es barrida en 1195 con la toma de Alarcos, cuando el campo toledano fue durante dos años sucesivos pisoteados por un gran ejercito. No solo fueron simples incursiones, como en la década de 1170, sino que retomaron las rutas y los objetivos de los almorávides a principio de siglo. La expedición de 592H/1196 que parte de Sevilla, asedia Toledo, cortando las vides y arboles, entre una semana y diez días, luego regreso a través de Dar al-Gara (¿Castillejo, Fontanarejo?) y a vuelta de Piedrabuena(Bitrabina).


El Morro del Castillejo (¿Dar al-Gara?) visto desde Arroba de los Montes foto: Jesús Víctor García

Nuevamente comienza las incursiones musulmanas en 1213-1214, tras la victoria cristiana de las Navas de Tolosa (1212), infiltrándose hasta el Tajo. Una incursión liderada por "el hijo del rey de Córdoba" supera el Tajo y vuelve cargado de cautivos y ganado, siendo alcanzado por los toledanos cerca del lugar de la Torre de Abraham, el 17 de septiembre de 1213. Los musulmanes vencidos, pierden su botín, pero matan a sus cautivos e incendian el monte.


"Vino fillo del Rey de Córdoba con Algaraves e con Algoces e con Andaluces e muchos peones adaragados e pasaron Tajo e corrieron e prisieron muchos cativos e cativas e mucho ganado. E exio el apellido de Toledo, peones e caballeros e ballesteros e alcanzaronlos en Fagabraen e lidiaron con ellos e arrancaron a los Moros e sagudieron la ganancia. Mas los moros mataron a los cativos e dieron fuego a la Xara e quemaron muchos moros e aduxieron a Toledo muchas lorigas e muchos caballos e muchas cabezas, días de Mercores en XVIII días de septiembre, era MCCLI"

Torre de Abraham, lugar de la batalla entre musulmanes y cristianos en 1213 Edición de la imagen: Agustín J. Martin Sánchez. Arqueodigital 

La repoblación del sur de los Montes de Toledo habrá de emprenderse de nuevo en la primera mitad del siglo XIII sobre las bases establecidas en la ultima parte del reinado de Alfonso VII, cuya nueva nueva colonización se desarrollará durante varios siglos en la vida rural de la region. Estas bases en la repoblación esta subordinada a una tarea estratégica fundamental de asegurar el mantenimiento de los propietarios urbanos, que velaran en la defensa de la ciudad y con la protección ante las expediciones islámicas del territorio.



LA REPOBLACION DE LA COMARCA DE LOS MONTES DE TOLEDO


Los montes de Toledo ha sido y es un enclave con muy poca población, en gran medida despoblada antes de la conquista cristiana a mitad del siglo XIII. Esta despoblación se debe a las condiciones geográficas muy difíciles y a la situación de frontera desde la reconquista de Toledo.


Tras la conquista de Toledo, se pasa del sistema de presura al de repartimiento, las administraciones reales de Castilla y Aragón participan en adelante en el proceso de colonización o repoblación acometidas a partir del siglo XII sobre la base de establecimientos de latifundios. Alfonso VII y sus sucesores otorgan importantes concesiones a los notables toledanos de terrenos sin un propósito claro de repoblación. En ocasiones, el soberano otorga la concesión de una villa o aldea entera a una sola persona o dos personas simultáneamente, generalmente soldados, cuyos servicios deben ser recompensados. Mas raros son los casos en que las concesiones reales de mediados del siglo XII estuvieran destinadas al establecimiento de pequeños propietarios rurales y residentes.


Las donaciones reales del campo toledano, atestiguan que los pobladores o supuestamente tales no están destinados a ser pequeños propietarios agrícolas, sino que son habitantes de la ciudad que viven en parte de las rentas que obtendrán de sus terrenos, al mismo tiempo de las rentas de sus edificios urbanos, y por supuesto, de las ganancias de la guerra contra los musulmanes. Los habitantes de las ciudades son los beneficiarios directos de las concesiones reales, acumulan las tierras que han sido concedidas como pobladores por los establecimientos eclesiásticos que los habían recibidos en primer lugar.


