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jueves, 22 de julio de 2021

MICROBONALES DE LA SIERRA DEL HONTANAR EN ARROBA DE LOS MONTES

 JESUS VICTOR GARCIA

Por el Decreto 25/2003 de 11-03-2003 de la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente de Castilla la Mancha se declara la Microrreserva del Bonal del Hontanar. Es declarada espacio protegido por la rareza y vulnerabilidad de su hábitat, así como por albergar a numerosas especies de flora protegida regional. Esta microrreserva junto con las turberas y bonales colindantes forman un TODO al formar un hábitat completo y la desaparición de uno solo de estos espacios afectaría irremediablemente a todos su conjunto.

Vista desde el Hontanar de los microbonales de las Charquillas y Chorlito en Arroba de los Montes ( foto Jesús Víctor García)

Se comienzan a elaborar en 1999 un inventario de los bonales de la comarca. El inventario detalla, además de la microrreserva del Hontanar, mas de una docena de microbonales, turberas y fuente de las Charquillas, los Aguilares, Chorlito y los poyales de Casasola.

Sierra del Hontanar en Arroba de los Montes (foto Jesús Víctor García)

En su informe aportan una abultada y valiosa información sobre el estado de conservación y la flora del gran numero de bonales, casi un centenar(CABRERA&FLOX,1999-2000). Este inventario supuso el punto de partida para el desarrollo del proyecto subvencionado por la Junta “Caracterización florística y ecológica de los bonales de Ciudad Real y planes para sus conservación como microrreserva”(GARCIA RÍO,2000).

El afloramiento del nivel freático forma charcas permanentes en la Sierra de Hontanar (Foto Jesús Víctor García)

El Bonal (bohonal, cejo, trampal, poyal) es un termino que no viene reflejado en los diccionarios, los habitantes de la comarca de los Montes de Toledo conocen bien su significado y de hecho, forma parte de los topónimos locales como el trampal del Portijuelo, trampal de la Baña, poyales de Casasola... en Arroba de los Montes.

Un Bonal es un encharcamiento permanente o no, donde el agua fluye de manera muy lenta contribuyendo a que el terreno esté con una humedad muy alta permanente de tal manera que si no existiera este fenómeno la vegetación se extinguiría irremediablemente (vegetación clímax).

Los típicos “reveníos” formación característica en la Sierra del Hontanar en Arroba de los              Montes  (foto Jesús Víctor García)

En estos terrenos encharcados los restos de los seres vivos nos se mineralizan rápidamente y tiende a acumularse. La escasez de oxigeno y el pH del suelo de estos terrenos pantanosos contribuyen a una serie de procesos que transforman los restos orgánicos en turba. Las áreas donde se forman o yace la turba se denominan turberas y a la flora asociada a las mismas se le llama vegetación turbófila.

Los bonales no corresponden a un único tipo, al contrario, representan a una gran diversidad de ecosistemas que solo tienen en común en ser una zona húmedas situada en terrenos silicios, pero unos están situados en ladera, otros tienen características de autenticas turberas, otros no poseen esfagnos, etc.

El Bonal, su valor ecológico y cultural

-El Bonal participa en la fijación del carbono atmosférico y la regulación del clima local, además, gracias a la simbiosis de cierto grupo de bacterias y hongos del genero rizoma con las raíces del mirto de brabante y la escobillas (Érica tetralix) y en general las especies leguminosas fijan del nitrógeno atmosférico, mejorando la fertilidad de estos suelos.

-Son lugares utilizados por los animales salvajes y la ganadería local con marco para su reproducción, campeo, baño, bebida y descanso. En el Bonal de la Sierra del Hontanar es frecuente ver el campeo de las Águila Reales e Imperiales en los meses de mas calor.. Existen una anécdota por la que una vaca fue tragada por ojo de la microrreserva y los habitantes del pueblo tuvieron que sacar al animal con sogas. 

