ASESINATO DE UN ALCALDE EN FONTANAREJO EN LA EDAD MEDIA

MARÍA DOLORES FERNÁNDEZ MARTÍN

PLEITO DE ISABEL GARCIA, VIUDA DE PEDRO FERNÁNDEZ DE BODAS CONTRA ANTONIO RUIZ Y SU PADRE, FERNANDO RUIZ EL VIEJO, FERNANDO RUIZ EL MOZO Y MATEO MUÑOZ, DE LA MISMA VECINDAD SOBRE ASESINATO DEL DICHO PEDRO FERNÁNDEZ DE BODAS, ALCALDE ORDINARIO DE DICHO LUGAR.

inicio del documento juridico

La noche del 2 de febrero de 1590 algunos mozos de Fontanarejo juntos y en cuadrilla andaban tocando y cantando por las esquinas del pueblo e inquietando a las jóvenes, molestando y haciendo tal escándalo que el alcalde Pedro Fernández de Bodas mandó prenderles y meterles presos.(parece ser que en esta epoca, el pueblo de Fontanarejo celebraban la fiesta de la Candelaria)


Volvía éste a su casa hacia las 9 de la noche, después de visitarles, con su vara alta de justicia en las manos, acompañado del escribano, cuando llegando a la misma, fue apedreado por detrás por varios sujetos sin hablarle ni decirle nada, de tal forma que una de las piedras que le tiraban le dio en la cabeza derribándole al suelo.

Después de que el alcalde ordinario Francisco de Montemayor hiciera averiguaciones, recibiera información de testigos y tomara declaración al herido,  fueron apresados Antonio Ruiz, Fernando Ruiz el Mozo, Fernando Ruiz el Viejo y Mateo Muñoz, vecinos de Toledo y herederos en este lugar de Fontanarejo. Este alcalde remitió la causa a Martín Alonso de Herrera,  Fiel del juzgado de los Propios y Montes de la ciudad de Toledo y mandó llevar  a los presos así como la información recogida a esta ciudad.

Mapa del termino de Fontanarejo en 1827

No era seguro que fueran ellos, sino que tenían sospechas por tener enemistad el alcalde con Fernando Ruiz el Viejo al que  pretendía echar de Fontanarejo. Aún en el supuesto de que hubiesen sido, no lo mataron, ya que la herida no fue mortal según los cirujanos que le curaron y  Pedro Fernández de Bodas “había  andado bueno y sano por Toledo, cubierto de pelo y trabajaba y andaba como hombre sano que estaba”.

Además Pedro no había muerto de la pedrada, prueba de ello era que vivió luego más de cuatro meses desde de la pedrada y había ido después a Toledo desde Fontanarejo y a otras muchas partes y decían se había muerto de un exceso muy grande que había hecho caminando en verano, a mediodía de una calentura que le había dado y enfermedad que había habido entre los lugares de Fontanarejo y Toledo.

No había pruebas ni testigos que dijesen haber visto tirar la pedrada. No se había podido averiguar la verdad por ser una noche oscura y a pesar de haber reunido en el pleito más de 40 testigos y haberse hecho diligencias durante 9 meses enteros. Al parecer,  todos los mozos del lugar de Fontanarejo tenían costumbre de andar tirando pedradas de noche por las calles.

La sentencia del Fiel del Juzgado de 22/9/1590 condenó a Mateo Muñoz a 2 años de destierro de Fontanarejo y de los demás lugares de los propios y Montes y a pagar 2000 maravedís y a Antonio Ruiz otros 2 años de destierro y 6000 maravedís.

Un hombre y una mujer que iban a Fontanarejo se encontraron con el mozo que decía haber descalabrado al Alcalde y que éste le había mandado prender y apresado; soltándole después sin dar parte al Fiel como era obligado, por eso Antonio Ruiz y Mateo Muñoz estaban presos sin culpa desde había más de un año y el alcalde, Pedro Fernández de Bodas invitaba a comer y a beber a testigos para que jurasen a su favor y a los que decía no saber nada les amenazaba con llevarles presos a Toledo, ya que era hombre que ejecutaba sus amenazas y al que no hacía lo que quería le perseguía y molestaba. Por eso pidieron la absolución de los acusados y revocación de la sentencia del Fiel en la Real Chancillería de Valladolid.

Visto por los alcaldes del rey en la corte y chancillería de Valladolid, éstos mandaron soltarles dando fianzas y pronunciaron sentencia  absolutoria en Valladolid el 21/11/1591,  con costas.

A pesar de no ser condenados como culpables y de haber pasado Antonio Ruiz y Mateo Muñoz un año en la cárcel de Toledo, deben pagar a la viuda, Isabel García e hijos Diego y María,  51.011 maravedís.

Real Audiencia y Cancillería de Valladolid.Registro de Ejecutorias, caja 1704,44 Legajo 0861.

NOTA: "los apedreos fueron hasta hace poco típico de los niños del Campo de Arroba, todo empezaba con dos grupos de chavales que se enfrentaban tirando piedras unos a otros;  terminaba cuando uno de ellos es golpeado por algunas de las piedras en la cabeza,  de manera tacita cada uno regresaba a su casa como si no hubiera ocurrido nada"