Así pues son los hombres establecidos en la ciudad, y ante todo los notables, los jefes militares, los grupos mozárabes y de los inmigrantes del norte, castellanos o franceses, los que reciben las donaciones de las tierras y no los colonos campesinos, esto se explica por la coyuntura militar de la segunda mitad del siglo XI.


Se intenta mantener o reconstituir la repoblación de la comarca de los Montes de Toledo con la estructura de un pueblo sobre las casas y fincas de la época musulmana que constituían las aldeas o qaryals. Estas instalaciones están dispersas en el terreno, labranza y viñas, reunidas en pequeños grupos de casas o caseríos donde los contratos de concesión de un terreno situado en una qarya prevé la posibilidad de hacer una construcción en este terreno. Las construcciones rurales no se corresponden con la cabañas o chozas, sino a corrales o recintos de piedras que constituyen una pequeña aglomeración y cuyo camino se comunica con la ciudad, siendo este camino la calle principal de la futura población, de hecho los habitantes vivían mas en chozas que en casas de teja.


La unidad de explotación y asentamiento rural esta formada en los documentos árabes por la qarya que según las traducciones castellanas se corresponde con la "aldea o villa". En realidad la qarya toledana del siglo XIII no puede ser considerada como un dominio o villa, aunque generalmente era compartida entre varios propietarios de la ciudad, no es un grupo de viviendas los suficientemente grande como para tener vida propia.


Empiezan a existir una comunidad aldeana provistos de bienes comunales y por tanto de "habitantes" en sentido pleno, a veces se usa la expresión "abl al-qarya" o "gente de la qarya" sugiriendo una propiedad colectiva. La identificación de un habitante como "residente en" o "de tal lugar" seguida de un topónimo, prueba que el hombre designado era un vecino. Se demuestra que el lugar estaba efectivamente poblado pero no jurídicamente porque sus vecinos no tenían títulos de derechos reales sobre los terrenos o las edificaciones del sitio.


Así en 1201, un tal Geraldo, poseía una viña en Daralviejo (El Castillejo en Fontanarejo) o "Dar al-Balyuh", donde se menciona junto a él, a don Álvaro "min al-Ruba'ivva" del "lugar de Arroba" dueño también de tierras de Daralviejo. Nos habla por primera vez de un poblado en Arroba de los Montes donde los habitantes viven pero no tienen la categoría de habitantes por no tener títulos de derechos reales sobre los terrenos o construcciones.


Las incursiones musulmanas y la climatología no favorecían el establecimiento estable en el sur de los Montes de Toledo, los Anales Toledanos describen los vaivenes climáticos en los años 1213-1214 que provocaron la huida, el despoblamiento de las aldeas de la ciudad y donde se armaron las aldeas, llamadas milicia toledana.

"En este anno fizo helada en October, e en November, de Diciembre, e enero, e Febrero, e non llovió en Marcio, ni en Abril, ni en Mayo, ni en Junio, e nunca tan mal anno fue, e non cogiemos pan ninguno, e fugieron los quintieros e armaron las aldeas de Toledo, Era MCCLI"


La qarya o aldea abarca un área bastante pequeña de extensión comunal, alrededor de 1000 hectáreas donde el sistema mejor de secano es la rotación bianual o un año sembrado y otro de barbecho. Años despues, importado por los colonos franceses, se transformaran en un sistema de cultivo de tres hojas.