Sirven como depósitos de reserva de agua contribuyendo al suministro de agua a otros ecosistemas colindantes filtrando y depurando el agua. 


Complejo lagunar permanente de los Poyales de Casasola en la Sierra del Hontanar (foto Jesús Víctor García)

-A pesar de su tamaño, debido a su humedad permanente, convierte a los bonales en elementos paisajísticos en medio de un territorio influido por el clima mediterráneo.

-Algunos bonales contienen abombamientos turbosos o mamelones, como el de la Sierra del Hontanar, un tipo de formación de gran interés geomorfológico y botánico.

Abombamiento turboso o mamelones de Sphagnum denticulatum en los Aguilares
                                                       (foto Jesús Víctor García)

Albergan hábitat de protección especial por eso para la Unión Europea tiene un interés prioritario de conservación.                                                                                                   

-Las condiciones ecológicas existente en los bonales han forzado la aparición de adaptaciones curiosas en los vegetales, tales como el insectivorismos(Pinguicula Lusitánica), fijación del nitrógeno atmosférico y el almacenamiento de agua (Sphagnum spp.)

-Concentran en un pequeño espacio a muchas especies de flora protegida regional y además son los medios preferidos de ciertas especies que sin estar protegidas estas resultan muy raras y escasas en la provincia de Ciudad Real.

Scorpiurus vermiculatus en los poyales de Casasola en Hontanar (foto Jesús Víctor García)

-La perdurabilidad de los granos de polen existentes en las capas de la turba de los bonales no pueden ayudar a comprender el paleoclima y la evolución de la cubierta vegetal, su poblamiento y su uso histórico (Paleobotánica).

-Interés pedagógico y cultural ya que al tratarse de ecosistemas de muy fácil delimitación sirve para dar a conocer y conservar a las futuras generaciones. Esto repercutirá en el turismo y para promocionar a pueblos aislados históricamente.

Cabe señalar la importancia de las turberas y microbonales del Hontanar en Arroba de los Montes, ya que las mayorías de las turberas de esfagnos se concentran en la mitad norte de España y el hecho de que el pueblo de Arroba conserve turberas abombadas es un valor añadido de gran interés. 

Cabe señalar que las turberas abombadas de tipo ómbrotropico existen en lugares de alta pluviometría y baja evaporación por lo que en España solo puede encontrarse en la rasa litorales de Asturias, Cantabria y el País Vasco, sin embargo, las turberas freatóficas como la nuestra, son algo mas frecuente y se conocen en las zonas altimontaña de la Cordillera Cantábrica.

Conjunto de turberas del bonal de los Aguilares en la Sierra del Hontanar (foto Jesús Víctor García)

Teniendo en cuenta lo anterior nuestra turbera abombada es la mas meridional de Europa, las situada a cota mas baja de España y las únicas que existen en Castilla la Mancha y son las que tienen los mas abombamientos mas grandes de unos 3metros.

EL MEDIO FISICO

Situación Geográfica

Los bonales de la Sierra del Hontanar se encuentra en la comarca de los Montes de Toledo, dentro del termino municipal de Arroba de los Montes, perteneciente a la provincia de Ciudad Real. Se sitúa en el piedemonte de la Sierra del Hontanar junto a la fuentes, manantiales y turberas del Hontanar a unos 680 metros de altitud.

Los bonales y turberas de la Sierra del Hontanar son un conjunto de pequeños encharcamientos en ladera alimentados por varios nacederos difusos, en forma de abanico, con encharcamiento superficiales permanentes.

                Vista general del bonal y turberas de los Aguilares (foto Jesús Víctor García)

Estos bonales forman parte de los muchos nacederos que tiene la Sierra de Hontanar, en esta sierra en la parte orientada hacia el oeste surgen nacederos, como la fuente de la Barcina, trampal del Portijuelo, fuente de las Charquillas, fuente del Chorrito, etc.; y además justifica su significado de HONTANAR como lugar relacionado con “fontana” lugar donde surgen muchas fuentes.

