JESÚS VÍCTOR GARCÍA
La discoteca de Arroba ha cerrado con el comienzo del año 2019, pero ha finalizado como empezó, con mucha gente y con gana de divertirse. Este bar había sido alquilado a distintos dueños pero es en Junio del año 1983, cuando Jesús y Ángel deciden alquilar este local.
Aquí se vivieron todo el boom de la década de los 80 y 90, con su música tecno, dance, rock y heavy metal. Los bailes hasta el amanecer, lleno de gente que bailaban, bebía y ligaban. Aquí han pasado la adolescencia de distintas generaciones de Arroba y pueblos de los alrededores, y hasta un año se celebró las fiestas del pueblo en este local.
El local era muy amplio con dos salones, uno con la barra y otro para el baile, aunque era muy grande en espacio, era acogedor, como curiosidad el suelo fue idéntico que el de la iglesia del pueblo. Presidiendo la entrada del bar estaba el cuadro eterno del Real Madrid, mas negro que blanco por el paso del tiempo y por el humo tragado. También presidia la entrada el cuadro de la provincia de Ciudad Real y como no, el del Estrecho de las Hoces con la tabla de la Murciana.
Aquí se han celebrado bodas, bautizos, comuniones, teatros y cine en las noches cálidas del verano.
Aquí se han celebrado bodas, bautizos, comuniones, teatros y cine en las noches cálidas del verano.
Lugar de encuentros, ¿Dónde quedamos? .- En la discoteca, luego iremos a los demás sitios.
Lugar de incansables partidas de domino y cartas, donde convivían juegos antiguos como "las flores" y modernos como el mus o cuatrola. Los asiduos al bar como Victoriano, Agustín o Miguel Ángel, iban a echar la partida por las tardes a la discoteca y allí aprendimos los jóvenes a jugar al domino a base de pagar cafés. En verano, cuando la calor apretaba, se llenaba el exterior del bar de mesas con distintas partidas de domino y cartas.
Allí jugamos a las maquinas de marcianitos, de coches o de lucha, también a los tradicionales futbolines o al voluminoso billar.
Todos los miércoles del año se comían las cabezas de jabalís asada en el horno de la panadería. Las patatas con conejo o el arroz con liebre guisado en una sarten con la leña en el exterior del local. Los viernes se comían los peces de Guadiana asados en el horno, cordero del pueblo y otras comidas cuyo aroma inundaban a los que tomaban accidentalmente una cerveza en la barra.
Algo se nos pierde en la memoria colectiva del pueblo de Arroba de los Montes, pero nos queda imborrables recuerdos que nos deleitaran en nuestro futuro.
HASTA SIEMPRE
Extraordinaria publicacion. Echaremos de menos la discoteca de por vida
ResponderEliminarPues si es una pena, que se cierre locales destinados a los menesteres de ocio.
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