El trabajo de una "yunta de bueyes" es la unidad utilizada para evaluar un área de terreno distribuidas en varios sectores de la qarya, los pequeños propietarios rurales eran dueños de unas 25 hectáreas de terreno correspondiente a la superficie útil de una yunta de bueyes. Mientras que las huebras es la cantidad de tierra que puede arar una yunta o pareja de animales de labor en un día. En la comarca de los Montes de Toledo abundan los topónimos de "Sierra de los Bueyes" indicándonos la labor que hacían estos animales

Labrador arando con vacas en Arroba de los Montes Archivo fotohistoria de Arroba

Por consiguiente, la numerosas cantidad de qaryals o aldeas al suroeste de los Montes de Toledo no indica una numerosa población durante los siglos XII-XIII y la mitad del siglo XIV. Solo hay una ocupación del terreno que se intento potenciar en el siglo XII tras el abandono de la población musulmana, de ahí la referencia que se hace en los fueros del emperador Alfonso VII.

Toledo crea un sistemas de ventas en sus Montes para comunicar las numerosas aldeas "nos paresce que cumple a nuestro servicio que las dichas ventas que se den a algunas personas para que las tengan bien adobadas e reparadas" y cuando no fuera posible encontrar a alguien que las cuide con la condición de mantenerlas en buen estado, será el municipio el que se encargue de reparar la casa o posada a sus cargo "et ella así y reparada que la tenga poblada e league las rentas de el arrendador o arrendadores que fueren de las rentas de los Montes e Extremos de Toledo " (AMT, Ord. 1400. A, P 153r)

La distribución de la propiedad de las aldeas o qaryals se realiza en fincas dentro del grupo familiar al entrar en el patrimonio de los participes en el reparto. En las aldeas no hay siervos sino campesinos poseedores de tierras que pueden heredad o enajenar, pero no son sus dueños en sentido pleno, porque su derecho de propiedad esta limitado por el pago de tributos y rentas "regalías" y con la obligación indispensable de residencia, que les impide disponer de sus bienes con total libertad, quedando "adscritos a la tierra". Aunque los poseedores concedan a los campesinos derechos reales sobre las tierras de cultivo o sobre los solares donde se construyan las viviendas, no les otorgan la autonomía a la comunidad aldeana ya que las autoridades de la qarya o aldea, alcalde y de alguacil, queda a la designación de los propietarios.

La aldea surge como sede de una comunidad que forman un Concilium, resuelve lo dispuesto por la ley y los problemas que surgen a nivel local como asignar al nuevo poblador, un lugar para construir una casa. Nada de esto se refleja en la documentación toledana, pero no se puede decir que las comunidades de las aldeas no existieran en la comarca toledana en el siglo XIII. "El común" no tiene archivos, ni la costumbre ya que el señor rural y el poder real no lo documenta pero sigue siendo inconcebible cuestionar su realidad no teniendo en cuenta su existencia.

Arroba de los Montes a finales del siglo XII con sus cercados que configuraran el futuro casco urbano según Jesús Víctor García
El sistema comunal era el centro de la organización social y productiva en los Montes de Toledo, característico en las zonas montañosas donde las actividades principales era la ganadería y el aprovechamiento de los recursos forestales .Las asambleas comunales de vecinos se reunían al aire libre ya que difícilmente se encuentra una casa común destinada a la celebración de reuniones del consejo hasta la segunda mitad del siglo XIV. La primera mención de una asamblea en una aldea se desarrolla el 10 de Febrero de 1360 en la aldea de Caudilla, donde seis habitantes se reunieron a campana tañida en el cementerio de la iglesia, según su uso y en nombre del ayuntamiento, se vende a un vecino del pueblo una casa situada en el pueblo perteneciente al común.

La presencia de paso de ganado trashumante en la zona de los Montes de Toledo se atestigua a partir de 1255, ordenando Alfonso X a los habitantes de la comarca de los Montes recoger solo dos montazgos, uno en el Milagro y otro en el Cijara. La presencia de ganado trashumante en 1370 en el área del Milagro, tenían una clausula que prohibía al labrador cobrar una asadura sobre el ganado de los habitantes de la ciudad, de sus vasallos, pastores y porquerizo con la consecuencia del paso de las ovejas libremente "quel arrendador nin otro por el non tome asadura de los ganados de los vesinos de Toledo nin de sus vasallos nin de sus pastores nin de sus porquerisos".