Geología de la microrreserva del Hontanar

Los bonales forman parte de la comarca de los Montes de Toledo se encuentra en la zona noroccidental de la provincia de Ciudad Real. La forman un conjunto de serranía paleozoicas de una altitud media de 800 m. Limita al norte con los Montes de Toledo, al oeste con Badajoz, por el sur con el río Guadiana y con el este con el Campo de Calatrava que por lo general se encuentra muy accidentada por diversas de naturaleza cuarcitica, es un modelado típico apalechense.

El Bonal de la Sierra del Hontanar se desarrolla en la estructura del anticlinal de Arroba-Navalpino, del que también forman parte las sierras de Navalajarra, Bigotera, Hontanar y Guindos. La Sierra del Hontanar discurre en una orientación N-S a lo largo de unos 8 kilómetros aproximadamente donde su cota mas alta es de 865 metros. superficie

En la Sierra del Hontanar afloran materiales precámbricos, paleozoicos, terciarios y formaciones superficiales cuaternarias. De esta maneras las litologías fundamentalmente son limolitas, grauvacas, conglomerados, cuarcitas, areniscas conglomeraticos y pizarras.

Sobre las formaciones superficiales cuaternarias se forman abombamientos turbosos en la Sierra del Hontanar (foto Jesús Víctor García)

En el ámbito edáfico, el bonal se asienta sobre gleysoles, un tipo de suelo formado a partir de materiales poco consolidados que presenta propiedades hidromórficas dentro de una profundidad de 50 cm a partir de la superficie.

Datos climáticos de los bonales y turberas del Hontanar

Los datos climáticos proporcionado por la estación de Arroba de los Montes son los siguientes:

-Temperatura media 15,2ºC

-Temperatura media de las máximas del mes mas frío 10,2ºC

-Temperatura media de las mínimas del mes mas frío 1,9º C

-Precipitación media anual 621,4 mm.

-Precipitación media mes mas lluvioso(Diciembre) 93,2 mm.

-Precipitación media mes menos lluvioso(Julio) 8,6 mm

Si nos atenemos a la clasificación bioclimática de RIVAS MARTINEZ (1987), la zona donde se ubica los bonales de la Sierra del Hontanar está dentro del piso mesomediterraneo medio subhúmedo de inviernos frescos. Se observa una pluviometría media superior a 600 mm, y que presentan una variabilidad interanual importante donde se presenta años muy lluviosos frente a otros muy secos. De todos modos el clima general influye poco o nada en el Bonal que en la vegetación circundante.

El clima de esta zona es muy representativo del predominante en la Meseta Meridional templado mediterráneo de matiz continental, mas atenuado en esta zona. Sin embargo la configuración del relieve en relación a los flujos dominantes de viento y humedad, producen variaciones climáticas de carácter local siendo un poco mas húmedo en verano y un poco mas suave en invierno.


GEOLOGÍA Y GEOMORFOLOGÍA DE LOS MICROBONALES

A escala regional, la zona de estudio se sitúa en los Montes de Toledo, esta unidad está formada por sierras de orientación similar labradas en materiales de naturaleza cuarcitica. Orográficamente se caracteriza por la presencia de sierras y pequeños macizos con una dirección predominante de NO-SE y E-O que se extiende por Toledo, Ciudad Real y Badajoz.

El relieve de la Sierra del Hontanar se caracteriza por estar altamente influenciado por la estructura plegada del zócalo y por la presencia de materiales altamente resistentes a la erosión. Coexisten materiales muy antiguos (precámbrico y paleozoicos) con otros mas modernos (terciarios y cuaternarios) no estando representados materiales de la edad mesozoica. La existencia de superficie de piedemonte es un rasgo fundamental, estando la red fluvial actual.


Hypericum Tomentosum en poyales de Casasola en Hontanar en Arroba de los Montes  (foto Jesús Víctor García)


Encajada sobre las mismas; entre ambas, se sitúan diferentes generaciones de glacis que sirven de enlace entre estos niveles. El proceso de encajamiento de la red fluvial es probable que continúe en la actualidad, con la consiguiente degradación de la raña, este proceso es llamado por los habitantes locales como “poyales” y topónimos como “los poyales de Casasola” o “el Poyal”. Los depósitos coluviones relacionados con etapas mas frías Cuaternarias tapizan las laderas al pie de los relieves.

La Sierra del Hontanar esta formada por materiales metamórficos y detríticos pertenecientes al Ordovícico inferior que se disponen de manera discordante sobre los sedimentos precámbricos. De esta manera, los sedimentos detríticos precámbricos constituidos por limolitas, pelitas, grauvacas y conglomerados, ocupan zonas deprimidas al pie de los relieves cuarciticos, estando parcialmente recubiertos por sedimentos pliocenos(rañas) y depósitos de ladera cuaternario.

Naciente norte de las Charquillas sobre la fractura del zócalo de la Sierra del Hontanar en Arroba de los Montes (foto Jesús Víctor García)

Hidrogeológicamente los diversos materiales y formaciones superficiales existentes presentan comportamientos diferentes. De esta manera, los materiales pizarrosos y cuarciticos del Paleozoico y Precámbrico tienen un comportamiento impermeable. Sin embargo, la alta fracturación que muestra este conjunto en algunos lugares puede favorecer sus funcionamiento por fisuración pero siempre generando por caudales de uso local. Por ultimo, las unidades mas favorables para el almacenamiento de acuífero son los materiales pliocenos, estando en ocasiones limitados por la extensión.

La alineación que muestran algunos de los bonales puede hacer pensar la posible relación entre su origen y fracturas que afecten al zócalo. En algunos casos, el poco espesor de la raña sobre la que se sitúan los manantiales parece indicar su posible relación con el zócalo


VEGETACIÓN LIGADA A SUELOS TURBOSOS

Es la zona sensible, la vegetación que se desarrolla sobre la turba es la que imprime mayor personalidad a los bonales y la turba se acumula allí donde se retiene mas humedad edáfica. Se reconoce bien por el color negro o parduzco causado por la pobre mineralización de la materia orgánica. Las especies propias de estos suelos tienen que tolerar la hidromorfía del medio, sus inestabilidad y la falta de nutrientes.

Si las condiciones son ideales, los suelos turbosos se cubren de pajonales y brezales que dejan entre sí espacio para otras comunidades de menor talla, tales como céspedes de ciperáceas, esponjas de esfagnos y recubrimientos de Anagallis tenella.

Anagallis tenella en turbera y bonal de los Aguilares (foto Jesús Víctor García)

Estos tipos de vegetación se encuentran en la zona del bonal donde existe mayor impacto humano, tanto de ocupación como de actividad. Paradójicamente, también es la mas frágil y es esta donde las especies han desarrollado un mayor numero de adaptaciones y en la que hay mas especies amenazadas y habitas protegidos

 A)SEMITERRESTES

Esponjas de esfagnos: son comunidades constituidas básicamente por especies del genero SPHAGNUM, capaces de almacenar grandes cantidades de agua y crecer de forma constante. Estas esponjas de esfagnos pueden hallarse en nacederos, pequeñas pozas, canales de desagüe, abombamientos y hasta en la base de las matas de molinias y brezos, a modo de zócalos.

En los estos bonales existe el Sphagnum denticulatum Brid, es un briofito turbofílo, vive en áreas higroturbosas con encharcamiento superficial permanente y es de interés especial para la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha.

El desecamiento del medio conlleva la pérdida de humedad superficial, desaparece los esfagnos y la rica biodiversidad que atesoran en forma de algas, cianobacterias, protozoos, rotíferos, gastrotricos, larvas de gusanos, pequeños crustáceos y otros minúsculos seres vivos.