A mediados del siglo XIII se encuentra algunos privilegios que autoriza a los concejos aldeanos a elegir sus oficiales de justicia o aportellados o "aportellados" en los pueblos limítrofes comprados en 1246 por Toledo, como los Yébenes, Puebla de Alcocer y posiblemente, Arroba, donde algunos de los habitantes de Arroba tienen la consideración de jinetes formando parte de la Milicia Toledana.. "La posada del Portezuelo, que de los caballeros de Arrova... " AMT, Ord. 1400 A leg. 127 r. Siendo la concesión mas amplia a unos concejos lugareños, en cuanto a sus funciones. "otorgamos que vos el concejo del dicho lugar que escojas e hagades dos alcaldes e un alguazil cada año de los mejores hombres dende que lo sean por nos, e si por un año...".

Topónimos relacionados con el Castillo de Muro o Moro (hisn Mirus) y el Castillo de la Celada (al-Qasimsegún Jesús Víctor García 

Los conquistadores castellanos se establecieron en núcleos de asentamientos sobre los castillos heredados de la época islámica, desapareciendo rápidamente ante el avance cristiano hacia el sur. El castillo de Muro (Moro) o "hisn Mirus" situado cerca del Vado de Arroba sobre el rio Guadiana y al lado de un paso natural de la parte sur de la comarca de los Montes de Toledo, ocupada por la actual vía pecuaria de la "Vereda de Fontanarejo".
Vado de la Barca con su pasaderas de piedras "Poldras" lugar del cruce del camino musulmán de Córdoba a Toledo foto: Jesús Víctor García

El castillo de Muro o Moro, citado en el siglo XI por al-Bkri, entre las dependencia de Mérida en la forma "hisn Mirus", mientras en el siglo XII-XIII registra "Miilus" como nombre de un "hisn", en el distrito de "al-Qasim" (La Celada), dependiente de Toledo, este se sitúa en el Castillo de la Celada en Arroba de lo Montes.

Pared norte de piedra del Castillo de Muro (hisn Mirus) foto Jesús Víctor García

Es castillo de Muro o Moro (según el Bullarium de Calatrava, pp 130-134), en declive , depende en el siglo XII-XIII del distrito de la Celada "al-Qasim" dependiente del Toledo. Este castillo de la Celada esta situado en la Sierra de Arroba, dominando el Estrecho de las Hoces del Rio Guadiana.

Pared norte del Castillo de la Celada "al Qasim" de Arroba de los Montes foto: Jesús Víctor García

En el mapa de 1602 delimitando Toledo, Béjar y Calatrava aparecen el castillo de la Celada junto con el mojón de Torre de Juan Perdiguero de 1269, dando nombre a este el topónimo de "Morro del Perdiguero", mientras que ha sus faldas a quedado el topónimo de "Umbría de la Celada".

Castillo de la Celada "al Qasim"  y Torre de Juan Perdiguero en la Hoz del Guadiana en Arroba de los Montes Deslinde de Toledo, Béjar y Calatrava 1602, recorte y subtítulos: Jesús Víctor García.

Perdiguero va asociado a "Juan Perdiguero" que posiblemente seria el constructor de los numerosos mojones del deslinde de 1269 entre Toledo y Calatrava, reflejándose en numerosos topónimos en la comarca, situado en Arroba de los Montes (Morro Juan Perdiguero), Puebla de Don Rodrigo (Torre de Juan Perdiguero) y Villarta de los Montes (Arroyo Perdiguero).

Torre de Juan Perdiguero al lado del Castillo de Muro, otra torre esta en el Castillo de la Celada, el topónimo esta indicado en el Mapa del deslinde de Toledo, Béjar y Calatrava en 1602.


Arroba es sin duda alguna la población mas antigua del sector sur de los Montes de Toledo donde hay una persistencia desde la época antes de la reconquista, conociéndose en la época musulmana como "Ar-roub". Es un vocablo del hispanoárabe "arrúbb", este termino, a su vez procede del árabe clásico "rubb", de ahí que los musulmanes llamara al fuerte "Arrob" por su rica y abundante miel. Muchos autores confunden con el vocablo "arrúb الرُّبع ", este termino procede del árabe clásico "rub رُبع ", significando "cuarta parte" cuyo nombre paso a la unidad de peso castellana "arroba". Cabe destacar que queda aun nombres relacionados con este termino como Las Arripas, Sierra de las Mieleras, etc.


Con la denominación de "Campo de Arroba" se incluyo en 1214 en la delimitacion del territorio atribuida al castillo del Milagro. Así en 1201, un tal Geraldo, poseía una viña en Daralviejo (El Castillejo en Fontanarejo) o "Dar al-Balyuh", donde se menciona junto a él a don Álvaro "min al-Ruba'ivva" del "lugar de Arroba" dueño también de tierras de Daralviejo. Nos habla por primera vez de un lugar habitado en la actual Arroba de los Montes donde los moradores viven pero no tienen la categoría de habitantes por no tener títulos de derechos reales sobre los terrenos o construcciones.

Extensión del "Campo de Arroba" según la delimitacion del territorio atribuido al Castillo del Milagro en 1214 mapa de Jesús Víctor García

La vida en el pueblo no puede concebirse sin animales como los asnos, mulas y vacas, que proporciona la fuerza motriz para los trabajos agrícolas de sus cultivos donde se ubica su dehesa boyal reservada para los bueyes. Un testigo citado por Toledo en 1400 aproximadamente, vecino de Arroba de los Montes vio, antes de 1445 a los rebaños de los habitantes de la ciudad recorrer el territorio "andar en los dichos términos", este mismo guiaba cerdos durante el periodo de engorde en tierras de Villarta de los Montes, no pagando tasa ninguna. Según la antigua tarifa de peaje del Milagro establece el gravamen de un animal por cada piara de cerdo que entre a pastar en el territorio a comer bellotas de encina "de los puercos que entreren a monter, de cada manada un puerco, derechos de los cuales son exentos, como todos los demás, a los habitantes de la ciudad y a su vasallos".

La agricultura era una actividad poco importante con un aprovechamiento extensivo mediante "roza y quema" ante lo agreste del terreno y la baja densidad de población. Este sistema de rozas "romper el monte" perduró hasta finales de la Edad Media, en ocasiones hasta el siglo XIX en Arroba en las abundantes pedrizas. En primer lugar se iniciaba la corta de la vegetación del monte para posteriormente pegarlo fuego y enterrar las semillas con las pezuñas de las cabras y ovejas haciendo cercados de montes a su alrededor (bariles).

Las bellotas son utilizadas para la nutrición humana en nuestro pueblo debido a la presencia de pequeños molinos y molederas existentes en nuestro termino. Se menciona en los textos árabes en la region del al-Andalus no lejos de los Montes de Toledo y actualmente se practica en el Magreb. Ibn al-Awwam detalla las operaciones que se llevaran a cabo para utilizar la bellota en la alimentación humana, en particular para hacer pan.


Molino y moledera para hacer harina de bellota en Arroba de los Montes foto: Jesús Víctor García

Junto con otras diversas formas de cría, la de las abejas para la producción de miel es probablemente la principal riqueza de los Montes de Toledo, esta fue objeto de un interés constante por los propietarios urbanos de la ciudad de Toledo. Los propietarios urbanos de colmenas se agrupan para fundar una asociación el 13 de agosto de 1302 para proteger sus intereses, siendo los mancebos, que residían en el sitio, los responsables del cuidado de las colmenas "os los vecinos de Toledo, los vecinos de Talavera e los vecinos de Villa Real que algo habemos en los montes... cuando las tierras de Toledo y Talavera pasan a la tierra de colmenas, la Villa Real que cuantos mancebos hay en los puestos que van con ellos".