Ephagnum denticulatum en bonal de las Charquillas en el Hontanar ( foto Jesús Víctor García)

Los esfagnos son los principales responsables de la formación de abombamientos en los bonales húmedos de fondo aplanados del territorio. A medida que estos abombamientos se separan del suelo, se seca y sirven de asiento a comunidades menos higrófilas, tales como pajonales y juncales. Una vez mineralizados pueden a llegar a cubrirse de comunidades poco o nada higrófilas. 

Desde el punto de vista fitosociológico, es lógico incluir la vegetación de nuestras turberas abombadas activas en la alianza Ericion tretralicis (Oxycocco-Sphagnetea).

B)TERRESTRES

-Brezales higrófilos de Erica tretralix: en los bonales mejor conservados del territorio este tipo de brezales se presentan en formaciones cerradas y de gran porte. Ocupan zonas donde se almacena mejor y durante mas tiempo la humedad edáfica y resultan especialmente llamativo a mediados del verano cuando exhibe sus florecillas rosadas.

La Erica tetralix o brezo de las escobas ya que eran utilizada para barrer las casas o corrales del pueblo, es un arbusto perteneciente a la familia de las ericáceas, están presenten en suelos muy ricos en materia orgánicas y es de especial interés por la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha.

Erica tetralix en turbera y bonal de las Charquillas (foto Jesús Víctor García)

La apertura del brezal ocasionada por perdida de humedad, pastoreo intensivo, hozar de jabalíes o descuaje, ocasiona la intromisión del pajonal y de algunos elementos de las orlas, especialmente de la Genista ánglica, Erica scoparia y Calluna vulgaris. Esta formación mixta así constituida y originada la encontramos en la mayoría de las veces en los bonales.

Desde el punto de vista fitosociológico, estos brezales se han agrupado en la asociación Erica tetralix y Sphagnum subsecundum. Pero es mas conveniente considerar a estos brezales de escobillas perteneciente a Genisto anglicae-Ericetum tetralicis.

Pajonales de Carex paniculata subp.lusitanica: es difícil observar comunidades en su porte normal, como un pastizal de dos metros o mas de altura. En condiciones ideales, el pajonal es una comunidad oligofítica que circunda el brezal higrófilo y se infiltra en la áreas mas secas del mismo sin embargo la perdida de humedad provoca la mezcolanza de ambas comunidades.

       Carex paniculata subp. Lusitánica en turbera de las Charquillas en el Hontanar                                                                                 (foto Jesús Víctor García)

El Carex echinata Murria es una hierba vivaz, de la familia de las Cyperaceae que viven en la zona de desagüe y es de especial interés por la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha.

Además del Carex paniculata subp lusitánica, suelen encontrarse varios elementos característicos de cervunales, tales como Carex binervis, Potentilla erecta, Genista tinctoria, Danthonia decumbens y raramente Juncus squarrosus.

Los usos cinegéticos y ganadero favorecen la expansión de los pajonales, los que redunda en el retroceso de los brezales higrófilos. Sin embargo cuando el uso es muy intensivo, los animales adelgazan el suelo y roen las macollas hasta la base, resultando que la comunidad pierde obertura y capacidad de fijación de la turba; poco a poco la turba se expone, se seca y se pierde, las raíces de las molinias quedan al descubierto y la macollas acaban desprendiéndose del terreno. De este modo, van apareciendo calvas de vegetación donde hubo espesos y elevados pajonales.

Ononis spinosa subsp. Australis en las calvas dejada por la degradación en los poyales de Casasola en Hontanar (foto Jesús Víctor García)

-Pastizales vivaces de ciperáceas: son céspedes de bajo porte dominado por la Eleocharis multicaulis cuando el encharcamiento del suelo es permanente. Esta comunidad helifítica existe solo en los bonales mas húmedos del territorio como el del Hontanar y asociada a los bonales higrófilos y a los abombamientos turbosos activos.

No es rara la presencia en estos pastizales de juncos, carices, esfagnos, halófitos de pozas y otras especies necesitadas de encharcamientos superficial permanente.