Losados de "corchos" de abejas en Arroba de los Montes foto: Jesús Víctor García
Los principales propietarios de colmenas son urbanos de la ciudad de Toledo, son mas numerosos que los de las aldeas, aunque estaban a sus disposición los recursos de los montes. Estos colmenares en Arroba existieron antes del año 1400, "la posada de Espinoso, que es los de Martin Domingo de Arrova". (AMT, Ord. 1400 legajo 128). La corteza de alcornoque se utiliza para la fabricación de colmenas, de manera que el termino corcho, es sinónimo de colmenas con abejas. En el siglo XII, el sevillano Ibn al-Awwam, en su tratado de agricultura, escribe que algunos lo fabrican con la corteza el alcornoque, llamadas "anáb".


DELIMITACIONES EN EL SIGLO XII DE LA ZONA SUROCCIDENTAL DE LOS MONTES DE TOLEDO

La primera delimitacion de este sector en 1189 por Alfonso VIII, es bastante vaga, cuyo objetivo en este documento no era definir territorios sino ámbitos de influencia para futuras adquisiciones territoriales que con el acuerdo de 1269 se delimitan espacios de usos y aprovechamientos por parte de las poblaciones.

Deslinde de 1246, zona sur de la venta de Fernando III a la ciudad de Toledo según Jesús Víctor García

El 5 de febrero de 1209, Alfonso VIII entrega a Alfonso Téllez un territorio abierto al sur de los Montes de Toledo, sin precisar sus limites, solo al este hacia Toledo y al oeste, hacia Talavera. Este territorio permitía su expansión a expensa de los musulmanes " usque ad paganos quantus potueritis adquiriere". La marcha de Alfonso Tellez hacia el Guadiana por los montes supone una usurpación del territorio atribuido al arzobispo por la cedula de 1214, obteniendo de Alfonso Tellez la cesión de toda la parte sur de sus posesiones, dando al arzobispo Jiménez de Rada los castillos que pobló la frontera sarracena.
"...et omnia loca que infra hos limites continentur, scilicet, serra Dominci Alhaquim, et campi de Arrova et de Alcoba, et robredum de Migael Diaz, et sotellum de Guter Suarez, et navas de Sancho Semeno..."

Limite de 1264 en el pacto de Toledo y Córdoba, coincidiendo con la actual "vereda de Fontanarejo" se detalla Pelay Ibáñez, Despiernascaballos y Los Frailes. Mapa editado por Jesús Víctor García.
En Julio de 1264, el rey sanciona el pacto entre Toledo y la Orden de Alcántara, se reserva el derecho de Córdoba, de hecho, esta ciudad, sobre la zona dan lugar a un acuerdo con Toledo, aprobado por el soberano en 1264.
Las dos villas trazaron una linea partiendo de la Cabeza de Amasatrigo, el actual cerro de Masatrigo, pasa por la sierra de Mojarraf, alcanza el rio Siruela al que sube Agudo, y finaliza en el puerto de Despiernascaballos y las Navas de Pelay Ibáñez, situado al pie de este collado y a las orillas del Guadiana, en este ultimo lugar debe establecerse un centro de población común y sirviera de mojón entre ambas ciudades. "et de Agudo al puerto de Despiernacaballos, et a las Navas de Pelay Ibáñez, que es al pie de este puerto, et tovieron por bien de facer una puebla en este logar, que la ovieren comunalmente amos los concejos, et que fuese mojón entre ellos, et dixeron nos, que esto era en ribera del Guadiana, et del Guadiana arriba tovieron por bien que fuesen los mojones por aquellos logares que dicen los privillegios de un concejo et del otro, fasta el termino de los Freyles, ..."

Esta puebla desaparece unos años despues con el amojonamiento del año 1269, mientras que el núcleo poblacional de Arroba de los Montes se revitaliza a partir de esta fecha por el repliegue mas al sur del limite entre la ciudad de Toledo y la Orden de Calatrava.

Plano del Castillo de Muro o (¿Moro ?)(hisn Mirus) realizado por Jesús Víctor García

En la actualidad la linea coincide con la actual vía pecuaria llamada "Vereda de Fontanarejo" donde el puerto de Despiernascaballos corresponde al Puerto del Rocín o Malpasillo, la Navas de Pelay Ibáñez corresponden al Raso de Valdeibañez, y los Frailes a la actual Sierra de los Frailes con un barranco denominado del Muro, señalando la proximidad del Castillo de Muro en este camino.

Desde las Navas de Pelay Ibáñez el limite debe unirse al territorio de Calatrava en conformidad con los privilegios que poseían las dos ciudades. No se conoce copia original o medieval del documento, las versiones publicadas son de M. González Jiménariz, diplomático andaluz de Alfonso X, MHE 1,p. 212-213).

Jesús Víctor García en la antigua puebla de Navas de Pelay Ibáñez, indivisa entre Toledo y Córdoba en 1264 
El Puerto de Despiernascaballos se menciona en la primera mitad del siglo XIV, nos permite situarlo sobre el Guadiana, entre Arroba de los Montes y Puebla de Don Rodrigo, entre el Puerto del Rocín y Malpasillo. En el libro de Montería, libro III, cap., pág., 230 indica" la Sierra de Chueca y la Cabeza de la Fuente de la Figuera es todo un monte (...) Y su cansancio vocerias (...) et la otra por allende del rio de Guadiana (...) Et son las armadas (...) et la otra en el encinarejo de Despierna Caballos.
Malpasillo o "Despiernascaballos" subiendo al puerto del Rocín en la Vereda de Fontanarejo foto: Jesús Víctor García

Habría que preguntarse que títulos podía contar Córdoba para expandirse tanto hacia el norte, ya que el acuerdo de 1264, se refiere a los privilegios de ambas partes al respecto :" et de Guadiana arriba tovieron por bien que fueran los mojones por aquellos logares que dicen los privilegios del un concejo et del otro, fasta el termino de los Freyles". Córdoba quizá invoco el privilegio otorgado por Fernando III, el 24 de Julio, y que le otorgaba los castillos de Almodóvar, Obejo, Chillón, Santa Eufemia, el castillo y la villa de Gahete, la villa de Pedroche y el castillo de Mochuelos, excluyendo la mina de Chillón. Una década siguiente, Córdoba abandono la acción en esta zona y dejando frente a Toledo y la Orden de Calatrava, mencionada en el deslinde de 1269.

Deslinde de 1269 entre Toledo y la Orden de Calatrava correspondiente al actual termino de Arroba de los Montes mapa editado por Jesús Víctor García 

En 1269 se firma un Convenio entre en Toledo y la Orden de Calatrava, esta presenta sus títulos consistentes en un privilegio de Alfonso X, confirmando por Alfonso VIII y Toledo presenta, en primer lugar la donación y delimitacion del Castillo de Milagro en el año 1214, este texto esta resumido en castellano y se añade "Las Navas de Pelay Ibáñez" en numeración de lugar indicado.

"et los villares antiguos, que entre sus términos se contienen, et es a saber, la sierra de Domingo Alhaquim, et campo de Arroba, e de Alcoba, e el Robredo de Migael Diaz, e el sotiello de Gociel Suarez, e las Navas de Sancho Ximeno e las Navas de Pelay Ibañes"

Estos villares antiguos son un indicativo de presencia musulmana en espacios amplios donde se localiza la población dispersa por los montes de Toledo. Estos poblamientos dispersos por la comarca formarían parte de primitivas unidades de aprovechamiento apícola que darán lugar a aldeas o pueblos.