La distribución mundial de esta especie está localizada en Europa, norte de África, y Macaronesia. 

Está localizada en Arroba de los Montes en los bonales del Hontanar, en trampales sobre suelos higorturboso encharcados superficialmente.

-Hierbas vivaz 

-Pinguicula lusitánica:

Hierba vivaz insectívora, de interés especial de la familia de las Lentibulariácea que vive exclusivamente en la zona despejada del bonal en los bordes rezumantes de la pradera juncal del Juncus acutiflorus sobre suelos permanentemente húmedos.

Pinguicula lusitánica en bonal de los Aguilares en el Hontanar en Arroba de los Montes (foto Jesús Víctor García)

Es muy rara en las localidades del interior peninsular donde la distribución en España es las inmediaciones de las zonas costeras de los litorales cantábricos, atlántico y mediterráneo.

-Lobelia urens:

Hierba vivaz de interés especial de la familia de las Campanulácea que vive en los herbazales de nacederos, fuentes y en praderas juncales.

Lobelia urens. L. en bonal y turbera de las Charquillas en el Hontanar (foto Jesús Víctor García)

VEGETACION NO LIGADA A SUELOS TURBOSOS:ORLAS DE BONALES

Alrededor de la zona sensible del bonal dispone unos tipos de vegetación que actúan a modo de orla que marca el transito de un mundo vegetal de carácter atlántico a otro mediterráneo. Las orlas son leñosas como con las cortinas vegetales de Erica scoparia o herbáceas como juncales y ballicares.

Las aparición y extensión de la orla depende de la configuración del terreno, la ubicación del bonal y la humedad edáfica. En el Bonal del Hontanar predominan los brezales que entran en contacto con las series de vegetación climáticas del entorno y suele faltar los juncales y ballicares.

La vegetación de la orla desplaza a la vegetación turbófila cuando el terreno se deseca sobre todo en los que interviene el hombre. El grado de penetración de las orlas en las zonas sensibles del Bonal es un indicador del estado de conservación del mismo.

Los elementos que se desprenden de las orlas que se aventuran a vivir son de tipo de vegetación semejante a los que dejan, los juncales se adaptan a vivir en el área de los pajonales y los brezales de Erica scoparia buscan los brezales de Erica 

-Cortinas de Erica scoparia

Alrededor de la zona sensible del bonal suele establecerse un brezal menos higrófilo que el de Erica tetralix dominado por Erica scoparia, este brezal tiene forma de cortina leñosa continua y densa.

Con el objeto de favorecer el acceso al agua de los bonales al ganado o a la caza, el hombre corta y despeja estas orlas vegetales. El desecamiento del terreno y los incendios continuados favorecen la sustitución de estas cortinas de marcado carácter atlántico por jarales.

-Juncales higrófilos, juncales churreros y ballicares

Los juncales suelen mostrarse como densos herbazales dominados por juncaceas y gramíneas donde aparecen las orquídeas. La diversidad florística es la cualidad mas especial en estos juncales, donde son mas diversas desde el punto de vista florístico.
Orquídeas Serapia cordigera en el complejo lagunar de los poyales de Casasola (foto Jesús Víctor García)

Estos juncales higrófilos son muy valorados económicamente por el hombre por su pastos para el ganado a finales de la primavera y en verano.

En el bonal del Hontanar no existe la tradición de quemar los pastos pero la carga ganadera es excesiva en el año que corresponde a la Hoja del ganado y por eso se observa algunas comunidades convertidas en céspedes arrasados dominados por unas pocas especies de juncaceas.

Los juncares churreros y ballicares marcan muchas veces los limites externos del bonal y se corresponden con asociaciones de óptimo mediterráneo que sobreviven en suelos encharcados hasta primavera y además suelen aparecer también en los bordes de los arroyos, lagunas y charcas. Estos padecen la intensificación de los usos ganaderos y cinegéticos donde se presentan como céspedes recomidos en los que de vez en cuando se eleva un junco.

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