Cruz pintada de negro  con la fecha en la parte superior izquierda de la fecha de 1269 en la Sierra de Arroba de los Montes, marcando el deslindamiento entre Toledo y la Orden de Calatrava en 1269 foto: Jesús Víctor García
La linea de demarcación establecida de común acuerdo, parte del Guadiana y no por el vado de Figuera en las Estimillas, saliendo desde el desfiladero del Rio Guadiana "la Foz de Guadiana, a la torre de Juan Perdiguero" en el Estrecho de las Hoces en Arroba de los Montes. Aguas arriba el territorio y el rio pertenecen a Calatrava, aguas abajo para Toledo, desde el limite sigue la cresta de la sierra, dejando Arroba y su "castillo, toda Arroba e con su castiello" y que el castillo nunca sea poblado.

Castillo de Arroba y Castillo de la Celada en un mapa de 1602 delimitando Toledo, Béjar y Calatrava recorte y subtítulos por Jesús Víctor García.

Cada una de las dos partes renunciaron en 1269, a una fracción del territorio que podían reclamar hasta entonces en virtud de los títulos que poseía, abandonando Toledo, su parte sur de la linea trazada en el acuerdo. Esto explica la desaparición en la documentación toledana posterior de cualquier topónimo atestiguados en la primera mitad del siglo XIII. Lo curioso es que en la delimitacion de Milagro en 1214 cita territorios y en la Compraventa de 1246 da una relacion de núcleos de poblamiento y sus aldeas.

"Con todo aquello que en la carta porque el rey compró del arzobispo dice: e con todos los castiellos e las aldeas, Miraglo e la Torre de Toiahabraham e Moro e Acijara e Peña e Alcocer e Pulgar e Peñaguilla e Corral de Martin García e Dos Hermanas e Cidiniella e Malamoneda e Ferrera e Peñafor e a Yébenes e San Andrés e a Santa Maria de la Nava e Marializa e Navarredonda con todos los villares e con todo los castiellos e pobladores que entre estos términos yace (...) que sea e mojon va a la Foz de Guadiana a la Torre de Joan Perdiguero" 2 de Mayo de 1268, Bullarium de Calatrava.

Despues de 1269 no existe un deseo de repoblación por parte de la ciudad de Toledo en el interior de sus montes, por lo contrario las dos partes tiene un consenso para limitar el poblamiento del área para preservar una futura explotación ganadera, incluso para prever la eventual destrucción de nuevas poblaciones iniciadas o existentes.
"...e que los de Toledo non fagan puebla ninguna en todos estos términos que con la Orden parten, ellos ni otro por ellos, salvo Miraglo e las pueblas que son fechas. E otrosí que la Orden, ni otro por ellos, non fagan puebla ninguna en todos los extremos que con Toledo parten, salvo Moriellas, que es poblada. Y si la Orden o los de Toledo en estos extremos que en uno partieron, quisieren facer casas o chozas para sus colmenares o para sus lasas o para recaudar sus derechos de las tierras, que las fagan cada uno en su parte, mas que non labren por pan, porque los extremos non minguen...".

Toledo potenció los asentamientos para vigilar las fronteras del sur de los Montes, jugando Arroba un papel similar a la Puebla del Alcocer y los Yébenes. "otrosí que los de Toledo on fagan puebla puebla ninguna en todo estos términos que con la Orden parten ellos ni otros por ellos, salvo Miraglo e las Pueblas que son fechas. E otrosí que la Orden ni otro por ellos non fagan puebla ninguna en todos los extremos que con Toledo parten, salvo Moriellas que es poblada".
Este acuerdo no lo cumplió la Orden de Calatrava, fundando años despues el poblado de "Cuevas del Guadiana" y tras el abandono de este, la actual Puebla de Don Rodrigo ante la presión territorial de la ciudad de Toledo.

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